Hallmarks of aging

Estrategias Antiaging: nutrición y ejercicio para prevenir el cáncer


Cómo la alimentación y la actividad física pueden modificar los mecanismos biológicos del envejecimiento y la oncogénesis

El envejecimiento y el cáncer comparten diversos mecanismos biológicos, conocidos como Hallmarks, que influyen en la progresión de ambos procesos. En esta Newsletter, exploramos cómo la nutrición y el ejercicio físico pueden actuar como poderosas intervenciones para modular estos hallmarks, promoviendo una vida más larga y saludable y reduciendo el riesgo de desarrollar cáncer.

David Baeza – Unidad de Nutrición Neolife


Descubre cómo adoptar una dieta equilibrada y unas pautas de ejercicio regular puede ser tu mejor estrategia para un envejecimiento saludable y la prevención del cáncer.

Los Hallmarks del envejecimiento son procesos biológicos fundamentales que contribuyen al deterioro funcional y a la disminución de la capacidad de regeneración de los tejidos y órganos con el tiempo. Identificados inicialmente en un marco de nueve características, estos Hallmarks han sido ampliados a catorce para incluir nuevas áreas de investigación que proporcionan una visión más completa de cómo envejecemos a nivel celular y molecular. Cada Hallmark representa un área crítica en la que los cambios biológicos impulsan el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer.

Si deseas profundizar más sobre este tema, te recomiendo el artículo del Dr. Galán sobre los nuevos Hallmarks del envejecimiento: 5 Nuevos Hallmarks of Aging

El envejecimiento y el cáncer son dos procesos biológicos que, aunque distintos en su naturaleza, comparten múltiples mecanismos subyacentes. El envejecimiento se caracteriza por un deterioro progresivo de las funciones celulares y tisulares, mientras que el cáncer se define por el crecimiento descontrolado de células mal diferenciadas o malignas.

Analizaremos en detalle cómo la nutrición y el ejercicio físico pueden influir positivamente en los Hallmarks compartidos del envejecimiento y el cáncer, ofreciendo estrategias prácticas para mejor la salud y prevenir enfermedades.

Hallmarks

Hallmarks: sus implicaciones en la salud y cómo interviene sobre éstos la nutrición antiaging y el ejercicio físico.

1. Estrategias para mitigar la inestabilidad genómica a través de nutrición y ejercicio

La inestabilidad genómica, caracterizada por la acumulación de daños en el ADN y la disminución de la capacidad de reparación del mismo, es una de las principales características del envejecimiento y un factor clave en el desarrollo del cáncer. Este proceso conduce a mutaciones que alteran la función celular y contribuyen al deterioro tisular. Además, las mutaciones genéticas son un sello distintivo del cáncer, ya que facilitan la acumulación de mutaciones oncogénicas que impulsan la transformación maligna de las células. Por lo tanto, la inestabilidad genómica en el envejecimiento puede aumentar el riesgo de transformación celular, proporcionando un reservorio de mutaciones que pueden ser explotadas por las células cancerosas.

  • Nutrición y antioxidantes

Una estrategia clave para mitigar la inestabilidad genómica es el consumo de una dieta rica en antioxidantes. Los antioxidantes son moléculas que neutralizan las especies reactivas de oxígeno (ROS), que son subproductos del metabolismo celular y pueden causar daños significativos en el ADN. Aquí se detallan algunos componentes esenciales:

    • Frutas y verduras: alimentos como bayas, espinacas, zanahorias y cítricos son ricos en antioxidantes naturales.
    • Vitaminas: la vitamina C y la vitamina E son potentes antioxidantes que protegen contra el daño genético. La vitamina C, presente en frutas como las naranjas y los kiwis, actúa como un eliminador de ROS. La vitamina E, encontrada en nueces y semillas, protege las membranas celulares del daño oxidativo.
    • Polifenoles: estos compuestos, presentes en alimentos como el té verde, las uvas y el chocolate oscuro, tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a proteger el ADN.
    • Minerales: el selenio y el zinc son cruciales para la función de las enzimas de reparación del ADN. El selenio se encuentra en nueces de Brasil y mariscos, mientras que el zinc está presente en carnes, frijoles y nueces.
  • Ejercicio físico y reparación del ADN

