Un estudio descubre una fuerte correlación entre la probabilidad de padecer los síntomas vasomotores de la menopausia y una variación genética.
Crandall, C., Manson, J.E., Hohensee, C. et al, “Association of genetic variation in the tachykinin receptor 3 locus with hot flashes and night sweats in the Women´s Health Initiative Study”. Menopause. doi: 10.1097/GME.0000000000000763.
Es conocido que los síntomas vasomotores de la menopausia como los sofocos y los sudores nocturnos se asocian al índice de masa corporal, la etnia-raza, la ansiedad, la depresión, el tabaquismo y el bajo nivel educacional, pero hasta el momento nadie había encontrado una base genética para esta sintomatología. En el presente estudio los autores han descubierto una fuerte correlación entre la probabilidad de padecer los síntomas vasomotores de la menopausia y una variación genética (SNPs) en el locus del receptor 3 de la tachykinina (TACR3), en el cromosoma 4.
Este estudio se ha realizado sobre las muestras recogidas de 17.695 mujeres de entre 50 y 79 años, en 40 centros de salud de los EEUU, que no hubieran sido tratadas con terapia hormonal, para evitar el enmascaramiento de los síntomas por el tratamiento. Por un lado, se determinó, mediante un cuestionario, que el 63% de las mujeres estudiadas presentaban síntomas vasomotores. Por otro lado, se analizaron más de 11 millones de SNPs y se llegó a la conclusión que 14 de ellos están significativamente asociados a los síntomas vasomotores de la menopausia. Todos estos polimorfismos se localizaron en el gen TACR3 del cromosoma 4. Esta base genética para sufrir los síntomas vasomotores de la menopausia es independiente de la raza (se da en todas ellas), lo cual hace pensar que la mutación es muy antigua.
Las bases biológicas responsables de los sofocos y sudores nocturnos de las mujeres menopáusicas no son del todo conocidas y los avances en su conocimiento aportarán nuevas terapias para su tratamiento (quizás de tipo genético) en un futuro.