Cómo la TRHB puede reducir la mortalidad y el riesgo de padecer cáncer

Con el paso del tiempo la terapia de reemplazo hormonal ha evolucionado, la investigación y la experiencia han permitido que estas terapias se hayan perfeccionado. Las hormonas son vitales y juegan un papel importantísimo en el organismo. Sin embargo, en la actualidad el papel de las hormonas bioidénticas en la prevención del cáncer es un tema complejo y no está completamente entendido. En Neolife implementamos una terapia hormonal muy completa, con otras hormonas -además del estradiol, progesterona y testosterona- como pueden ser la melatonina, la pregnenolona, la DHEA, la hormona tiroidea…. En esta newsletter abordaremos lo que se ha estudiado hasta ahora en mortalidad y cáncer implementando Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (TRHB) con testosterona, estradiol y progesterona.

Dra. Yéssica Sánchez – Equipo Médico Neolife


 

La evolución de la Terapia de Reemplazo Hormonal

La terapia hormonal se inició en los años 60 con la inquietud de mejorar la calidad de vida de las mujeres en la menopausia. Hace poco más de 20 años las sociedades médicas reconocieron que utilizar progestinas y estrógenos (hormonas sintéticas, alteradas químicamente) provenientes de conjugados equinos no era lo más recomendable, pues los conocidos estudios HERS y WHI mostraron que su uso aumentaba el riesgo de cáncer y eventos cardiovasculares, entre otros efectos indeseables en las mujeres.

Hoy en día, disponemos de hormonas que tienen una estructura molecular idéntica a las hormonas que produce naturalmente el cuerpo humano: las hormonas bioidénticas. Estas hormonas son compuestos que se utilizan principalmente en la terapia hormonal, ya sea para optimizar o reemplazar, con el fin de aliviar los síntomas de la menopausia y otras condiciones relacionadas con el desequilibrio hormonal. La evidencia científica muestra que utilizar hormonas bioidénticas en vez de progestinas y estrógenos evita las posibles complicaciones a nivel cardiovascular que estas hormonas causan.

Por ello, en abril del 2018 la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia) y la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) establecieron un consenso donde recomendaron la terapia hormonal como el tratamiento más eficaz y eficiente entre todas las terapias que existen en la actualidad para tratar la menopausia.

También se ha avanzado en la terapia hormonal masculina. Aunque ya estudios previos de FDA no mostraron infartos ni trombos en la terapia con testosterona anteriormente, actualmente nos encontramos en el momento más emocionante para la testosterona, ya que recientemente se ha publicado el mayor ensayo aleatorizado controlado con placebo que demuestra su seguridad cardiovascular y en la próstata, el estudio TRAVERSE.

 

El equilibrio hormonal

Gracias a la ciencia, podemos afirmar que se ha avanzado en terapia hormonal bioidéntica lo suficiente como para poder implementarla con mucha más seguridad y aprovechar al máximo sus beneficios. La clave está en el equilibrio. Por ejemplo, un equilibrio adecuado de estradiol y progesterona es crucial para la salud de la mujer.

El desequilibrio hormonal, como niveles elevados de estrógeno sin suficiente progesterona puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio y mama, incluso sin estar en tratamiento con terapia hormonal. De hecho, la TRH con hormonas bioidénticas puede ayudar a mantener este equilibrio. En 2018 se publicó en la prestigiosa revista Journal of the Endocrine Society un estudio donde se describe la seguridad y el efecto de la progesterona como moduladora del predominio estrogénico que puede propiciar el desarrollo de cáncer, así como también se describen los efectos beneficiosos a nivel cardiovascular de la combinación de estradiol y progesterona. Los resultados son claros: la progesterona bioidéntica compensa el estímulo estrogénico sin aportar riesgos de ningún tipo a nivel cardiovascular o en el desarrollo de cáncer. A nivel cardiovascular, la progesterona permite que el estradiol tenga un efecto favorable sobre la pared del vaso sanguíneo, dificultando la formación de la placa de ateroma a través de la disminución de los niveles de colesterol total y de su subfracción LDL. Por otro lado, un déficit de progesterona puede desencadenar un crecimiento descontrolado de la mama y del endometrio por exceso de estímulo estrogénico.

