El sistema inmune es la principal barrera que presenta el cuerpo humano frente a infecciones y otras agresiones externas. Es un conjunto de células y proteínas que se encargan de detectar todos aquellos microorganismos que pueden poner en peligro la salud del ser humano.
La fórmula de Neoactives, NeoDefense Plus, es un complemento que aglutina aquellos compuestos naturales que pueden mejorar todas y cada una de las funciones del sistema inmune. El componente más importante de este suplemento es la equinácea, una de las plantas más utilizadas a nivel mundial para potenciar las defensas y la inmunidad.
Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife
NeoDefense Plus contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo.
El sistema inmune es la principal barrera que presenta el cuerpo humano frente a infecciones y otras agresiones externas. Es un conjunto de células y proteínas que se encargan de detectar todos aquellos microorganismos que pueden poner en peligro la salud del ser humano. Su respuesta no puede quedarse corta ya que no atajaría la infección, ni ser desmesurada porque se producirían problemas como las alergias. También es fundamental en la acción del sistema inmune que las “tareas de reconocimiento” sean adecuadas, ya que si no, puede cometer el error de atacar estructuras propias, como ocurre en el caso de las enfermedades autoinmunes. La fórmula de Neoactives, NeoDefense Plus, es un complemento que aglutina aquellos compuestos naturales que pueden mejorar todas y cada una de las funciones del sistema inmune.
La equinácea es una planta con usos medicinales desde hace cientos de años, sin embargo, los primeros reportes médicos documentados hablan de una acción específica sobre la fagocitosis de la bacteria que produce la tuberculosis en 1913. La equinácea estimula la acción de monocitos y células “natural killer”, las cuales suponen la primera línea del sistema defensivo del cuerpo humano frente a las infecciones. Se ha reportado efecto de la equinácea, “in vitro”, frente a infecciones por Legionella, E. coli, Pseudomona aureginosa, Staphylococo aureus,… Además de su acción estimuladora sobre el sistema inmune, la equinácea acelera la curación de las heridas debido a su capacidad de inhibición sobre la enzima hialuronidasa, y sus propiedades estimuladoras sobre el crecimiento de los fibroblastos.
El siguiente componente de la fórmula es el reishi. El llamado “champiñón de la inmortalidad” no es otro que el Ganoderma, usado durante miles de años en la medicina tradicional china en el tratamiento de la longevidad, el cáncer, la hipertensión y los problemas hepáticos. Sus propiedades anticáncer aparecen asociadas a quimio y radioterapia o en consumo por separado, y existen revisiones que le conceden actividad frente al cáncer invasivo de mama y al de próstata. Ganoderma carece de efectos secundarios y actúa en el sistema inmune modulando la respuesta del mismo, activando y dirigiendo a las células citolíticas. En el cáncer, inhibe la angiogénesis y frena la naturaleza metastásica de las células cancerígenas, retrasando el periodo de aparición de metástasis a distancia (2).
Otro componente es el shitake o lentina edodes. Es un champiñón que lleva decenas de años en investigación por sus numerosas propiedades, entre las que destacan propiedades anticáncer, deteniendo la proliferación de las células tumorales. También se ha utilizado clásicamente como un remedio para los resfriados, y existe una subespecialidad, la L. polychrous que se utiliza en casos de envenenamiento por picadura de serpiente o de escorpión. El shitake estimula la resistencia del organismo a padecer infecciones por bacterias, hongos o virus, modulando la respuesta inflamatoria no específica, la dilatación vascular local, y la producción de linfocitos “helper” y citotóxicos.
El componente grifola frondosa mejora los mecanismos de señalización celular que permiten a las defensas reconocer y eliminar a agentes patógenos. Esta función es especialmente relevante en el inmunoreconocimiento de las células tumorales, colaborando en su reconocimiento y eliminación (2).
El último componente es el agaricus blazei o “champiñón de sol”. Es la forma de champiñón más cultivada en todo el mundo y es originaria de Brasil. Es una fuente natural de antioxidantes y es una potente molécula hepatoprotectora, por lo que elimina muchos radicales libres y puede ayudar en el equilibrio del estrés oxidativo. En algunos tumores, como en el caso del tumor de próstata, inhibe la proliferación celular.
Tanto la equinácea como los hongos combinan muy bien con la vitamina C, un nutriente que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Mehdi SR et al. Echinacea plants as antioxidant and antibacterial agents: From traditional medicine to biotechnological applications. Phytotherapy Research. 2018;1-11.
(2) Valverde ME.Edible mushrooms: Improving human health and promoting quality life. Int Jour of Microbiology. 2015.