Los pacientes obesos, independientemente de estar en forma o no, presentan un 28% más de riesgo cardiovascular que las personas en buena forma física con peso normal.
El estudio, publicado en el European Heart Journal, revela que los pacientes en buen estado de forma, los denominados habitualmente “obesos metabólicamente sanos” o “fat but fit”, no están exentos de presentar eventos cardiovasculares.
Dr. Moisés De Vicente – Equipo Médico Neolife
Un nuevo artículo desmiente parcialmente el mito de que “estar en buena forma física, aunque estés en sobrepeso, disminuye tu riesgo cardiovascular”.
En el momento actual, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad que hay en el mundo desarrollado. Es por esto que son fundamentales las iniciativas para luchar contra su aparición.
Sin duda la obesidad es una de las grandes pandemias de nuestra era y está relacionada con el riesgo cardiovascular. Debido a múltiples factores que influyen en nuestros hábitos de vida (alimentación, sedentarismo, etc.) nuestra población está “engordando” a marchas forzadas. Y, lamentablemente, esta situación afecta a los más jóvenes cada vez con mayor frecuencia.
Existe la aceptación de que, en caso de ser obeso y no poder perder peso (sea por el motivo que fuere), lo ideal es al menos estar en una buena forma física, porque esto disminuirá la posibilidad de presentar una enfermedad coronaria. Como ya comentamos en un artículo anterior en nuestro blog, existen varios estudios que avalan esto, aunque en nuestra opinión lo ideal es estar delgado y en buena forma física.
Acaba de aparecer un nuevo artículo que desmiente parcialmente el mito de que “estar en buena forma física, aunque estés en sobrepeso, disminuye tu riesgo cardiovascular” y nos viene a dar la razón. Este estudio, publicado en el European Heart Journal, revela que los pacientes en buen estado de forma, los denominados habitualmente “obesos metabólicamente sanos” o “fat but fit”, no están exentos de presentar eventos cardiovasculares.
El resultado de esta publicación confirma que los pacientes obesos, independientemente de estar en forma o no, presentan un 28% más de riesgo cardiovascular que las personas en buena forma física y que, además, presenta un peso normal. Por lo tanto, la pérdida de peso en obesos, y mantener el peso ideal en no obesos, es un objetivo primordial para lograr una reducción en las enfermedades cardiovasculares.
Se incluyeron en el estudio a más de medio millón de pacientes, de 10 países europeos diferentes, con un seguimiento medio de 12 años. Se les clasificó según las categorías habituales que se utilizan por la OMS en función de su IMC. La edad media de los participantes fue de 53,6 años y hasta un 68% eran mujeres. El IMC medio fue de 26.1. Asimismo, los participantes fueron divididos en las categorías de sanos y no sanos en función de si presentaban 3 o más enfermedades metabólicas de entre las siguientes: HTA, niveles de glucosa en sangre elevados, niveles elevados de triglicéridos o bajos de HDL y un perímetro de cintura superior a 94 cm en hombres y 80 cm en mujeres. Los estilos de vida como la dieta, el tabaquismo o el nivel socioeconómico también se tuvieron en cuenta a la hora de interpretar los datos.
Comparando los dos grupos, sanos y no sanos, se objetivó que estos últimos presentaron más del doble de eventos cardiovasculares que los pacientes sanos independientemente de si eran obesos o no. Asimismo, entre los pacientes sanos había diferencias importantes entre los obesos y los que no lo eran. Así, los obesos tenían hasta un 28% más de eventos cardiovasculares, y los pacientes con sobrepeso hasta un 26% más, que los que se encontraban en un peso normal.
Los investigadores recalcan que es posible que ese exceso de peso no sea el único factor que interviene en el aumento del riesgo cardiovascular que se evidenciaba en los sanos “gorditos”. Probablemente el hecho de ser HTA solo, o fumador solo (por ejemplo) influía directamente en la aparición de eventos.
Las conclusiones del estudio son claras. Se recomienda, independientemente del estado de salud del paciente, de su forma física o de sus otros riesgos cardiovasculares (tabaquismo, diabetes, etc.), mantener un peso dentro del rango de la normalidad, puesto que esto disminuirá la probabilidad de presentar un evento cardiovascular en el futuro.
En Neolife ya veníamos realizando esto, pues somos firmes creyentes de que el cuerpo debe mantenerse en un estado de excelencia de forma global. No solo es necesario lograr y mantener todos nuestros biomarcadores en un nivel de excelencia, sino que es imprescindible alcanzar un peso óptimo. De esta forma, y con esta visión panorámica, lograremos reducir nuestro riesgo cardiovascular de forma eficaz, permitiéndonos vivir una vida sana y plena a medida que vamos cumpliendo años.
BIBLIOGRAFÍA
(1) European Heart Journal: ‘Separate and combined associations of obesity and metabolic health with coronary heart disease: a pan-European case-cohort analysis‘. Imperial College London news release. British Heart Foundation.