La frase “Yo no era así” es recurrente en nuestras consultas. La mujer experimenta cambios físicos en la menopausia muy evidentes, uno de ellos es la pérdida de masa muscular.
La sarcopenia (del griego “pobreza de músculo”) se define por una pérdida de masa y de potencia muscular que ocurre durante el envejecimiento. Varios mecanismos y hormonas intervienen en este proceso. Nos viene a la mente la testosterona, pero el estradiol es también clave.
Dra. Celia Gonzalo Gleyzes – Equipo Médico Neolife
Menopausia y sarcopenia
La pérdida muscular se debe a cambios hormonales, a una activación de la inflamación, a la infiltración grasa, a la muerte celular (apoptosis) y a alteraciones mitocondriales (las mitocondrias son orgánulos celulares que generan energía).
En la mujer su aparición se relaciona con la menopausia. Esta etapa viene marcada por la “caída hormonal”, en particular de los niveles de estradiol, el estrógeno más potente. En la edad reproductiva regula el ciclo menstrual y permite mantener características sexuales femeninas. El músculo esquelético tiene receptores de estradiol en sus fibras, dato muy importante. De esta manera el estradiol puede promover la regeneración muscular estimulando la actividad proliferativa de las células musculares satélites y contribuyendo al mantenimiento de la salud muscular.
Las células musculares satélite son las células madre del músculo y permiten mantener el tejido muscular. Ante el estrés mecánico (ejercicio físico) o el daño muscular, estas células activan su función regenerativa para mantener la integridad y la función muscular.
La menopausia se acompaña además de un incremento de la grasa visceral (es la llamada “interna”, que rodea e infiltra órganos) y de una disminución de la densidad mineral ósea. Todos estos cambios nos llevan hacia la “obesidad sarcopénica” (aumento de la masa grasa y disminución de la muscular).
El estradiol está además implicado en la modulación inflamatoria local y sistémica.
Déficit de estradiol e inflamación
La menopausia se asocia a un aumento de la liberación de citoquinas (mediadores) proinflamatorias como la IL-6, la IL-1 y el factor de necrosis tumoral-alfa ( TNF-alfa).
Varios estudios han demostrado que los adipocitos (células grasas), mediante la liberación de IL-6 y de TNF-alfa, facilitan la acumulación grasa y alteran la función muscular, llevando a la sarcopenia.
Otras investigaciones han dejado claro que el estradiol puede inhibir específicamente la inflamación mediada por la liberación de citoquinas proinflamatorias. La inflamación hace que las proteínas musculares se degraden y que el músculo responda peor al deterioro.
Estradiol y células musculares satélite
Dentro de las células musculares encontramos células madre (células satélites), responsables de la plasticidad y de la regeneración. Estas células son abundantes en las fases tempranas del desarrollo, ya que contribuyen al crecimiento muscular, pero van disminuyendo con el tiempo.
Las fibras tipo I (oxidativas lentas, implicadas en ejercicios de resistencia) tienen más células satélite que las de tipo II ya que se benefician de mayor aporte sanguíneo.
Las células satélite suelen estar en modo quiescente (paradas) pero se activan ante el daño muscular o con estímulo anabólico. De esta manera intervienen en los mecanismos de reparación y de ganancia muscular.
Gracias a los receptores estrogénicos, el estradiol estimula la proliferación y la activación de las células satélite (1).
La combinación perfecta para evitar la obesidad sarcopénica: terapia de reemplazo hormonal, alimentación y actividad física.
Para obtener los máximos resultados necesitamos estos tres elementos ya que van a tener un efecto sinérgico (potenciación del efecto). Añadiría también la suplementación personalizada.
Tenemos en nuestras manos soluciones para cumplir años en las mejores condiciones posibles. Aplicar sólo cambios en la alimentación y en la actividad física resulta insuficiente y puede crear frustración e insatisfacción. Se trata de recuperar mecanismos fisiológicos adecuados y normofuncionantes.
La pérdida de masa muscular tiene graves repercusiones en nuestra calidad de vida: peor salud ósea (los músculos traccionan de los huesos y facilitan la mineralización), diminución de la vitalidad, menor agilidad (mayor riesgo de dependencia), aumento del riesgo de caídas y de fracturas óseas, empeoramiento del metabolismo (el músculo consume glucosa), pérdida de factores neurotróficos, etc,.
Si queremos cuidar de forma integral nuestra masa muscular tendremos que recurrir a la Terapia de Reemplazo Hormonal sin dudarlo para beneficiarnos de los múltiples efectos de las hormonas.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Geraci A, Calvani R, Ferri E, Marzetti E, Arosio B, Cesari M. Sarcopenia and Menopause: The Role of Estradiol. Front Endocrinol (Lausanne). 2021;12:682012. Published 2021 May 19. doi:10.3389/fendo.2021.682012
(2) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23418416/