Estatinas: el medicamento multifuncional


Las estatinas no solo disminuyen la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, sino que, además, es probable que protejan a las mujeres frente a la aparición de neoplasias de mama.

Las estatinas han sido recientemente etiquetadas por su capacidad anti oncogénica en un estudio sueco presentado en el Symposium de Cáncer de Mama de 2017. Sus autores demostraron cómo la administración de estatinas disminuyó de forma significativa la mortalidad relacionada específicamente con los tumores de mama.

Dr. Moisés De Vicente – Equipo Médico Neolife


Hoy en día las estatinas forman la punta de lanza que los médicos utilizan para el control del riesgo cardiovascular.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las sociedades desarrolladas y, por lo tanto, el principal azote de los sistemas sanitarios. En su desarrollo intervienen múltiples factores, algunos de ellos genéticos y, por lo tanto, inherentes a nuestro cuerpo, y otros de ellos que dependen de nuestros estilos de vida.

La hipercolesterolemia es considerada uno de los principales factores de riesgo para la formación de la placa de ateroma en nuestras arterias y, por ello, uno de los precursores del desarrollo de enfermedad cardiovascular. Este hecho es conocido desde los años 50, pero no fue hasta la década de los 70 en que se descubrió el principio activo que cambiaría la progresión y pronóstico de esta enfermedad para siempre: los inhibidores de la HMG CoA reductasa, es decir, las estatinas.

Es cierto que existen múltiples detractores de este tipo de fármacos, fundamentalmente debido a los efectos secundarios que presentan. Son efectos secundarios poco frecuentes en general y que, con la nueva generación de fármacos, se han reducido de forma considerable. Por así decirlo, se han optimizado al máximo, permitiendo al paciente disfrutar de una alta potencia a la hora de disminuir las cifras de colesterol, sin tener un elevado riesgo de presentar una miopatía, por ejemplo.

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Así pues, hoy en día las estatinas forman la punta de lanza que los médicos utilizan para el control del riesgo cardiovascular, tanto en prevención primaria como secundaria. De hecho, ya se están comercializando poli píldoras que reúnen los principales principios activos que han demostrado disminuir la mortalidad en este tipo de paciente, como son la aspirina, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y, por supuesto, la estatina.

Sin embargo, se está comprobando cómo muchos de estos fármacos, útiles fundamentalmente en este tipo de patologías cardiovasculares, presentan otras muchas ventajas y funciones, y podrían extrapolarse sus efectos a otras enfermedades que poco o nada tienen que ver con el riesgo cardiovascular.

Concretamente, las estatinas han sido recientemente etiquetadas por su capacidad anti oncogénica en un estudio sueco presentado en el Symposium de Cáncer de Mama de 2017. Estos autores demostraron cómo la administración de estatinas redujo la mortalidad global en las mujeres a las que fueron administradas. Esto es un hecho obvio, debido a las mejoras cardiovasculares que fomentan estos fármacos. Pero es que, además, disminuyó de forma significativa la mortalidad relacionada específicamente con los tumores de mama. Y, además, esto se demostró tanto en mujeres que ya se encontraban en tratamiento antes del diagnóstico como en aquellas que lo iniciaron tras este.

Es cierto que se trata de un estudio retrospectivo, con las posibles limitaciones que ello implica. Sin embargo, se demostró con significación estadística que, aquellas mujeres sin diagnóstico previo de cáncer de mama y que tomaban estatinas de forma regular, presentaban un 23% menor riesgo de morir por esta causa, frente a aquellas sin este tipo de tratamiento. Asimismo, aquellas mujeres ya diagnosticadas de un cáncer de mama presentaban un 17% menos de posibilidades de fallecer por ese tumor si se encontraban en tratamiento con estatinas.

Algunos datos del estudio llaman la atención. Por ejemplo, no influía en los resultados la dosis ni el tipo de estatina utilizados. Así pues, no es necesario la administración de dosis altas, lo que podría implicar la aparición de efectos secundarios, ni depender de un principio activo en concreto. Son todas útiles en este sentido y eficaces a dosis seguras.

Es cierto que extrapolar estos resultados a cualquier tipo de tumor de mama es arriesgado y probablemente incorrecto. Determinados tipos de tumores expresan la enzima HMG CoA reductasa y se piensa que es mediante este mecanismo como las estatinas logran impedir, o al menos enlentecer, el crecimiento de estas neoplasias. Por lo tanto, será en aquellos tumores en que se sobre exprese esta enzima en los que el tratamiento será más eficaz. Se podría incluso medir la actividad de esta enzima en las células tumorales y así poder predecir en qué pacientes estaría indicado el tratamiento.

Por otro lado, también se observó, en este estudio, cómo el uso de estatinas disminuía la concentración de un metabolito del colesterol, con importante afinidad por los receptores estrogénicos presentes en el tejido mamario. Al disminuir este metabolito, se bloqueaban estos receptores, disminuyendo el estímulo sobre la mama y por ello limitando el crecimiento de los tumores. Siguiendo esta línea argumental, se acaba de iniciar un nuevo ensayo clínico con mujeres diagnosticadas de cáncer de mama, para valorar la utilidad de una estatina clásica, como es la Atorvastatina, en el control del cáncer de mama con receptores estrogénicos positivos.

En definitiva, el mensaje que debemos extraer es que las estatinas son buenos fármacos. No solo disminuyen la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, sino que, además, es probable que protejan a las mujeres frente a la aparición de determinados tumores, en este caso, las neoplasias de mama.

En Neolife utilizamos todas las herramientas e innovaciones a nuestro alcance para poder ofrecer a nuestros pacientes la mejor de las medicinas preventivas que existen. Abordamos el riesgo cardiovascular desde un prisma diferente, intentando alcanzar niveles de excelencia en los biomarcadores que nos permitan diferir, e incluso, impedir la aparición de la tan temida enfermedad cardiovascular. Para ello el uso de estatinas es importante. Pero, además, buscamos la detección y prevención de la enfermedad oncológica gracias a una unidad exclusiva de oncoprevención. En este sentido, es probable que el uso de estatinas comience a ser algo habitual en este tipo de escenarios. Los futuros estudios lo confirmarán.