Las mujeres con afectaciones autoinmunes que alcanzan la menopausia presentan un aumento en los síntomas de su enfermedad. Los dolores articulares, la astenia (cansancio) y, en definitiva, su calidad de vida empeoran.
Según un estudio realizado recientemente y publicado en la revista Reumatology, aquellas mujeres que presentan una menopausia precoz tiene una mayor probabilidad de desarrollar una de las enfermedades autoinmunes más comunes, la artritis reumatoide.
Dr. Moisés De Vicente – Equipo Médico Neolife
Nuestra propia inmunidad detecta como extraños a elementos de nuestro cuerpo, y los ataca tal y como haría con un agresor externo
Nuestro cuerpo está formado por múltiples y diferentes sistemas que se relacionan entre sí y nos permiten realizar numerosas funciones con un único objetivo, la supervivencia.
De entre los diferentes sistemas que poseemos, el sistema inmunitario es uno de los más complejos y necesarios. Tiene varias funciones, todas ellas fundamentales para que nuestro organismo funcione como un reloj. Desde asegurarse de que nuestras células no se transforman en células tumorales, tal y como explicamos en nuestro blog de mayo de este año con el título “Cáncer, la palabra más temida por los pacientes”, hasta defendernos de cualquier agresión externa, ya sean bacterias, virus o parásitos. Para hacernos una idea, este sistema es la policía de nuestro cuerpo. Se asegura que no entre nadie extraño, y también que los residentes se comporten de forma adecuada.
Este complejo sistema no está exento de fallos, nadie es perfecto. En algunas ocasiones, puede ser el epicentro de una gran tormenta. En estos casos, nuestra propia inmunidad detecta como extraños a elementos de nuestro cuerpo, y los ataca tal y como haría con un agresor externo. A esta situación la denominamos autoinmunidad.
Las enfermedades autoinmunes son un grupo heterogéneo de procesos en las que nuestro organismo se ve atacado por su propio sistema inmune. Existen una gran variedad de enfermedades de este tipo, siendo las más frecuentes el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide y la esclerosis sistémica. Los órganos afectados son múltiples y distribuidos por toda nuestra anatomía. Pueden producir daño en articulaciones, en los ojos, los pulmones, el corazón, etc. Incluso, en la mayoría de las ocasiones, pueden atacar a varios órganos a la vez.
Son un grupo variopinto, en donde el proceso intrínseco de por qué se rebela nuestro sistema inmune no queda claro. Sin embargo, en muchas de ellas existe una clara propensión al sexo femenino. Son enfermedades más frecuentes en las mujeres que en los hombres. ¿Por qué ocurre esto? ¿Existe un trasfondo hormonal? Es posible, pero es muy poco probable que sea el único hecho causal. Está demostrado que existen diferentes estímulos inmunitarios que preceden a la aparición de este tipo de enfermedades, como por ejemplo infecciones virales, determinados alimentos e, incluso, hay artículos que reflejan las situaciones de estrés como desencadenantes. Por desgracia, el porqué nuestro sistema inmune se “vuelve loco” es algo que todavía se desconoce.
Sin embargo, nuestra situación hormonal sí parece que afecta a cómo de intensos son los brotes de la enfermedad o a cómo nos afecta de forma global. A modo de ejemplo, es conocido cómo la gestación en una mujer diagnosticada de lupus eritematoso sistémico puede suponer un periodo de estabilidad clínica, mientras que en el postparto existe una mayor probabilidad de presentar una exacerbación de la enfermedad (1).
Las mujeres con afectaciones autoinmunes que alcanzan la menopausia presentan un aumento en los síntomas de su enfermedad. El porqué, no está claro aún. Lo cierto es que los dolores articulares, la astenia (cansancio) y, en definitiva, su calidad de vida empeora. De hecho, comparándolas con los hombres que también presentan enfermedad autoinmune, su situación es claramente peor que la de ellos al entrar en la menopausia.
Recientemente se ha publicado un estudio en la revista Reumatology donde se compara este hallazgo, específicamente en la artritis reumatoide (2). En esta enfermedad, y al igual que en el lupus, durante la gestación se produce un periodo de “inactividad”, que posteriormente desaparece e incluso empeora con los temidos brotes en el postparto (3). Pero es que, además, se ha visto que, comparando exclusivamente a las mujeres, aquellas que presentan una menopausia precoz tiene una mayor probabilidad de desarrollar una artritis reumatoide que las que sufren una menopausia tardía (4).
En este estudio, se incluyeron mujeres que estaban diagnosticadas de artritis reumatoide antes de alcanzar la menopausia y se les realizó un seguimiento prospectivo. Los autores demostraron que las pacientes empeoraron su situación funcional tras alcanzar la situación de menopausia. Incluso, se objetivó cómo aquellas pacientes que habían tenido una mayor etapa fértil, las que habían tenido más gestaciones y las que habían utilizado terapia hormonal sustitutiva, presentaban una menor pérdida funcional y de calidad de vida.
De nuevo, este artículo pone sobre la mesa la existencia de un mecanismo hormonal que afecta, fundamentalmente, a la aparición de determinados síntomas. Es cierto que nuevos estudios, que incluyan biomarcadores específicos, deben ser realizados. Incluso estudios comparativos con hombres y su andropausia. Pero lo cierto es que no se puede negar la existencia de cierto componente hormonal que afecta, y mucho, a la situación de estas pacientes.
En Neolife, una parte de nuestro programa de prevención es la Terapia Hormonal Sustitutiva con hormonas bioidénticas. Su uso permite mejorar los síntomas asociados a la menopausia y, asimismo, evitar la aparición de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e incluso deterioro cognitivo en las mujeres. Además, en el caso de la patología autoinmune, podría ser una terapia coadyuvante para lograr una mejoría, al menos parcial, de la sintomatología asociada que presentan estas pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Grazia L, M; Dall A, F; Fredib, M. A comprehensive review of the clinical approach to pregnancy and systemic lupus erythematosus. Journal of Autoinmunity. 2016;74:106-117.
(2) Elizabeth Mollard; Sofia Pedro; Eliza Chakravarty; Megan Clowse; Rebecca Schumacher; Kaleb Michaud. The Impact of Menopause on Functional Status in Women With Rheumatoid Arthritis. Rheumatology. 2018;57(5):798-802.
(3) De Man YA; Dolhain RJ, Hazes JM. Disease activity or remission of reumathoid arthritis before, during and following pregnancy. Curr Opinion Reumatology. 2014;26:329-33.
(4) Pikwer M; Bergstrom U; Nilsson JA. Early menopause is an independent predictor of reumathoid arthritis. Annals of Reumatic Diseases. 2012;71:378-81.