El ejercicio regular es otra estrategia efectiva para mejorar la integridad genómica. Los beneficios del ejercicio en este contexto incluyen:

    • Aumento de la capacidad antioxidante: el ejercicio físico estimula la producción de enzimas antioxidantes endógenas, como la superóxido dismutasa (SOD) y la catalasa, que neutralizan los ROS y reducen el daño oxidativo al ADN.
    • Inducción de genes de reparación del ADN: el ejercicio puede activar la expresión de genes implicados en la reparación del ADN, como el p53 y el BRCA1. Estas proteínas son fundamentales para detectar y reparar daños en el ADN, manteniendo así la estabilidad genómica.
    • Mejora del metabolismo celular: el ejercicio mejora el metabolismo mitocondrial y la eficiencia energética, lo que reduce la producción de ROS y el daño oxidativo asociado.

 

2. Estrategias para mitigar la disfunción mitocondrial a través de nutrición y ejercicio

La disfunción mitocondrial, caracterizada por una producción aumentada de especies reactivas de oxígeno (ROS), es un proceso clave en el envejecimiento y la carcinogénesis. Los ROS causan daños oxidativos en proteínas, lípidos y ADN, contribuyendo a un entorno pro-oxidativo que favorece la aparición de mutaciones oncogénicas y podría promover la progresión del cáncer. Las células cancerosas a menudo exhiben alteraciones en el metabolismo mitocondrial, utilizando la glucólisis aeróbica (efecto Warburg) para satisfacer sus necesidades energéticas. Por lo tanto, mantener una función mitocondrial saludable es crucial para prevenir estos procesos patológicos.

  • Nutrición y mantenimiento de la función mitocondrial

Una dieta adecuada puede desempeñar un papel esencial en la mejora de la función mitocondrial y la reducción del daño oxidativo. Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Dieta mediterránea: rica en ácidos grasos monoinsaturados y polinsaturados, así como en antioxidantes, esta dieta es conocida por sus beneficios para la salud mitocondrial. Los alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos, el pescado, las frutas y las verduras ayudan a mantener la función mitocondrial y a reducir el daño oxidativo.
    • Suplementos nutricionales:
      • Coenzima Q10: este antioxidante natural, presente en carnes y pescados, es esencial para la producción de energía mitocondrial y la protección contra el daño oxidativo.
      • Nicotinamida Ribósido (NR): un precursor de NAD+, una molécula crucial para la función mitocondrial y la producción de energía. Los suplementos de NR pueden mejorar la salud mitocondrial y la longevidad celular.
      • L-Carnitina: este aminoácido, que se encuentra en carnes rojas y productos lácteos, facilita el transporte de ácidos grasos a las mitocondrias para su oxidación y producción de energía.
  • Ejercicio físico y optimización mitocondrialç

El ejercicio regular es una intervención eficaz para mejorar la función mitocondrial y el metabolismo energético. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Biogénesis mitocondrial: el ejercicio estimula la biogénesis mitocondrial, aumentando tanto el número como la eficiencia de las mitocondrias. Esto se traduce en una mayor capacidad para producir energía y una mejor función celular.
    • Optimización del metabolismo energético: el ejercicio regular mejora la eficiencia del metabolismo mitocondrial, reduciendo la producción de ROS y el daño oxidativo. Además, el ejercicio favorece la utilización de ácidos grasos como fuente de energía, lo que puede reducir la dependencia de la glucólisis aeróbica observada en las células cancerosas.
    • Mejora de la salud celular: al optimizar la función mitocondrial, el ejercicio contribuye a la salud general de las células, reduciendo el riesgo de disfunción celular y enfermedades asociadas con el envejecimiento.

