Recientemente se han relacionado alteraciones en la microbiota con la aparición de enfermedades neurodegenerativas, autoinmunes y cardiovasculares.
La microbiota es la población de bacterias que vive como huésped en nuestro intestino. Y tener una adecuada flora intestinal es clave para asegurar un buen funcionamiento del aparato digestivo, así como de diferentes sistemas corporales. En un programa integral de Age Management, los pre-/probióticos tienen un papel importante en aras de conseguir una flora más saludable que nos permita envejecer mejor, facilitar la pérdida de grasa visceral y disminuir la aparición de enfermedades.
Dr. Iván Moreno – Equipo Médico Neolife
Empezamos a comprender la importante influencia que tiene la microbiota intestinal en nuestro metabolismo: en el peso, en el colesterol… ¡y hasta en nuestra personalidad!
Los avances científicos nos están permitiendo conocer cada vez mejor el importante papel que la flora intestinal tiene en el mantenimiento de la salud global y en el envejecimiento en particular. Mantener una buena flora requiere de una nutrición adecuada y, en función de las necesidades y el estado de cada individuo, de una suplementación eficaz.
Durante muchos años hemos infraestimado el papel que nuestro intestino, y en concreto la flora intestinal, tiene en nuestra salud.
La microbiota es la población de bacterias que vive como huésped en nuestro intestino. Comprende miles de especies diferentes y puede llegar a pesar unos 2 kg. Un tercio de su contenido es similar entre diferentes personas, pero los otros dos tercios son específicos de cada uno, como una especie de huella dáctilar. Lo cierto es que hay unas 150 veces más genoma en nuestro organismo procedente de estas bacterias que de nuestras propias células.
Al parecer la importancia de este complejo ecosistema y su relación con nuestra salud es uno de los temas más importantes que la medicina ha pasado por alto hasta muy recientemente. Estamos comenzando a comprender cómo de importante es el papel que tiene la microbiota intestinal en nuestro metabolismo… desde influenciar nuestro peso o el grosor del depósito de colesterol en la pared de nuestras arterias hasta determinar nuestra personalidad.
El 70% de las neuronas que están fuera de nuestro cerebro se encuentran en el intestino, y su funcionamiento está también influenciado por nuestras bacterias intestinales, a través del sistema del nervio vago en una especie de sistema cerebro-intestinal. Se ha comprobado que el desarrollo neuronal, el comportamiento, la respuesta al estrés e incluso la aparición de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson tienen relación con el estado de nuestra microbiota.
Algunas de las funciones de nuestra flora intestinal son:
- Ayuda al organismo a digerir ciertos alimentos.
- Ayuda al cuerpo a producir ciertas vitaminas (B y K).
- Ayuda a combatir la presencia de infecciones por otras bacterias patógenas.
- Mantiene la integridad de la barrera mucosa intestinal, evitando que toxinas y otros gérmenes traspasen la membrana de la pared intestinal y haya una reacción inmune o una sobrecarga hepática para detoxificarnos
- Tiene un importante papel en la respuesta y regulación inmune en el intestino.
Una adecuada flora intestinal es clave para asegurar un buen funcionamiento del aparato digestivo, así como de diferentes sistemas corporales. De hecho, es tal la importancia de las funciones que realiza que cada vez más científicos y médicos la consideran un órgano más del cuerpo. Este sería un órgano adquirido, ya que los bebés nacen sin microbiota, y son el primer paso por el canal del parto y la lactancia los responsables de esa primera inoculación de gérmenes que evolucionará según vamos creciendo.
Se ha descubierto también que la composición de nuestra flora se puede alterar con cambios en la dieta, relacionándose una dieta menos saludable con desequilibrios en la composición a favor de especies menos beneficiosas, que resultan en inflamación y mala absorción de nutrientes esenciales. Y del mismo modo, una mala flora intestinal va a favorecer la aparición de obesidad y la dificultad para perder peso. Hay estudios que demuestran que la suplementación de pre/probióticos ayuda a bajar el peso y disminuir la grasa visceral.
Es inevitable que un órgano tan central -interconectado con diferentes sistemas, absorción de nutrientes, respuesta inmune e inflamación del organismo- este relacionado con la forma en que envejecemos. La microbiota puede influenciar el estado de la piel, el sistema inmune, la función cognitiva o la densidad mineral ósea, entre otros, marcando una aparición más o menos temprana de fragilidad y deterioro en nuestro cuerpo.
De este modo, alteraciones en la microbiota se han visto relacionadas con la aparición de enfermedades neurodegenerativas, enfermedades autoinmunes y enfermedades cardiovasculares.
Una vez entendida la relevancia de la microbiota es fácil comprender el devastador efecto que tiene la toma de antibióticos en la salud de nuestra microbiota. La pérdida de especies saludables, el empobrecimiento del ecosistema intestinal y la facilidad para que crezcan especies patógenas (disbiosis intestinal) o parásitos es el precio que debemos pagar por la toma de antibióticos. Los antibióticos son necesarios en muchas ocasiones, y han sido uno de los hitos de la medicina moderna, pero hemos de evitar la toma injustificada de los mismos.
¿Que son los prebióticos?
Los prebióticos son alimentos que promueven el crecimiento de bacterias intestinales saludables. Son como el sustrato en el que ha de florecer nuestro ecosistema intestinal.
