Testosterona

Testosterona: mucho más allá que una simple frivolidad


El impacto de la testosterona en el ánimo y la salud mental también es significativo.

Los hombres con niveles bajos de testosterona a menudo experimentan síntomas como fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y depresión. Niveles bajos de testosterona son también un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares, incluida la aterosclerosis.

Dr. Alfonso Galán – Equipo Médico Neolife


Los niveles de testosterona alcanzan su pico generalmente entre los 20 y los 30 años. A partir de los 30-35 años, los niveles comienzan a disminuir de manera progresiva, a un ritmo aproximado del 1% anual. Este declive gradual, conocido como hipogonadismo tardío o “andropausia”, puede ser acelerado por diversos factores.

La testosterona (T) es una hormona esencial en el cuerpo masculino, desempeñando un papel fundamental no solo en el desarrollo de características sexuales secundarias, sino también en una amplia gama de funciones que afectan la salud física y mental.

Aunque frecuentemente se asocia con la juventud y el vigor y se ha frivolizado que su uso sólo va a mejorar nuestra vida sexual y ponernos “cachas”, mantener niveles saludables de testosterona libre en hombres mayores puede tener beneficios profundos y duraderos para la salud general y la calidad de vida. En estas próximas líneas queremos explicarles cómo la testosterona influye en aspectos como la salud cardiovascular, el ánimo, la composición corporal y más, así como los factores que contribuyen a la disminución de su producción con la edad.

Testosterona

El descenso de la testosterona con la edad

Los niveles de testosterona alcanzan su pico generalmente entre los 20 y los 30 años. A partir de los 30-35 años, los niveles comienzan a disminuir de manera progresiva, a un ritmo aproximado del 1% anual. Este declive gradual, conocido como hipogonadismo tardío o “andropausia”, puede ser acelerado por factores como el estrés crónico, la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol, la mala alimentación y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.

La testosterona circula en la sangre en tres formas principales: unida a proteínas como la globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG), unida a albúmina -la proteína más abundante que tenemos- de forma más laxa, y libre. Es esta última, la testosterona libre, la que está biológicamente activa y disponible para los tejidos del cuerpo y es el dato principal que debemos mirar en los controles analíticos para determinar el verdadero estado de nuestros pacientes masculinos. Con la edad, no solo disminuyen los niveles totales de testosterona, sino que también aumenta la SHBG, lo que reduce aún más la fracción libre, mientras que la unión más débil con la albúmina contribuye parcialmente a esta reducción de testosterona disponible.

Factores que afectan la producción de testosterona con la edad

Además del envejecimiento natural, varios factores pueden contribuir a la disminución de la producción de testosterona:

  1. Estrés crónico: el estrés sostenido eleva los niveles de cortisol, una hormona que inhibe la producción de testosterona en los testículos.
  2. Obesidad: la grasa corporal, especialmente la abdominal, convierte la testosterona en estrógeno mediante la acción de la enzima aromatasa, reduciendo los niveles disponibles de testosterona libre.
  3. Sedentarismo: la falta de actividad física disminuye la estimulación de la síntesis de testosterona. El ejercicio, en particular el entrenamiento de fuerza, es un potente estimulador de la producción de esta hormona.
  4. Deficiencia de nutrientes: minerales como el zinc y el magnesio, así como la vitamina D, son esenciales para la síntesis de testosterona. La deficiencia de estos nutrientes puede limitar la producción hormonal.
  5. Mala calidad del sueño: la testosterona se produce principalmente durante el sueño profundo. La falta de descanso adecuado puede reducir significativamente sus niveles.
  6. Consumo de alcohol y tabaco: Ambos afectan negativamente la función testicular y la producción de testosterona.

