La caída del cabello, alopecia, puede ser la manifestación de diversas enfermedades. Identificar el tipo nos permite aportar soluciones específicas. Encontramos entidades tan diversas como la alopecia mucinosa, el lupus eritematoso discoide, el liquen, la alopecia frontal fibrosante, la alopecia areata, etc.
Algunas de ellas tienen un mecanismo hormonal y con ello nos referimos a la alopecia androgénica, presente en hombres y en mujeres pero con ciertas diferencias en cuanto a patrones de distribución y tratamientos posibles. Es un problema que ocurre tras la pubertad (fase de aumento de hormonas) y su prevalencia se incrementa con la edad. Comentaremos en esta ocasión el caso del hombre.
Dra. Celia Gozalo Gleyzes – Equipo Médico Neolife
Definiendo algunos conceptos básicos de tricología
El pelo sigue un ciclo con diferentes fases evolutivas. El 90 % del pelo se encuentra en fase anágena, es la fase de crecimiento que puede durar de 2 a 6 años. Luego viene la fase catágena (menos de 1% de los folículos en están en esta fase) que dura en torno a 3 semanas, en ésta se detiene el crecimiento, ocurre una regresión de la parte baja del folículo. Y por último la fase telógena, el período de caída (se calcula que se pierden entre 50 a 150 cabellos al día).
En cuanto a tipos de pelo, los clasificaremos en dos categorías: pelo terminal (folículo localizado en la grasa subcutánea. Diámetro del pelo de 0,06 mm) y vello (folículo localizado en la dermis reticular. Diámetro del vello de 0,03 mm).
Es cierto que a veces se utiliza el término “pelo intermedio” para definir algunos que tienen características intermedias.
Alopecia androgénica (AA) en el hombre
Es un problema que ocurre tras la pubertad (fase de aumento de hormonas) y su prevalencia se incrementa con la edad. En algunos grupos étnicos, como en los coreanos, la afectación es menos frecuente.
La alopecia androgénica es dependiente de andrógenos (hormonas masculinas) pero requiere una predisposición genética. De esta manera los varones que tienen un síndrome de insensibilidad a los andrógenos no desarrollan este tipo de alopecia.
La clave de la cuestión está en la dihidrotestosterona (DHT), un potente metabolito de la testosterona que tiene mayor afinidad por el receptor de andrógenos.
La enzima encargada de transformar la testosterona a DHT es la 5-alfa-reductasa, y ésta existe en dos isoformas (tipo 1 y 2). Cobra mayor importancia la tipo 2.
Los varones jóvenes con AA tienen niveles más elevados de 5-alfa-reductasa y una mayor densidad de receptores de andrógenos en la parte del cuero cabelludo que se ha quedado sin pelo. En algunos individuos con AA también se evidenció mayores niveles de testosterona libre (testosterona no unida a proteínas).
La herencia es un factor importante, tener un padre con alopecia aumenta por 5 las probabilidades de serlo en un futuro.
La percepción de caída del pelo es el resultado del acortamiento de la fase anágena de los folículos pilosos, eso hace que el pelo sea muy fino y corto, como vello. Este proceso se denomina “miniaturización”. Esta transformación se acompaña luego de apoptosis (destrucción celular).
Aunque se ponga el foco en el aspecto hormonal también intervienen otros factores como las señales mediadas por las prostaglandinas.
La caída del cabello empieza en la zona temporal, en la zona frontal o en el vértice (coronilla), varía entre individuos. La AA evoluciona lentamente a lo largo de los años pero a veces se producen picos de caída.
Algunos estudios con resultados variados relacionan la AA con la enfermedad cardiovascular y el síndrome metabólico.
Una revisión sistemática y un metaanálisis encontraron una asociación entre la alopecia localizada en el vértice y un incremento del riesgo de cáncer de próstata.
Hay que diferenciar la alopecia androgénica de entidades como la regresión de la línea de implantación, la alopecia areata, la alopecia por tracción, las alopecias cicatriciales y la tricotilmanía (2,3).
Tratamientos de la alopecia androgénica del hombre
Conocido comercialmente como Proscar o Propecia, el finasteride es un inhibidor competitivo de la 5-alfa reductasa tipo 2. Se ha demostrado que 1 mg de dicho fármaco disminuía la DHT en un 60%. Este fármaco no tiene afinidad por el receptor de andrógenos. La edad es un factor a tener en cuenta, el tratamiento es más efectivo en hombres jóvenes (18-41 años) que en mayores (41-60 años). Para comprobar completamente su efectividad hay que seguir el tratamiento al menos 12 meses.
En cuanto a efectos adversos más frecuentes pueden darse casos de disfunción eréctil, disminución de libido, problemas en la eyaculación y de disminución de la calidad espermática.
Se utiliza también el dutasteride, este fármaco inhibe los dos tipos de 5 alfa reductasa. Comparado al finasteride, el dutasteride es un inhibidor 3 veces más potente de la 5 alfa reductasa tipo 2 y 100 veces más potente de la tipo 1. De esta manera reduce la DHT en un 93-94%.
En la primera línea de tratamiento también se encuentra el minoxidil, molécula que promueve el crecimiento del pelo mediante un aumento de la fase anágena, acortando la telógena y aumentando de tamaño los folículos miniaturizados. El minoxidil es un vasodilatador. Entre las concentraciones más eficaces se suele preferir la espuma al 5%. Puede aparecer una caída de pelo inicial en los primeros dos meses de tratamiento. La terapia de primera línea más eficaz combinaría finasteride/dutasteride más minoxidil.
Otro tratamiento posible sería el plasma rico en plaquetas (PRP) se obtiene a través de una extracción sanguínea del propio paciente. El PRP es una amalgama de factores de crecimiento en grandes concentraciones. Estos factores están involucrados en numerosos procesos como la angiogénesis, la proliferación celular y la diferenciación. El efecto terapéutico de estas inyecciones en el cuero cabelludo viene de la prolongación de la fase anágena del folículo piloso y de la prevención de la entrada prematura en la fase catágena (5).
Se puede recurrir también a terapia láser (low level laser light therapy (LLT)) en el cuero cabelludo. El mecanismo de acción consistiría en una aceleración de las divisiones celulares (mitosis), en el estímulo de las células madre del folículo piloso o de los queratinocitos foliculares, en efectos en el metabolismo de las células y en acciones antiinflamatorias (6).
Mencionaremos también la utilidad del uso de las prostaglandinas tópicas (latanoprost) y del champú con ketoconazol al 2%.
Y si ya la caída se ha cronificado y extendido podremos recurrir a la cirugía, es decir a los implantes capilares. Se trata de “repoblar” las zonas alopécicas. Se extraen folículos pilosos de la zona occipital, donde el pelo es más resistente a la alopecia androgénica, y se trasplantan a la zona deseada. Es importante mantener el tratamiento tópico que puede seguir limitando la caída capilar (7).
BIBLIOGRAFÍA
(1) Up To Date: Evaluation and diagnosis of hair loss
(2) Up To Date: Androgenetic alopecia in men: Pathogenesis, clinical features, and diagnosis
(3) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306987717310411?via%3Dihub. Med Hypotheses. English RS Jr1.
(4) Up To Date: Treatment of androgenetic alopecia in men
(5) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30261560
(6) https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10103-017-2385-5
(7) Up To Date: Treatment of androgenetic alopecia in men