El ejercicio es clave tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer, puesto que mejora la calidad y la esperanza de vida de los pacientes.
Los beneficios del ejercicio frente al cáncer son innumerables: ayuda a prevenirlo, aminora los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, disminuye la recidiva del cáncer, mejora la energía vital la movilidad y el equilibrio y disminuye la fatiga, mantiene la masa muscular, mejora la autoestima y la calidad de sueño, disminuye el nivel de ansiedad, depresión y estrés…
Dirección médica de Neolife
Numerosos estudios científicos han demostrado múltiples beneficios del ejercicio tanto en la prevención del cáncer, como el mejor pronóstico en caso de desarrollarlo.
Ya nadie duda de la importancia de la actividad física, el ejercicio y el deporte en la salud global, en la prevención e incluso en el tratamiento de numerosas enfermedades. Entre estas enfermedades está el cáncer. Son más de 10.000 las publicaciones científicas que han estudiado las vinculaciones entre el ejercicio y el cáncer y casi todas ellas con resultados positivos en cuanto a la prevención de numerosos tipos de tumores, la disminución de la recurrencia del cáncer y el mejor pronóstico de éste si se hace ejercicio.
Está científicamente demostrado que el ejercicio físico correctamente prescrito puede realizarse sin riesgo durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia y después de ellos. Ahora bien, es preciso ajustar su intensidad, duración, frecuencia semanal y tipo de ejercicio al estado general del paciente. El ejercicio físico va a mejorar la calidad de vida, la fatiga y el estado de ánimo del paciente oncológico en tratamiento. Además mejorará el pronóstico de la enfermedad, su calidad de vida futura y su esperanza de vida final.
En resumen, el ejercicio físico tiene los siguientes beneficios en relación al cáncer:
- Disminuye el riesgo de padecer cáncer.
- Aminora los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, como las náuseas, el estreñimiento, la fatiga, la disminución de la libido o el riesgo de tromboembolismo.
- Disminuye la recidiva del cáncer.
- Aumenta la calidad y esperanza de vida.
- Mejora la energía vital y disminuye la fatiga.
- Mejora la movilidad y el equilibrio en general.
- Mantiene la masa muscular y la capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana.
- Mantiene la densidad mineral de los huesos.
- Mejora la autoestima.
- Disminuye el nivel de dependencia de terceras personas.
- Mejora las relaciones sociales.
- Mejora la calidad de sueño.
- Disminuye el nivel de ansiedad, depresión y estrés.
- Ayuda a controlar el peso.
¿Cuándo se puede retomar o empezar a hacer ejercicio?
La clave está en que el ejercicio no suponga un riesgo, es decir, cuando el cirujano lo permita en el caso de que haya habido cirugía y/o cuando el oncólogo considere que el estado general del paciente en relación con la quimioterapia y/o radioterapia es adecuado.
Esto será, en el caso de la cirugía, cuando se haya sobrepasado el postoperatorio (retirada de drenajes, cicatrización de heridas quirúrgicas, hábito postural y movilidad articular normal); en el caso de de quimioterapia, cuando los síntomas digestivos lo permitan; y en el caso de la radioterapia cuando las posibles heridas y debilidad de los tejidos no sean un peligro.
Además es preciso empezar poco a poco, progresivamente, sin llegar a las intensidades de fatiga cardiovascular o muscular. El dolor es un signo de alarma que avisa de un posible problema, por lo que debe tenerse muy en cuenta. La recuperación entre dos sesiones de ejercicio físico es my importante: no se debe forzar al organismo, de modo que si un día se siente excesiva fatiga, no es preciso hacer la sesión de ejercicio.
¿Con qué profesional se debe empezar a hacer ejercicio?
Todo depende de si ya se hacía ejercicio y se estaba en forma antes del diagnóstico del cáncer, del tipo de cáncer y del tipo de tratamiento. Si la afectación del estado general por el propio cáncer o la cirugía-quimio-radioterapia es elevada y la condición física es pobre, la intervención del fisioterapeuta inicialmente puede ser la adecuada. Si la condición física previa al cáncer es buena y la afectación por el cáncer o su tratamiento no es muy limitante, el licenciado en ciencias de la actividad física con conocimientos en patología puede ser el profesional adecuado. Si la persona que padece el cáncer está en buena forma física y tiene conocimientos sobre el entrenamiento lo podría hacer por su propia cuenta. De cualquier manera la recomendación general es dejarse asesorar por un profesional del ejercicio y la salud.
¿Puedo hacer ejercicio durante la quimioterapia y radioterapia?
