Los estrógenos son cruciales para la salud cutánea debido a su capacidad para modular la síntesis de colágeno. Se ha demostrado que los estrógenos aumentan la actividad de los fibroblastos, las células responsables de la producción de colágeno y elastina en la dermis, lo que mejora la elasticidad y la hidratación de la piel.
Estudios han demostrado que la terapia con estrógenos puede incrementar la producción de colágeno en la piel postmenopáusica en aproximadamente 48% tras 6 meses de tratamiento.
Dr. Alfonso Galán – Equipo Médico Neolife
Durante la menopausia, se ha observado que la cantidad de colágeno disminuye significativamente, lo que afecta tanto a la elasticidad cutánea como a la densidad y calidad del cabello.
La menopausia es un periodo de transición en la vida de la mujer que se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas sexuales como los estrógenos, la testosterona y la progesterona. Estas hormonas juegan roles fundamentales en la homeostasis de diversos tejidos, incluida la piel y el cabello, los cuales experimentan alteraciones evidentes durante esta fase.
La piel, el órgano más grande del cuerpo humano, y los folículos pilosos son altamente dependientes de un equilibrio hormonal adecuado, especialmente en lo que respecta a la síntesis y la preservación del colágeno. El colágeno es una proteína estructural esencial que proporciona elasticidad, firmeza y resistencia, y su pérdida puede dar lugar a cambios estéticos notables como arrugas, flacidez cutánea y adelgazamiento capilar.
El colágeno en la piel y el cabello
El colágeno tipo I y tipo III son los dos tipos predominantes de colágeno en la dermis, con un papel crucial en la integridad estructural de la piel. La red de fibras de colágeno no solo provee soporte mecánico, sino que también facilita la regeneración celular, especialmente en los folículos pilosos. Durante la menopausia, se ha observado que la cantidad de colágeno disminuye significativamente, lo que afecta tanto a la elasticidad cutánea como a la densidad y calidad del cabello. La pérdida de colágeno dérmico con la edad contribuye a una menor viabilidad de los folículos pilosos y una reducción en la fase anágena del ciclo capilar, lo que se traduce en un cabello más fino y frágil.
Cambios en el contenido de colágeno postmenopáusico
Numerosos estudios han mostrado que, durante los primeros cinco años posteriores al inicio de la menopausia, las mujeres experimentan una reducción de hasta el 30% en el colágeno dérmico, en especial en la zona del rostro y el cuello (Brincat et al., 2005). Este fenómeno es más pronunciado en la piel expuesta al sol, debido a la combinación de la disminución hormonal y el daño acumulado por los rayos UV. El envejecimiento acelerado de la piel postmenopáusica se asocia con una disminución en la síntesis de colágeno y elastina, lo que resulta en una menor resistencia a la formación de arrugas, mayor fragilidad cutánea y una notable pérdida de volumen en la zona facial.
Además, en el cuero cabelludo, la disminución de las hormonas sexuales y la pérdida de colágeno contribuyen a la miniaturización de los folículos pilosos, un proceso patológico que puede culminar en la caída excesiva del cabello y la aparición de calvicie difusa o de patrón femenino.
El rol del estradiol en la salud cutánea y capilar
Los estrógenos son cruciales para la salud cutánea debido a su capacidad para modular la síntesis de colágeno. Se ha demostrado que los estrógenos aumentan la actividad de los fibroblastos, las células responsables de la producción de colágeno y elastina en la dermis, lo que mejora la elasticidad y la hidratación de la piel (Thornton, 2013). El estradiol (E2) mejora la actividad de los fibroblastos al unirse a sus receptores específicos, principalmente ER-α y ER-β. Estos receptores activan vías de señalización intracelular como la PI3K/Akt y MAPK/ERK, promoviendo la proliferación y diferenciación de fibroblastos. Además, el estradiol estimula la producción de factores de crecimiento como TGF-β (Transforming Growth Factor Beta), que a su vez aumenta la síntesis de colágeno tipo I y III.
- Aumento en la producción de colágeno: estudios han demostrado que la terapia con estrógenos puede incrementar la producción de colágeno en la piel postmenopáusica en aproximadamente 48% tras 6 meses de tratamiento (Phillips et al., 2001).
- Impacto en la elasticidad cutánea: se ha observado un aumento en la elasticidad y grosor de la piel, con una reducción en la fragmentación de las fibras de colágeno, mejorando así la firmeza y resistencia de la piel.
Los estrógenos también juegan un papel importante en la regulación de las metaloproteinasas de matriz (MMP), enzimas que degradan las fibras de colágeno. Las MMPs, en particular la MMP-1 (colagenasa), MMP-3 y MMP-9, degradan el colágeno en la matriz extracelular. Durante la menopausia, la disminución de estrógenos aumenta la actividad de estas enzimas, acelerando la degradación del colágeno. El estradiol modula la expresión de MMPs a través de la vía del receptor de estrógenos (ER), inhibiendo la transcripción de genes MMP y favoreciendo la actividad de inhibidores tisulares de metaloproteinasas (TIMPs), lo que preserva la integridad del colágeno y retrasa la formación de arrugas.
