Sistema auditivo

El paso del tiempo también afecta al oído


El tiempo no perdona ni en el oído, pero existen actitudes preventivas, tratamientos y novedosas perspectivas (utilización de antioxidantes).

La pérdida de audición bilateral relacionada con el envejecimiento se denomina “presbiacusia”. Es la causa más común de pérdida auditiva en el mundo. Se estima que dos tercios de los mayores de 70 años la padecen. Tiene repercusiones importantes en la calidad de vida e incluso en la morbi/mortalidad, ¿podemos prevenirla?.

Dra. Celia Gonzalo Gleyzes – Equipo Médico Neolife


Presbiacusia y anatomía del oído

Este tipo de pérdida auditiva empieza sobre los 60 años y la progresión es lenta, pero se sabe que hay factores que la pueden acelerar.

Se caracteriza por la dificultad para detectar las altas frecuencias (por ejemplo, las voces más agudas) y ciertas consonantes (p, k, f, s, ch). Realmente no hay cura, sólo una ayuda, los audífonos (mediante amplificación del sonido). La prevalencia es mayor en hombres de raza blanca. Podemos decir que el 100 % de los individuos de 90 años tiene presbiacusia.

La presbiacusia afecta a diversos componentes del sistema auditivo. Aparecen cambios asociados al envejecimiento en las células ciliadas, en la estría vascular y en las neuronas aferentes del ganglio espiral.

¿Cómo funciona el sentido del oído?

Un sonido es una vibración del aire que pasa por el conducto auditivo externo y se dirige a la membrana timpánica. Cuando llega a ella, ésta vibra en una determinada frecuencia y amplitud. Este movimiento se amplifica gracias a tres huesecillos del oído medio: martillo, yunque y estribo. Esas vibraciones se transmiten por el líquido del oído (endolinfa) interno hasta la cóclea. En esta última, los receptores (células ciliadas) transforman la información (de vibraciones a una señal nerviosa) que viajará por el nervio coclear hasta la corteza auditiva.oido

Origen de la presbiacusia

Esta pérdida auditiva progresiva es multifactorial. Se debe a la degeneración propia del envejecimiento, pero también a factores genéticos, hormonales, a exposición de ruidos, a substancias ototóxicas, a infecciones previas y a la presencia de otras enfermedades sistémicas.

Existen 6 categorías de presbiacusia: la sensorial (pérdida de las células ciliadas), la neural (pérdida de fibras nerviosas cocleares y de neuronas del ganglio espiral), la estrial, la mecánica (coclear), la mixta y la indeterminada.

  • Factores genéticos: diferencias en la expresión de genes del ADN mitocondrial relacionados con el estrés oxidativo.

  • Factores ototóxicos: medicaciones que pueden dañar el oído como los salicilatos, los diuréticos de asa, los aminoglucósidos y algunos agentes quimioterápicos; y productos tóxicos/metales pesados como el tolueno, el estireno, el plomo, el monóxido de carbono, el mercurio etc.
  • Factores de exposición: exponerse a ruido intenso y mantenido puede provocar la pérdida de neuronas del ganglio espiral.
  • Factores hormonales: glucocorticoides, hormonas sexuales, señalización del glutamato pueden tener implicaciones. En un estudio relacionaban las progestinas (pero no la progesterona) con una mayor incidencia de pérdida auditiva.

¿Cómo nos damos cuenta de que la sufrimos?

El inicio no es brusco, es insidioso. Los casos de afectación leve-moderada pueden pasar inadvertidos. Si no presentamos claros síntomas y queremos ser proactivos, a los 60 años nos podemos hacer una audiometría.

Una manifestación inicial bastante frecuente es que en una sala con bastante ruido nos cueste oír una conversación (discriminar sonidos).

Cuando presentamos una pérdida de audición conviene realizar un chequeo general del estado de salud para descartar otros problemas (dislipemia, diabetes, problemas renales etc.).

