Existe una clara relación entre la progresión de la diabetes y la aparición de enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer o la demencia senil
El tipo más frecuente de diabetes, tipo 2, constituye el final de un proceso de desgaste por el cual el páncreas se va agotando en su función hasta claudicar y no ser capaz de cumplir su función en el metabolismo de los hidratos de carbono. Cuando esto ocurre aumenta la cantidad de azúcar en la sangre, y ello conlleva una cascada de efectos deletéreos sobre la pared endotelial de la arteria o el capilar que va a llevar a una obstrucción parcial o total del mismo.
Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife
Lo más frecuente es que la diabetes se desarrolle de manera silenciosa
Según cifras de la OMS en el año 2020 la diabetes constituirá una de las peores pandemias mundiales, afectando a entre 200 y 300 millones de personas en todo el mundo. El tipo más frecuente, la diabetes tipo 2, constituye el final de un proceso de desgaste por el cual el páncreas se va agotando en su función hasta claudicar y no ser capaz de cumplir su función en el metabolismo de los hidratos de carbono. Cuando esto ocurre aumenta la cantidad de azúcar en la sangre, y ello conlleva una cascada de efectos deletéreos sobre la pared endotelial de la arteria o el capilar que va a llevar a una obstrucción parcial o total del mismo. Este proceso ocurre a todo lo largo del entramado vascular del paciente, por lo que la sintomatología clínica con la que se va a manifestar es de lo más variada. Pero es que además, la propia resistencia a la insulina colabora con el progreso de dicho deterioro neurocognitivo. Aun así, lo más frecuente es que la diabetes se desarrolle de manera silenciosa y que su primera manifestación sea en forma de un evento vascular mayor, ictus o infarto de miocardio. Por otro lado, si el paciente presenta episodios de hipoglucemia con mayor frecuencia de lo habitual también se ha demostrado que está expuesto a un mayor riesgo de sufrir un rápido deterioro neurocognitivo. (1)
Actualmente, hay un torrente continuo de evidencia científica, cada vez de mayor evidencia, acerca de la relación entre el deterioro cognitivo y la presencia de una alteración del metabolismo de los hidratos de carbono a cualquier nivel. Estudios como el de Simo R (2) ya hablan de la diabetes como un “acelerador” de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. Pero no solo eso, la acumulación de restos glicados, junto con la inflamación y el mal uso de la insulina que se da en estos pacientes incrementan el riesgo para la aparición de una demencia senil. (3)
El pasado mes de Enero, la revista Diabetología, de la Asociación Europea para la Diabetes, publicó el primer artículo que relaciona directamente los niveles del principal parámetro diagnóstico de la diabetes, la HbA1c (hemoglobina glicosilada), con los niveles de deterioro cognitivo que va a sufrir un paciente en los próximos años.
El estudio se llevó a cabo en el Reino Unido, con más de 500 pacientes a los que se siguió durante alrededor de 10 años con un mínimo de 3 evaluaciones de sus procesos cognitivos en ese periodo de tiempo. Si bien es cierto que se usó un criterio laxo para el diagnóstico de diabetes (HbA1c mayor de 6.5%) el diseño y el hecho de evaluar al menos en 3 ocasiones en un periodo de 10 años hace de este artículo una magnífica ventana hacia la evolución de estos pacientes. (4)
Pero más curiosa resulta la asociación que describe que en estos pacientes diabéticos que van a desarrollar alteraciones neurológicas, e incluso psiquiátricas como la depresión, uno de los síntomas que aparece de manera más precoz es la pérdida del olfato, total o parcial. (5)
Esto tiene su explicación si nos fijamos en una estructura más macroscópica, más visible, y que es también una de las responsables de la afectación del rendimiento cognitivo por parte de la diabetes, el hipocampo. El hipocampo es una estructura cortical situada en el lóbulo temporal que en nuestros primeros estadios evolutivos se encargaba de funciones olfatorias, pero que con el desarrollo del cerebro humano fue adquiriendo imprescindibles funciones que atañen a la memoria espacial. En enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, mediante estudios electrofisiológicos, se ha demostrado que es uno de las primeras regiones cerebrales afectadas.
Sin embargo, esta comorbilidad de la diabetes como acelerador de las enfermedades neurodegenerativas está clínicamente infraestimada e infradiagnosticada. Por ello, es interesante conocer qué biomarcadores nos pueden orientar en su búsqueda. Existen unos biomarcadores séricos como la resistencia a la insulina, la hemoglobina glicosilada, marcadores de inflamación, la proteína Tau, o adipokinas que pueden cumplir esa función de “avisadores” de la evolución neurológica de la enfermedad. Además, pruebas de neuroimagen funcionales pueden ser útiles para detectar afectaciones iniciales de la memoria y la cognición. Por último, sería necesario conocer la genética del paciente, pero este campo es el menos desarrollado y aún no aporta evidencia consistente para servir en el diagnóstico y prevención de los pacientes. (6)
Según una reciente publicación de Diciembre de 2017, la diabetes produce de manera selectiva una atrofia del hipocampo situado en el lóbulo temporal derecho y esto afectaba a los pacientes en cuanto a sus funciones de memoria, ejecución de órdenes simples y fluencia semántica en su discurso. (7)
En resumen, existe una clara relación entre la progresión de la diabetes y la aparición de enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer o la demencia senil. Esta relación tiene, incluso, una caracterización anatómica, con la atrofia hipocampal derecha que justifica a nivel clínico los síntomas que se describen en estos pacientes. Por tanto, como conclusión, prevenir la evolución de la diabetes, en todos sus estadios, ayudará a enlentecer el desarrollo del deterioro cognitivo asociado a la vejez, pero también a la propia fisiopatología de la enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Shukla V et al. Recurrent hypoglycemia exacerbates cerebral ischemic damage in diabetic rats via enhanced post-ischemic mitochondrial dysfunction. Trans Stroke Res. 2018 Mar 22.
(2) SIMO R Ciudin A, Simo-Servat O, Hernandez C (2017) Cognitive impairment and dementia: a new emerging complication of type 2 diabetes—the diabetologist’s perspective. Acta Diabetol 54:417–424
(3) Koekkoek PS et al. Undiagnosed cognitive impairment, health status and depressive symptoms in patients with type 2 diabetes. J Diabetes Complications. 2015 Nov-Dec;29(8):1217-22
(4) Schernthaner G et al. Diabetes in the older patient: heterogeneity requires individualization of therapeutic strategies. Diabetologia. 2018 Feb.
(5) Zhang Z et al. Altered odor-induced brain activity as an early manifestation of cognitive decline in patients with Type 2 Diabetes. Diabetes. 2018 Mar.
(6) Zhao X et al. Biomarkers for cognitive decline in patients with diabetes mellitus: evidence from clinical studies. Oncotarget. 2017 Dec 14;9(7):7710-7726.
(7) Milne et al. Hippocampal atrophy, asymmetry, and cognition in type 2 diabetes mellitus. Brain Behav. 2017 Dec;8(1):e00741