Dirección médica de Neolife
Un reciente estudio publicado en la revista Neurology ha correlacionado el riesgo en las personas mayores de padecer una demencia con los bajos niveles de vitamina D.
Los bajos niveles plasmáticos de vitamina D en la población general están llegando a límites epidémicos y se correlacionan con numerosas enfermedades y patologías: desde la osteoporosis y las enfermedades neurodegenerativas… hasta el cáncer de colon. Así, por ejemplo, los bajos niveles de vitamina D afectan a la capacidad neurocognitiva a través de mecanismos vasculares y neurodegenerativos.
Son más de 2.000 los estudios aleatorios controlados sobre la vitamina D realizados en humanos. De hecho solo 8 fármacos (entre ellos la aspirina, la penicilina o el diazepám) y 2 suplementos nutricionales (los omega 3 y la vitamina E) tienen más estudios de este tipo que la vitamina D.
Un reciente estudio publicado online en la revista Neurology (1) ha correlacionado el riesgo de las personas mayores de padecer una demencia con los bajos niveles de vitamina D.
El estudio consistió en el seguimiento de los niveles de 25-hidroxi-colecalciferol (vitamina D) en plasma de 1.658 personas sanas a lo largo de casi 6 años. Durante este tiempo 171 de estas desarrollaron algún tipo de demencia (102 fueron enfermedad de Alzheimer). El total de la muestra se clasificó en 3 grupos; los que tenían niveles muy bajos de vitamina D (inferiores a 25 nmol/L), los que tenían niveles bajos (entre 25 y 50 nmol/L) y los que presentaron niveles óptimos por encima de 50 nmol/L. Sus autores demostraron que el riesgo de padecer una demencia es 2,22 veces superior en el grupo con niveles inferiores a 25 nmol/L y 1,69 veces superior en el grupo de valores moderadamente bajos entre 25 y 50 nmol/L, con respecto a los que tenían valores óptimos por encima de 50 nmol/L.
Los bajos niveles de vitamina D afectan a la capacidad neurocognitiva a través de mecanismos vasculares y neurodegenerativos. Existen receptores para la vitamina D en regiones cerebrales vinculadas a la memoria. Además la vitamina D regula la expresión de la neurotropina como mediador de la regeneración neuronal y frena la citotoxicidad de la sustancia amiloide y la apoptosis de neuronas de la corteza cerebral.
Estos resultados indican que los valores plasmáticos de vitamina D por encima de 50 nmol/L previenen la demencia, aunque otros estudios abogan por superar los 75 nmol/L. Sin embargo, los autores de este estudio consideran que es necesario profundizar en la investigación antes de sugerir abiertamente la suplementación nutricional con vitamina D para la prevención de la demencia y, en concreto, de la enfermedad de Alzheimer.
En los programas Neolife de Age Management procuramos alcanzar y mantener niveles plasmáticos de 25-hidroxi-colecalciferol entre 125 y 250 nmol/L.
BIBLIOGRAFÍA
(1) https://www.neurology.org/content/early/2014/08/06/WNL.0000000000000755.