Aquí tiene unas claves importantes para optimizar su producción de testosterona: controlar estrés, hacer ejercicio de fuerza, alimentarse mejor, descansar bien, no fumar y limitar alcohol. No es casualidad que la ausencia de estos buenos hábitos se relacione con un peor envejecimiento, su influencia sobre los niveles de testosterona es otro más de los mecanismos por los que unos malos hábitos son tan deletéreos para su salud.

Beneficios cardiovasculares de mantener niveles óptimos de testosterona

La relación entre la testosterona y la salud cardiovascular ha sido objeto de extensas investigaciones. Durante muchos años, se creyó, de forma errónea, que niveles elevados de testosterona podían aumentar el riesgo cardiovascular. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que, en realidad, niveles bajos de testosterona son un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares, incluida la aterosclerosis. Entre estos estudios destacan:

  1. Un metaanálisis publicado en la revista “The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism” (2011) que asocia niveles bajos de testosterona con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular.
  2. Un estudio longitudinal realizado por Vikan et al. (2009) que muestra la relación inversa entre testosterona libre y el desarrollo de aterosclerosis subclínica.
  3. Una investigación de Shores et al. (2006), publicada en “Archives of Internal Medicine”, que evidencia que la terapia de reemplazo de testosterona puede reducir la mortalidad en hombres con deficiencia de testosterona.
  4. Un estudio más reciente, el Ensayo de Testosterona (“Testosterone Trials”), publicado en el “New England Journal of Medicine” (2016), que incluyó a más de 700 hombres mayores con niveles bajos de testosterona y demostró mejoras significativas en la densidad ósea, la anemia y la función sexual, sin un aumento en eventos cardiovasculares.
  5. Una investigación publicada en 2023 en “The Journal of the American College of Cardiology” que incluyó una amplia cohorte y demostró que la terapia de reemplazo de testosterona en hombres con hipogonadismo se asocia con una reducción significativa en eventos cardiovasculares mayores, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, lo que refuerza la seguridad y los beneficios cardiovasculares de esta intervención en poblaciones seleccionadas.

La testosterona contribuye a la salud cardiovascular al promover la vasodilatación, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación. Además, ayuda a regular los niveles de colesterol, disminuyendo el LDL (“colesterol malo”) y aumentando el HDL (“colesterol bueno”). Cuando los niveles de testosterona son bajos, se incrementa el riesgo de acumulación de placa en las arterias, lo que llamamos aterosclerosis, lo que puede llevar a infartos de miocardio e Ictus.

Además, se ha observado que la terapia de reemplazo de testosterona (TRT, por sus siglas en inglés) en hombres con deficiencia de esta hormona puede mejorar significativamente la función endotelial, reduciendo la rigidez arterial y mejorando los indicadores de salud cardiovascular. Esto sugiere que mantener niveles óptimos de testosterona no solo es beneficioso, sino también crucial para prevenir enfermedades cardiovasculares en hombres mayores.

Testosterona y bienestar emocional y sexual

El impacto de la testosterona en el ánimo y la salud mental también es significativo. Los hombres con niveles bajos de testosterona a menudo experimentan síntomas como fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y depresión. Esto se debe en parte a que la testosterona influye en la producción de neurotransmisores clave, como la serotonina y la dopamina, que regulan el ánimo y la sensación de bienestar.

Varios estudios han demostrado que la terapia de reemplazo de testosterona puede mejorar significativamente los síntomas de depresión en hombres con hipogonadismo.

Por ejemplo, un estudio publicado en “The Aging Male” (2020) evaluó a 200 hombres tratados con TRT y encontró mejoras significativas en los niveles de depresión y ansiedad, además de un aumento general en la calidad de vida (QoL). Asimismo, un ensayo controlado aleatorizado publicado en “The Journal of Clinical Psychiatry” (2019) indicó que los hombres con hipogonadismo tratados con terapia de reemplazo de testosterona mostraron una mayor mejora en las escalas de ánimo y bienestar general en comparación con el grupo placebo. Además, los niveles adecuados de testosterona se asocian con una mayor confianza, motivación y resistencia al estrés. Este efecto positivo en el ánimo no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede tener un impacto directo en la productividad, las relaciones interpersonales y, como vemos en consulta cada día, en la capacidad de nuestros pacientes de hacer cambios en sus hábitos al sentirse más motivados y con mayor empuje y voluntad.

