Mientras que los corredores que realizan un entrenamiento moderado tienen beneficios en su mortalidad, el entrenamiento cardiovascular excesivo puede producir daño cardíaco.
Según el Copenhagen City Heart Study, los corredores que realizan un volumen e intensidad de entrenamiento bajo o moderado, de hasta 2,4 horas/semana en 3 o menos sesiones a la semana, tienen beneficios en su mortalidad frente a aquellos que superan estos límites, cuya mortalidad no es diferente a la de los sedentarios.
Área de Deporte y Ejercicio de Neolife
Desde hace tiempo se conocen los numerosos beneficios que el ejercicio físico tiene para la salud. La gente físicamente activa tiene, al menos, un 30% menos de probabilidades de morir que los sedentarios en un tiempo acotado de vida. Como consecuencia de ello, la participación en eventos populares de deportes de fondo como las maratones, los triatlones o las marchas cicloturistas ha sufrido un incremento exponencial. Asimismo, se ha incrementado el volumen de entrenamiento para participar en estos eventos, a la vez que han ido surgiendo nuevas competiciones de ultra-resistencia de varios días de duración.
En paralelo, en los últimos años se están publicando algunos estudios que correlacionan un volumen excesivo de entrenamiento cardiovascular (entendido como horas semanales de entrenamiento o distancia recorrida corriendo, nadando o montando en bicicleta) con ciertas patologías cardíacas.
Este mismo mes (febrero de 2015), han tenido un importante impacto mediático dos artículos publicados en el Journal of the American College of Cardiology(1),(2) sobre los riesgos de correr demasiado y la dosis óptima de carrera para vivir más.
Como parte del Copenhagen City Heart Study, 1098 corredores sanos y 3950 no corredores sanos fueron seguidos desde 2001 hasta 2013. Los corredores que realizan un volumen e intensidad de entrenamiento bajo o moderado, de hasta 2,4 horas/semana en 3 o menos sesiones a la semana, tienen beneficios en su mortalidad frente a aquellos que superan estos límites cuya mortalidad no es diferente a la de los sedentarios.
Parece existir una relación (curva en forma de U) entre la cantidad, frecuencia e intensidad del ejercicio y las mejoras en la salud, no siendo siempre mejor realizar más ejercicio. Esto podría significar que prepararse para realizar ciertas carreras de resistencia durante décadas podría tener consecuencias negativas sobre la salud, tales como anomalías cardíacas.
El entrenamiento cardiovascular excesivo puede producir daño cardiaco.
Un magnífico artículo publicado en la revista Current Sports Medicine Reports a finales de 2014(3) repasa los estudios científicos que analizan los efectos que el entrenamiento cardiovascular excesivo tiene sobre el corazón.
A nivel estructural del corazón se producen adaptaciones, como el aumento del volumen ventricular o el aumento del grosor de la pared ventricular izquierda y del tamaño de la aurícula izquierda. Aunque a nivel deportivo estas adaptaciones se entienden como beneficiosas, se ha constatado que un excesivo entrenamiento de resistencia puede causar daño cardíaco. Los estudios post mortem de atletas altamente entrenados, que experimentaron un accidente cardiovascular mientras corrían una maratón, demostraron que presentaban hipertrofia del ventrículo izquierdo y fibrosis miocárdica.
El ventrículo derecho experimenta un aumento de tamaño, presión y volumen, así como una reducción en su función. Se ha propuesto que el aumento del volumen del ventrículo derecho suponga una verdadera discapacidad. Además, se especula con que el ventrículo derecho es menos adaptativo que el izquierdo, y una excesiva carga sobre él pueda generar adaptaciones negativas.
Los deportistas de resistencia de mediana edad poseen 5 veces más riesgo de sufrir fibrilación auricular que los no atletas. La mayoría de las arritmias en deportistas de resistencia provienen del ventrículo derecho y se estima que son producto del exceso de demandas hemodinámicas causadas por el excesivo ejercicio de resistencia.
Múltiples estudios han analizado la actividad cardiaca en numerosos intervalos de tiempo tras la competición (minutos, horas, semanas o meses) para intentar conseguir datos sobre la descompensación cardíaca tras un esfuerzo cardiovascular extremo. Algunos marcadores, como la disfunción sistólica y diastólica, el incremento de biomarcadores de daño cardíaco en el plasma o el descenso de la fracción de eyección del ventrículo derecho, persisten alrededor de una semana.
La arteriosclerosis y la fibrosis, otros problemas asociados a los deportes de resistencia.
La aparición de arteriosclerosis es otro problema relacionado con el deporte de resistencia extremo. Varios estudios han observado cómo en maratonianos veteranos existe mayor presencia de placa arterial calcificada en sus coronarias que en no corredores (medido mediante score cálcico). Por otro lado, al poseer mayor masa en el ventrículo izquierdo, es posible que contribuya a elevar los niveles de calcio coronario. Hay estudios que muestran la correlación existente entre la fibrosis y el número tanto de años entrenando como de maratones realizadas.
Existe la hipótesis de que la fibrosis es el desencadenante de la aparición de arritmias en atletas, que puede derivar en fibrilación y, en última instancia, la muerte. No obstante, se necesitan más estudios con menos limitaciones en cuanto al número de participantes.
Conclusión: el ejercicio es muy beneficioso, siempre y cuando se realice de forma moderada.
A pesar de todo, el ejercicio físico posee unos beneficios muy superiores a sus riesgos. Lo único que se debe de tener en cuenta es el hecho de realizar las pruebas pertinentes para descartar cualquier tipo de problema cardiovascular, así como conocer y controlar los diferentes factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, colesterol alto, tabaco…). Con estos datos, junto con la ayuda de profesionales del ejercicio, se pueden diseñar programas de actividad física ajustados a las necesidades de cada uno. La conclusión que podemos extraer es que el ejercicio es muy beneficioso para la salud, pero que el deporte de intensidad extrema puede tener unos riesgos para nuestro organismo.
En los Programas Integrales Antiaging de Neolife recomendamos la realización de ejercicio controlado como uno de los pilares de la Medicina Preventiva Antienvejecimiento.
Además, siempre realizamos un análisis exhaustivo del estado de salud individual, mediante pruebas de evaluación cardiovascular que se encuentran a la vanguardia de la medicina, como el score cálcico o la ecografía de carótidas.
BIBLIOGRAFÍA
- Schnohr, P, O´Keefe, JH, Marott, JL, et al. “Dose of Jogging and Long-Term Mortality: The Copenhagen City Heart Study”. Journal of the American College of Cardiology, Vol 65, Issue 5, 10 February 2015, Pages 411-419.
- Lee D., LavieCJ.,Vedanthan R. “Optimal Dose of Running for Longevity: Is More Better or Worse?”. Journal of the American College of Cardiology, Vol 65, Issue 5, 10 February 2015, Pages 420-422.
- Seidi J, Asplund DO & C.A. “Effects of Excessive Endurance Activity on the Heart”. Current Sports Medicine Reports. Volume 13, number 6, November/December 2014; pp 361-364.