Los tres puntos débiles de las dietas veganas, vegetarianas y flexitarianas pueden y deben atenderse siguiendo las pautas de consumo que marcan los profesionales médicos y de la nutrición
Nuestro entorno natural se modifica, se transforma nuestra realidad social y los cambios impactan en nuestra vida diaria. En un mundo cada vez más globalizado, respetuoso con los animales y en el que la protección del medio ambiente es un valor en alza, se incrementa el interés por la alimentación asociada al consumo de producto vegetal.
Bajo este epígrafe encontraríamos a personas veganas, vegetarianas y flexitarianas. Mientras que las primeras (276.000 en la actualidad en España, según un informe de Latern) se abstienen de ingerir cualquier alimento de origen animal, los segundos, despendiendo del caso, consumen huevos, productos lácteos y, sobre todo los flexitarianos, pescado.