Típicamente se trata de alimentos ricos en fibra no soluble. Están presentes de forma natural en verduras y frutas como el ajo, cebolla, puerro, espárrago, alcachofas, tomates, plátanos, ciruelas y manzanas. Del mismo modo podemos encontrarlos en granos y cereales integrales, así como en almendras. Por este motivo, las frutas, verduras y cereales deben formar parte de una dieta saludable, aunque hay que hacerlo de forma balanceada, ya que un exceso también puede producir molestias abdominales e hinchazón.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos que, consumidos en suficiente cantidad, promueven una microbiota saludable y pueden ayudar a reequilibrarla cuando ha sido afectada por una dieta de mala calidad u otros factores como el estrés.
Se encuentran en productos fermentados como yogur, quesos, chucrut, té fermentado, kefir, etc. Es importante tomar una variedad amplia de especies (cuanta más diversidad mejor), en buena cantidad y asegurarnos de que están vivas (en ocasiones los alimentos procesados acaban con ellas). Es muy difícil tomar la suficiente cantidad de estos alimentos -de hecho, en la práctica casi nunca lo conseguimos-, así que para asegurar estas condiciones (cantidad, calidad y que sigan vivas), se han desarrollado en los últimos años suplementos con flora intestinal, que idealmente se han de combinar con el sustrato para que crezcan, esto es: una mezcla de pre- y probióticos.
¿Debo tomar pre-/probióticos?
Aunque lo ideal sería tener una dieta variada, equilibrada y rica en micronutrientes y sustancias prebióticas (fruta, verduras, etc), es cierto que habitualmente no lo conseguimos, bien porque la calidad de los alimentos no es la misma que antiguamente (sobre todo en micronutrientes), o bien porque nuestros hábitos alimentarios son mejorables. Si cuando nos detenemos a pensar en ello creemos que la calidad de nuestra dieta es mejorable, seguro que nuestra flora intestinal se beneficiaría de la toma de suplementación.
En un programa integral de Age Management, los pre-/probióticos tienen un papel en aras de conseguir una flora más saludable que nos permita envejecer mejor, facilitar la pérdida de grasa visceral y disminuir la aparición de enfermedades.
Del mismo modo, tras una toma de antibióticos es importante fomentar un reequilibrio saludable de nuestra microbiota y evitar la colonización por especies menos saludables.
En ocasiones la flora está ya alterada y tenemos síntomas de disbiosis intestinal como flatulencia, lengua blanca, estreñimiento, irritaciones cutáneas, reacciones alérgicas, cansancio, dolores articulares, etc. En estos casos se recomienda la valoración por un médico que sepa valorar estos trastornos y, en caso de necesitarlo, realizar un estudio para valorar una disbiosis y proponer un tratamiento.
Siempre es recomendable que los suplementos sean de calidad y que nos aseguremos de que hay una gran cantidad de microorganismos de especies variadas (funciona mejor que los suplementos con una sola especie bacteriana).
Tan importante como elegir un buen pre-/probiótico es tomarlo en la pauta correcta y con la duración adecuada, que dependerá de cada caso en concreto.
En Neolife apostamos por la prescripción avanzada de suplementos, con dosis personalizadas a la particularidad de cada caso, potentes para que sean realmente efectivas y consigamos los efectos buscados y con un seguimiento de los efectos en el organismo de cada paciente en concreto.
Estamos descubriendo que el estado de nuestra microbiota tiene cada vez más relevancia en nuestro estado de salud actual y en la forma en que envejeceremos en los próximos años. ¿Te animas a cuidar tu flora.
BIBLIOGRAFÍA
(1) John G, Wang L, Nanavati J, Twose C, Singh R, Mullin G. Dietary Alteration of the Gut Microbiome and Its Impact on Weight and Fat Mass: A Systematic Review and Meta-Analysis. Genes. 2018 Mar;9(3):167–19.
(2) Singh RK, Chang H-W, Yan D, Lee KM, Ucmak D, Wong K, et al. Influence of diet on the gut microbiome and implications for human health. J Transl Med. 4 ed. 2017 Apr 8;15(1):73.
(3) Calvani R, Picca A, Monaco Lo MR, Landi F, Bernabei R, Marzetti E. Of Microbes and Minds: A Narrative Review on the Second Brain Aging. Front Med. 2018 Mar 2;5:321–11. Image in open Access (PubMed Central) – https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5840854/figure/F2/
(4) Kasselman LJ, Vernice NA, DeLeon J, Reiss AB. The gut microbiome and elevated cardiovascular risk in obesity and autoimmunity. Atherosclerosis. Elsevier Ltd; 2018 Apr 1;271:203–13.
(5) Candela M, Biagi E, Brigidi P, O’Toole PW, De Vos WM. Maintenance of a healthy trajectory of the intestinal microbiome during aging: A dietary approach. Mechanisms of Ageing and Development. Elsevier Ireland Ltd; 2013 Dec 30;136-137:1–6.
(6) Kundu P, Blacher E, Elinav E, Pettersson S. Our Gut Microbiome: The Evolving Inner Self. Cell. Elsevier Inc; 2017 Dec 14;171(7):1481–93.
(7) Imagen en acceso abierto, cortesía de Rocky Mountain Laboratories, NIAID, NIH. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:EscherichiaColi_NIAID.jpg#/media/File:EscherichiaColi_NIAID.jpg