Neolife, en Zen (El Mundo)
Aunque ‘nuestra misión’ debería centrarse en proporcionar a nuestro organismo los nutrientes que necesita a través de una alimentación natural y saludable, la suplementación puede convertirse en un gran aliado para compensar los desequilibrios que se producen en momentos puntuales en los que nuestro estilo de vida se ve alterado, tanto por circunstancias exógenas (como es el caso del coronavirus) como por motivos endógenos (problemas de salud, cambios hormonales, etc).
Concebidos como complementos a una dieta sana -nunca como sustitutivos- y prescritos por un especialista que determine cuáles son los que más nos convienen, los suplementos pueden aportar ese ‘plus’ que necesitamos para paliar ciertas carencias y mejorar nuestra calidad de vida en momentos críticos como la andropausia, en el caso de los varones.
Durante este periodo, en el que el hombre no pierde su capacidad fértil, pero sí puede ver disminuidos su potencia y su deseo sexual, la alimentación cobra más importancia que nunca como “factor influyente en la producción de testosterona”, según detallan los especialistas de Neolife, clínica madrileña especializada en la medicina preventiva y antienvejecimiento.
En este escenario, llevar una dieta equilibrada (que garantice un suministro adecuado de proteínas, vitaminas y minerales) y realizar una actividad física bien planificada resulta esencial para mantener un peso saludable, proporcionar los niveles de energía necesarios y evitar esa pérdida de masa muscular que ‘acecha’ a partir de los 40.