El papel de las hormonas bioidénticas

Algunos estudios sugieren que los metabolitos del estrógeno (productos de descomposición) pueden ser más o menos cancerígenos dependiendo de la sensibilidad y la vulnerabilidad del individuo. Las hormonas bioidénticas, al tener una estructura idéntica a las hormonas naturales del cuerpo, podrían influir en la producción de estos metabolitos de manera que pueden interactuar con los receptores hormonales de forma más predecible y posiblemente menos peligrosa. Esto podría reducir los riesgos asociados con la proliferación celular anormal (crecimiento descontrolado) en tejidos sensibles a hormonas, como los tejidos mamarios y endometriales, previniendo así estos tipos de cáncer.

Sabemos que el 80% de las mujeres en menopausia padecen síntomas vasomotores como sofocos, insomnio, problemas sexuales y otras molestias que alteran su calidad de vida. También podemos decir que, al aliviar los síntomas de la menopausia, las hormonas bioidénticas pueden mejorar la calidad de vida y reducir la necesidad de medicamentos adicionales que podrían tener sus propios riesgos adicionales. Pero lo más importante, y de lo que desgraciadamente poco se habla, es que después de la menopausia disminuye la esperanza de vida de las mujeres, ya que con la disminución del estradiol las mujeres alcanzan y superan el riesgo cardiovascular en comparación con los hombres. Por ello, la restitución hormonal puede reducir la mortalidad en las mujeres.

 

Estudio TRAVERSE: La seguridad de la terapia con testosterona

Recientemente se ha demostrado que la testosterona, que es una hormona tanto femenina como masculina, tiene seguridad cardiovascular y de cáncer de próstata en hombres. Esto ha sido confirmado por el reciente estudio TRAVERSE (2015-2022).

Según este estudio los datos son tranquilizadores, ya que el cáncer de próstata no está relacionado con los niveles endógenos de testosterona; y tampoco el tratamiento con testosterona exógeno para el hipogonadismo sintomático parece aumentar los niveles de PSA ni el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. De hecho, y a diferencia de lo que se decía antes del estudio TRAVERSE, el cáncer de próstata de alto grado se ha asociado con niveles bajos de testosterona en plasma (1).

Ahora, con este gran ensayo clínico, sabemos que la testosterona no provoca un ataque cardíaco y no hay datos que sugieran que la testosterona aumente el riesgo de cáncer de próstata. Esto es muy consistente con las pautas de la AUA (American Urological Association), que en 2018 sugerían que no existe un mayor riesgo de cáncer de próstata en los hombres que reciben testosterona, aspecto que confirma este estudio.

En resumen, es evidente que la investigación continua deja claro que las hormonas bioidénticas ofrecen beneficios en términos de mortalidad y calidad de vida y, también, que podrían ayudar a prevenir el cáncer mediante el mantenimiento de un equilibrio hormonal adecuado, justificado por la interacción más natural con los tejidos del cuerpo. De hecho, ya se va apreciando un cambio en la manera de pensar de las distintas Instituciones Públicas y organismos como la NAMS (North American Menopause Society), puesto que cada año son más claras a la hora de sus recomendaciones en relación con la terapia hormonal con estradiol y progesterona. Aunque es importante recalcar que la “prevención del cáncer” no es una indicación principal para el uso de terapia hormonal, sea bioidéntica o no.
Desde Neolife queremos transmitir que cualquier decisión sobre el uso de hormonas debe ser tomada por un experto en este ámbito, considerando el historial médico personal y familiar, así como los riesgos y beneficios individuales. En Neolife realizamos un abordaje novedoso, pero a la vez eficaz y seguro de la terapia de reemplazo hormonal, individualizamos el tratamiento y realizamos un seguimiento estrecho para obtener los mayores beneficios de esta terapia.

 

BIBLIOGRAFÍA

(1) Raynaud, J.-P. (2009). Testosterone deficiency syndrome: Treatment and cancer risk. The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology, 114(1–2), 96–105.

(2) Gastlehner, J., et al. (2017). Hormone therapy for the primary prevention of chronic conditions in postmenopausal women: Evidence report and systematic review for the US Preventive Services Task Force. JAMA, 318(22), 2234-2249.

(3) Roelfsema, F., et al. (2018). Differential effects of estradiol and progesterone on cardiovascular risk factors in postmenopausal women. Journal Name, 2(7), 794-805.

(4) Bhasin, S., et al. (2023). Prostate safety events during testosterone replacement therapy in men with hypogonadism: A randomized clinical trial. JAMA Network Open, 6, e2348692.

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