 

3. Estrategias para mitigar la senescencia celular a través de nutrición y ejercicio.

La senescencia celular es un proceso en el cual las células acumulan daños y entran en un estado de detención del ciclo celular. Estas células senescentes secretan factores proinflamatorios conocidos como el fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP), que contribuyen a la inflamación crónica. Aunque la senescencia actúa inicialmente como un mecanismo supresor de tumores al detener la proliferación celular, la inflamación crónica inducida por SASP puede promover la transformación maligna de las células vecinas. La acumulación de células senescentes durante el envejecimiento puede aumentar la inflamación crónica y crear un microambiente tumoral que favorece el desarrollo del cáncer.

  • Nutrición y reducción de la senescencia celular

La nutrición juega un papel crucial en la modulación de la senescencia celular. Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Restricción calórica: se ha demostrado que la restricción calórica, que implica reducir la ingesta calórica sin malnutrición, reduce la acumulación de células senescentes y mejora la longevidad. Este enfoque puede disminuir la actividad del SASP y reducir la inflamación crónica asociada.
    • Fitoquímicos: compuestos naturales como la quercetina y la fisetina, presentes en alimentos como las manzanas, las cebollas, las fresas y los pepinos, pueden inducir la eliminación de células senescentes. Estos fitoquímicos actúan como senolíticos, ayudando a eliminar las células senescentes y reduciendo la inflamación crónica.
    • Dieta antiinflamatoria: una dieta rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fibras, presente en alimentos como el pescado, las nueces, las frutas y las verduras, puede reducir la inflamación sistémica y mitigar los efectos del SASP.
  • Ejercicio físico y optimización mitocondrial

El ejercicio regular es una estrategia efectiva para reducir la carga de células senescentes en los tejidos y promover la regeneración celular. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Reducción de la senescencia: el ejercicio regular puede disminuir el número de células senescentes en los tejidos, mejorando la capacidad de regeneración y manteniendo la función celular.
    • Modulación del SASP: el ejercicio puede modular el fenotipo secretor asociado a la senescencia, reduciendo la producción de factores proinflamatorios y, por lo tanto, disminuyendo la inflamación crónica. Esto puede ayudar a prevenir la creación de un microambiente propicio para el desarrollo del cáncer.
    • Mejora del microambiente tisular: al reducir la inflamación y promover la eliminación de células senescentes, el ejercicio mejora el microambiente tisular, lo que puede inhibir la transformación maligna de las células vecinas y reducir el riesgo de cáncer.

 

4. Estrategias para mitigar las alteraciones epigenéticas a través de nutrición y ejercicio

Los cambios epigenéticos, como la metilación del ADN y las modificaciones de histonas, regulan la expresión génica y pueden contribuir al deterioro funcional asociado con la edad. Estas alteraciones son comunes en el cáncer, donde pueden desregular genes supresores de tumores y oncogenes, facilitando la oncogénesis. Las alteraciones epigenéticas compartidas en el envejecimiento y el cáncer pueden desregular rutas cruciales para la homeostasis celular, aumentando el riesgo de transformación maligna.

  • Nutrición y modulación de las alteraciones epigenéticas

La nutrición juega un papel crucial en la modulación de las alteraciones epigenéticas. Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Ácido fólico y vitamina B12: estos nutrientes son esenciales para la metilación del ADN, un proceso epigenético crucial para la regulación génica. El ácido fólico se encuentra en vegetales de hoja verde, legumbres y cítricos, mientras que la vitamina B12 está presente en carnes, pescados y productos lácteos.
    • Polifenoles: compuestos bioactivos presentes en alimentos como el té verde, las uvas y el cacao, pueden influir en las modificaciones epigenéticas. Los polifenoles actúan como moduladores epigenéticos, promoviendo una expresión génica saludable y protegiendo contra el deterioro funcional.
    • Dieta rica en nutrientes esenciales: mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales puede ayudar a mantener las modificaciones epigenéticas necesarias para la salud celular, reduciendo el riesgo de enfermedades asociadas con el envejecimiento y el cáncer.
  • Ejercicio físico y alteraciones epigenéticas

El ejercicio regular es una intervención efectiva para inducir cambios epigenéticos beneficiosos. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Mejora de la expresión génica: el ejercicio puede inducir la expresión de genes asociados con la reparación y la regeneración celular. Esto se logra a través de cambios epigenéticos que promueven una expresión génica favorable.
    • Reversión de alteraciones epigenéticas: el ejercicio regular puede revertir algunas de las alteraciones epigenéticas asociadas con el envejecimiento y el cáncer, mejorando la función celular y reduciendo el riesgo de oncogénesis.
    • Promoción de la salud celular: al inducir cambios epigenéticos beneficiosos, el ejercicio contribuye a la salud general de las células, mejorando su capacidad de reparación y regeneración.