Además, los estrógenos promueven la prolongación de la fase anágena del ciclo capilar, la fase de crecimiento activo del cabello, lo que contribuye a un cabello más denso y con mayor volumen.
El rol de la testosterona en la salud cutánea y capilar
- Secreción sebácea:
La testosterona estimula las glándulas sebáceas, aumentando la producción de sebo. En mujeres posmenopáusicas que reciben terapia con testosterona, se ha observado un incremento en la actividad de estas glándulas. Este efecto se debe a la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT) por la enzima 5-alfa reductasa en la piel, lo que potencia la actividad sebácea.
- Grosor cutáneo, colágeno y elastina:
La disminución de estrógenos durante la menopausia conduce a una reducción en la síntesis de colágeno y elastina, proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel. Aunque la testosterona no es la hormona principal en la regulación de estas proteínas, algunos estudios sugieren que la terapia con testosterona podría contrarrestar parcialmente la pérdida de colágeno y mejorar el grosor de la piel. El mecanismo propuesto incluye la conversión de testosterona en estrógenos a través de la enzima aromatasa en los tejidos cutáneos, lo que podría estimular la producción de colágeno y elastina.
- Profundidad de las arrugas:
La reducción de colágeno y elastina durante la menopausia contribuye a la formación y profundización de arrugas. Al potencialmente aumentar la síntesis de estas proteínas, la terapia con testosterona podría disminuir la profundidad de las arrugas y mejorar la apariencia general de la piel.
Comparación del impacto del estradiol y la testosterona en la síntesis de colágeno
El efecto del estradiol en la producción de colágeno es significativamente más potente que el de la testosterona. Mientras que el estradiol activa directamente la expresión de genes relacionados con la producción de colágeno, la testosterona tiene un efecto menos pronunciado y depende en gran medida de su conversión a estradiol por la enzima aromatasa en la piel. Estudios comparativos han mostrado que el estradiol aumenta la producción de colágeno en la piel postmenopáusica en un 48%, mientras que la testosterona tiene un efecto modesto, incrementando la síntesis en apenas un 10-15% cuando se administra en dosis fisiológicas (Shen et al., 2014).
El rol de la progesterona en la salud cutánea y capilar
La progesterona tiene un efecto complementario en el equilibrio hormonal y, como hemos dicho en muchas ocasiones en estos textos es una hormona vital en el contexto de una terapia de reemplazo hormonal (TRH). En este contexto, tienen un efecto adicional en la modulación de los efectos androgénicos de la testosterona, actuando como un inhibidor de la mencionada 5-alfa-reductasa, lo que reduce la conversión de testosterona en DHT, ayudando a mitigar sus potenciales efectos adversos en el cuero cabelludo en mujeres predispuestas. Además, la progesterona favorece la hidratación de la piel y puede mejorar la calidad general del cabello, ya que contrarresta la caída del mismo al mantener el equilibrio hormonal adecuado.
Impacto global de la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) en la piel y el cabello
Estudios clínicos han evaluado el impacto de la TRH en la piel y han demostrado que el tratamiento con estrógenos reduce la profundidad de las arrugas en un 30% a 40% tras un año de terapia (Sumino et al., 2004). Esto se asocia con un aumento en el contenido de colágeno dérmico y una mejora en la hidratación de la piel.
Estudios histológicos en mujeres postmenopáusicas que reciben TRH han mostrado un incremento significativo en la proporción de colágeno tipo III, especialmente en el primer año de tratamiento, lo que sugiere una mejora en la elasticidad y firmeza de la piel (Sumino et al., 2004). Además, la TRH también ha demostrado reducir la caída del cabello y mejorar su grosor en mujeres que padecen de alopecia androgenética postmenopáusica.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Brincat, M., Baron, Y. M., & Galea, R. (2005). Estrogens and the skin. Climacteric, 8(2), 110-123. https://doi.org/10.1080/13697130500118195
(2) Thornton, M. J. (2013). Estrogens and aging skin. Dermato-endocrinology, 5(2), 264-270. https://doi.org/10.4161/derm.22805
(3) Sumino, H., Ichikawa, S., Abe, M., Endo, Y., Kumakura, H., Takayama, Y., … & Kurabayashi, M. (2004). Effects of hormone replacement therapy on skin composition and aging in postmenopausal women. Journal of Dermatological Science, 35(3), 191-198. https://doi.org/10.1016/j.jdermsci.2004.06.004
(4) Zouboulis, C. C. (2009). Androgens and the sebaceous gland. Dermatologic Therapy, 22(5), 288-294. https://doi.org/10.1111/j.1529-8019.2009.01245.x
(5) Bolke, L., Schlippe, G., Gerß, J., Voss, W. (2019). A collagen supplement improves hair growth and thickness in women suffering from temporary hair thinning. Journal of Cosmetic Dermatology, 18(6), 1501-1508. https://doi.org/10.1111/jocd.12930
(6) Shen, W., Wong, T., Cheng, S. (2014). Effects of estrogen and testosterone on collagen metabolism in dermal fibroblasts. Journal of Investigative Dermatology, 134(2), 403-410. https://doi.org/10.1038/jid.2013.345