En principio no hay problema, pero igualmente dependerá del estado de forma física antes del diagnóstico del cáncer, del tipo de cáncer y del tipo de tratamiento. El ejercicio es bueno para mitigar los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia y mejorar la calidad de vida, el estado de ánimo, la energía, la autoestima y la eficacia del tratamiento del cáncer. Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunos aspectos:
- En el caso de la quimioterapia es habitual una afectación de las mucosas de la boca y tubo digestivo, piel, pelo, uñas y médula ósea, todos ellos tejidos de una regeneración rápida y constante. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer ejercicio, ya que puede haber anemia y fatiga, leucopenia y predisposición a las infecciones, facilidad de dañar la piel y formar hematomas. Por tanto habrá que evitar ejercicios con riesgo de golpes o caídas, lugares de higiene deficiente o riesgo de infección por estar muy concurridos, zonas de agua… Además, la quimioterapia puede ser cardiotóxica y repercutir seriamente sobre la capacidad cardiovascular. Algunos quimioterápicos pueden producir arritmias, por lo que quizás sea recomendable no hacer ejercicio el día de la sesión de quimioterapia y uno o dos días posteriores.
- En el caso de la radioterapia puede haber un daño de la piel y otros tejidos blandos como músculos, tendones y ligamentos próximos a la zona tratada. Esto puede predisponer a lesiones e infecciones de estos tejidos producidos durante la sesión de ejercicio. Al igual que la quimioterapia, podría haber afectación del corazón y una repercusión sobre la capacidad cardiovascular.
- En el caso de que hubiera metástasis óseas debe tenerse en cuenta el riesgo de una fractura de estrés.
¿Qué tipo de ejercicios puede hacer una persona diagnosticada de cáncer?
Básicamente son tres las cualidades físicas que debemos entrenar:
- La capacidad cardiovascular o capacidad aeróbica, que se refiere al fondo o resistencia para hacer un ejercicio físico como caminar, correr, montar en bicicleta, nadar, bailar…
- La fuerza muscular, que se refiere a la capacidad de vencer una resistencia determinada como levantar un peso, empujar, traccionar…
- La flexibilidad, que se refiere a tener un rango articular o amplitud de movimiento de nuestras articulaciones lo más amplio posible.
Los ejercicios que debe hacer una persona con cáncer son los que mejoren estas tres cualidades. En realidad son los mismos que debe hacer cualquier persona, pero a una intensidad y duración inferior:
- Tipos de ejercicio aeróbicos: andar, senderismo, marcha nórdica, trotar-joging, montar en bicicleta, nadar, bailar, clases colectivas en gimnasio, máquinas de ejercicios aeróbicos en gimnasio (cinta rodante, bicicleta estática, elíptica, remo…), deportes de predominio aeróbico como el tenis, baloncesto, golf…
- Tipos de ejercicios de tonificación muscular y fuerza: máquinas de pesas, mancuernas, barras de discos y pesas rusas, bandas elásticas de resistencia, ejercicios de tonificación muscular realizados con el propio peso como los fondos, las dominadas, las sentadillas…
- Tipos de ejercicios de flexibilidad: tabla de ejercicios de estiramiento, gimnasias cuerpo-mente como el yoga, el tai-chi, o el Pilates. En realidad estas gimnasias no solamente actúan sobre la flexibilidad, también lo hacen sobre la tonificación muscular y en menor medida sobre la capacidad aeróbica.
Se debe tener en cuenta la localización del cáncer sufrido (pulmón, mama, próstata, colon…) a la hora de prescribir el tipo de ejercicio por la afectación de los músculos próximos a la cirugía o zona radiada. Por ejemplo, limitar los ejercicios del pectoral de la mama tratada o de los abdominales en caso del cáncer de colon o del suelo pélvico en el caso de la próstata. Esto es algo que deberá individualizarse en cada caso. Además, se debe realizar un calentamiento previo y una vuelta a la calma progresiva o enfriamiento después de la sesión de ejercicio.
¿Cómo mantener la constancia a la hora de hacer ejercicio?
Se dice que es más fácil cambiar de religión que de hábitos de vida y es que realmente nuestros hábitos de vida se adquieren en nuestra infancia y adolescencia y difícilmente después. Mantener la constancia en el ejercicio puede ser una tarea ardua que requiere de algunos trucos para lograrlo:
- Ten claro que el ejercicio es una prioridad, como alimentarse, dormir o ducharse.
- Procura hacer ejercicio aunque te encuentres cansado. La propia sesión te hará sentirte mejor y más vital.
- Mide tus fuerzas. No pasa nada por saltarse algún día siempre que tengas claro que lo vas a retomar.
- Busca un lugar cómodo para hacer el ejercicio. El gimnasio, el polideportivo, parque o cualquier lugar para hacer ejercicio debe estar cerca de casa o el trabajo.
- La sesión de ejercicio debe ser divertida. Procura buscar aquella actividad que más te divierta; baile, paseos por el parque, en grupo o solo…
- Cambia de actividad si no te gusta la que estás haciendo.
- Procura hacer del ejercicio una actividad social. El hacerlo con más personas mejora la adherencia, la constancia y es más agradable.
- Mejor hacer ejercicio por la mañana, se está más descansado y hay menos excusas para posponer la sesión por falta de tiempo.
BIBLIOGRAFÍA
(2) https://www.curadosdecancer.com
(3) PALS for Life
(6) Dr. Susan Love Research Foundation: Getting Strong With Exercise After Breast Cancer
(7) https://www.cancer.gov/cancertopics/factsheet/prevention/physicalactivity
(8) https://www.mayoclinic.com/health/breast-cancer-prevention/WO00091