 

5. Estrategias para mitigar la inflamación crónica a través de nutrición y ejercicio

La inflamación crónica de bajo grado es un componente clave del envejecimiento, que contribuye al deterioro tisular y a diversas enfermedades crónicas. En el microambiente tumoral, esta inflamación promueve la proliferación, supervivencia y migración de células cancerosas. Por lo tanto, la inflamación crónica en el envejecimiento puede crear un entorno favorable para el crecimiento y la progresión del cáncer.

  • Nutrición y reducción de la inflamación crónica

La nutrición es fundamental para controlar la inflamación crónica. Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Ácidos Grasos Omega-3: estos ácidos grasos, presentes en pescados grasos como el salmón, las nueces y las semillas de lino, tienen propiedades antiinflamatorias. Los omega-3 reducen la producción de citoquinas proinflamatorias, ayudando a mitigar la inflamación crónica.
    • Frutas y verduras: ricas en antioxidantes y compuestos bioactivos, las frutas y verduras ayudan a reducir la inflamación. Los frutos rojos, los cítricos y las verduras de hoja verde son especialmente efectivos.
    • Especias anti-inflamatorias: especias como la cúrcuma y el jengibre contienen compuestos antiinflamatorios naturales como la curcumina y el gingerol, que ayudan a reducir la inflamación sistémica.
    • Fibra dietética: la fibra, presente en alimentos como los cereales integrales, las legumbres y las frutas, ayuda a mantener un microbioma intestinal saludable. Un microbioma equilibrado puede reducir la inflamación sistémica y mejorar la salud general. Evitar procesados.
  • Ejercicio físico y reducción de la inflamación crónica

El ejercicio regular es una estrategia efectiva para reducir la inflamación crónica. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Reducción de citoquinas proinflamatorias: el ejercicio disminuye la producción de citoquinas proinflamatorias, como el TNF-α y la IL-6, reduciendo la inflamación crónica en el cuerpo.
    • Mejora del microambiente tisular: al reducir la inflamación y mejorar la circulación, el ejercicio optimiza el microambiente tisular, creando condiciones menos favorables para la proliferación y migración de células cancerosas.
    • Modulación del sistema inmunológico: el ejercicio regular fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir mejor la inflamación crónica y las enfermedades relacionadas.

 

6. Estrategias para mejorar la función de las células madre a través de nutrición y ejercicio

La disminución en la capacidad de las células madre para regenerar tejidos es un factor clave en el deterioro funcional asociado con el envejecimiento. Por otro lado, las células madre cancerosas tienen la capacidad de auto-renovarse y diferenciarse, lo que contribuye a la heterogeneidad tumoral y la resistencia a las terapias. La disfunción de las células madre en el envejecimiento puede comprometer la regeneración tisular, mientras que las células madre cancerosas pueden aprovechar mecanismos similares para mantener la proliferación tumoral.

  • Nutrición y salud de las células madres

La nutrición juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud de las células madre y en la capacidad de regeneración tisular. Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Vitaminas y minerales: una dieta rica en vitaminas y minerales es esencial para la salud de las células madre. Vitaminas como la A, C, D y E, y minerales como el zinc y el magnesio, son fundamentales para la proliferación y diferenciación celular. Estos nutrientes se encuentran en frutas, verduras, nueces y semillas.
    • Alimentos que promueven la autofagia: la autofagia es un proceso de limpieza celular que ayuda a mantener la salud de las células madre. Alimentos como el té verde y el café contienen compuestos bioactivos que pueden promover la autofagia. El té verde es rico en epigalocatequina galato (EGCG), mientras que el café contiene ácido clorogénico, ambos conocidos por sus efectos beneficiosos en la salud celular.
    • Dieta equilibrada: mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales ayuda a mantener la funcionalidad de las células madre y a prevenir su agotamiento prematuro.
  • Ejercicio físico y proliferación de células madres