La testosterona juega un papel crucial también, por supuesto, en la función sexual, el deseo y la erección. Esto está muy lejos de ser algo frívolo, pues una vida sexual satisfactoria añade años a nuestra vida y vida a nuestros años. La testosterona aumenta el deseo sexual al influir en áreas del cerebro relacionadas con la excitación, favorece la elasticidad de los tejidos -lo que mejora tanto el rendimiento sexual como el aspecto general de los genitales- y la circulación sanguínea hacia los genitales, lo que mejora la calidad de las erecciones. Además, contribuye a la salud del tejido eréctil, optimizando su respuesta ante estímulos. Un nivel adecuado de testosterona también mejora el aspecto del pene en estado flácido, promoviendo una mejor vascularización y haciendo que el pene se vea más lleno y con mejor forma.

Testosterona, músculo y grasa

La testosterona es fundamental para el mantenimiento de la masa muscular y la regulación de la grasa corporal. Actúa estimulando la síntesis de proteínas en los músculos, lo que favorece su crecimiento y recuperación. Al mismo tiempo, ayuda a movilizar las reservas de grasa al aumentar la sensibilidad a la insulina y mejorar el metabolismo lipídico.

A medida que los niveles de testosterona disminuyen, los hombres tienden a perder músculo y ganar grasa, especialmente en la región abdominal. Este cambio en la composición corporal no solo afecta la apariencia física, sino que también incrementa el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2. Estudios han mostrado que la terapia de reemplazo de testosterona puede revertir estos efectos, promoviendo la pérdida de grasa y la ganancia de músculo, incluso en hombres mayores.

Conclusión

Mantener niveles saludables de testosterona libre en hombres mayores no es una frivolidad ni un lujo; es una necesidad para garantizar una vida larga, saludable y plena.

Desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta la mejora del ánimo, la composición corporal y la calidad de vida en general, la testosterona desempeña un papel integral en el bienestar masculino.

Con una combinación de estilo de vida saludable, ejercicio regular, dieta equilibrada y, cuando sea necesario, intervenciones médicas como la TRT, es posible mantener niveles óptimos de esta hormona incluso en la vejez. Al priorizar la salud hormonal, no solo se pueden prevenir muchas de las dolencias asociadas con el envejecimiento, sino también disfrutar de una vida más activa y satisfactoria.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Ohlsson, C., et al. (2011). Low testosterone levels are associated with increased mortality in men: a meta-analysis. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 96(10), 3007-3019.

(2) Vikan, T., et al. (2009). Serum levels of testosterone and carotid atherosclerosis progression in men with and without cardiovascular disease. The 5th Tromsø Study, European Journal of Preventive Cardiology.

(3) Shores, M. M., et al. (2006). Testosterone treatment and mortality in men with low testosterone levels. Archives of Internal Medicine, 166(15), 1660-1665.

(4) Snyder, P. J., et al. (2016). Effects of Testosterone Treatment in Older Men. New England Journal of Medicine, 374(7), 611-624.

(5) Alexander, G. C., et al. (2023). Association Between Testosterone Replacement Therapy and Major Adverse Cardiovascular Events: A Large Cohort Study. The Journal of the American College of Cardiology, 81(1), 1-15.

(6) Zitzmann, M., et al. (2020). Effects of testosterone therapy on symptoms of depression in hypogonadal men: A longitudinal study. The Aging Male, 23(1), 1-7.

(7) McIntyre, R. S., et al. (2019). Testosterone augmentation in major depressive disorder: A randomized, double-blind, placebo-controlled trial. The Journal of Clinical Psychiatry, 80(5), e1-e8.