Diagnóstico diferencial

La presbiacusia es un diagnóstico de exclusión (se descartan otras patologías), en las pérdidas de audición neurosensoriales encontramos: la exposición al ruido, las infecciones, la enfermedad de Ménière, los traumatismos, las enfermedades autoinmunes, la fístula perilinfática, enfermedades genéticas, la otosclerosis, los tumores, la exposición a productos ototóxicos y las disfunciones metabólicas.

Pronóstico y complicaciones

Los cambios en la función auditiva son consecuencia del envejecimiento. Normalmente la presbiacusia no lleva a una sordera completa, pero si no se trata puede tener repercusiones mentales, cognitivas y físicas.

Se explicaría porque el cerebro tendría que emplear más recursos para hacer frente a ese déficit sensorial, “robando” este material a otras funciones cognitivas como la memoria.

Es evidente que perder audición nos lleva al aislamiento social y a la pérdida de autonomía. También podemos observar alteraciones del estado de ánimo como el aumento de la incidencia de ansiedad, de depresión y de letargia.

Oír mal nos pone en riesgo. Hay muchos estímulos auditivos en la vida cotidiana: timbre, alarma de incendios, sonido del teléfono, ruido de un coche que se acerca…

Por otro lado, este déficit sensorial se asocia a una alteración del control postural incrementando el riesgo de caídas (aumentando la morbilidad y la mortalidad en los ancianos)(1).

Los audífonos (bien ajustados) son necesarios si queremos evitar problemas y mejorar nuestra calidad de vida.

Nuevas perspectivas terapéuticas: antioxidantes

Los antioxidantes son moléculas (endógenas o exógenas) que eliminan las especies reactivas del oxígeno (ROS) o que reducen el daño provocado por las ROS. La glutatión reductasa (GR), la catalasa (CAT), la glutatión peroxidasa (GPx) y la superóxido dismutasa son los enzimas de primera línea en la lucha contra las ROS.

Dos antioxidantes parecen ser interesantes en la presbiacusia:

  • La metformina: es una biguanida utilizada en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo2. Su acción implica el estímulo de la proteína quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK/ERK1/2). A través de este mecanismo ha demostrado efectos en contextos antiinflamatorios, antiangiogénicos, proapoptóticos y antioxidantes.  La metformina disminuye la acumulación de las ROS a largo plazo, ya sea a través de la eliminación de ROS o por la disminución de la producción de ROS. Además, la metformina modula la inflamación y la degeneración celular y la disfunción asociada con el envejecimiento a través de la regulación NF-κB. La metformina también disminuye las deleciones comunes de ADNmt, la expresión de p53 y de la caspasa 3, previniendo la apoptosis celular, atenuando la neurodegeneración asociada con la edad.
  • Probucol: se emplea habitualmente para controlar el colesterol, pero también tiene un potencial antioxidante y antiinflamatorio muy interesante (reduce las citoquinas proinflamatorias TNF-alfa, IL-1beta, IL-6, INFN-gamma y aumenta la antiinflamatoria IL-10). Los problemas de este fármaco son: su baja biodisponibilidad, que es muy lipofílico y que puede provocar arritmias.

Se está estudiando en la actualidad cómo administrar estos fármacos a nivel local (intratimpánico). Hay posibilidad de crear dispositivos con nanopartículas combinadas con hidrogel (2).


BIBLIOGRAFÍA

(1) Cheslock M, De Jesus O. Presbycusis. 2021 Nov 14. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan–. PMID: 32644646. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32644646/

(2) Chester J, Johnston E, Walker D, et al. A Review on Recent Advancement on Age-Related Hearing Loss: The Applications of Nanotechnology, Drug Pharmacology, and Biotechnology. Pharmaceutics. 2021;13(7):1041. Published 2021 Jul 8. doi:10.3390/pharmaceutics13071041 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8309044/