El ejercicio regular es una estrategia efectiva para estimular la proliferación y diferenciación de las células madre, mejorando la regeneración de los tejidos. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Estimulación de la proliferación celular: el ejercicio puede activar rutas de señalización que promueven la proliferación y diferenciación de las células madre, ayudando a mantener la regeneración tisular.
    • Mantenimiento de la reserva de células madre: el ejercicio regular ayuda a mantener la reserva de células madre, retrasando su agotamiento asociado con el envejecimiento. Esto es crucial para la reparación y regeneración continua de los tejidos.
    • Mejora de la salud general: al mejorar la circulación y reducir la inflamación, el ejercicio crea un entorno favorable para la función óptima de las células madre.

 

7. Estrategias para regular las vías de señalización de nutrientes a través de nutrición y ejercicio

Las vías de señalización que responden a la disponibilidad de nutrientes, como la vía mTOR (mammalian target of rapamycin), están alteradas en el envejecimiento, lo que contribuye a la resistencia a la insulina y otras disfunciones metabólicas. Las células cancerosas a menudo manipulan estas vías para apoyar su crecimiento y supervivencia en condiciones de estrés nutricional. La alteración en la regulación de nutrientes durante el envejecimiento puede crear un entorno metabólico que favorece la proliferación de células cancerosas. Comprender estas interrelaciones ofrece la oportunidad de desarrollar intervenciones que aborden simultáneamente el envejecimiento y el cáncer, promoviendo una vida más saludable y longeva.

  • Nutrición y regulación de las vías de señalización de nutrientes

La nutrición juega un papel crucial en la regulación de las vías de señalización de nutrientes, como mTOR y AMPK (AMP-activated protein kinase). Aquí se detallan algunos componentes importantes:

    • Dieta equilibrada: mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales ayuda a regular las vías de señalización de nutrientes, promoviendo una longevidad saludable. Una dieta que incluya una variedad de frutas, verduras, proteínas magras, y grasas saludables puede proporcionar los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo de estas vías.
    • Restricción calórica: la restricción calórica ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina y regular las vías metabólicas. Este enfoque puede reducir la actividad de mTOR, que está asociada con el envejecimiento y la proliferación celular no controlada.
    • Alimentos ricos en polifenoles: los polifenoles, presentes en alimentos como el té verde, las uvas y las bayas, pueden influir en la actividad de AMPK, promoviendo un metabolismo energético saludable y reduciendo la resistencia a la insulina.
  • Ejercicio físico y regulación de las vías de señalización de nutrientes

El ejercicio regular es una estrategia efectiva para regular las vías de señalización de nutrientes. Los beneficios del ejercicio incluyen:

    • Mejora de la sensibilidad a la insulina: el ejercicio regula las vías de señalización de nutrientes, mejorando la sensibilidad a la insulina y promoviendo el equilibrio energético. Esto es crucial para prevenir enfermedades metabólicas y reducir el riesgo de cáncer.
    • Regulación de mTOR y AMPK: el ejercicio físico modula la actividad de mTOR y AMPK, favoreciendo un equilibrio entre el anabolismo y el catabolismo celular. Esto ayuda a mantener un metabolismo saludable y previene la acumulación de daños celulares.
    • Mantenimiento del peso corporal saludable: el ejercicio ayuda a mantener un peso corporal saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades metabólicas y cáncer. La actividad física regular es fundamental para mantener la homeostasis metabólica y prevenir la disfunción celular asociada con el envejecimiento.

En Neolife, creemos que una dieta equilibrada y el ejercicio regular son esenciales para combatir el envejecimiento y reducir el riesgo de cáncer. Pequeños cambios en tu alimentación y rutina de actividad física pueden tener un gran impacto en tu salud a largo plazo. Hacer elecciones saludables hoy, mejorará tu calidad de vida y protegerá tu futuro. ¡Empieza ahora y vive una vida más plena y vigorosa con nuestro apoyo!


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