El papel protector de los estrógenos principalmente y otras hormonas en menor medida, así como sus numerosos beneficios sobre la piel es de sobra conocido. El nivel máximo de estrógenos en las mujeres se presenta a finales de la segunda década de vida, disminuyendo hasta un 50% a los 50 años y decreciendo drásticamente después de la menopausia.
Esta pérdida de estrógenos contribuye a un empeoramiento evidente en la salud de la piel, mientras que la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (TRHB) puede restablecer de nuevo la salud cutánea. Varios estudios han puesto de manifiesto la clara relación que existe entre los niveles circulantes de estrógenos con la edad que las mujeres aparentan, su atractivo, la salud de la piel y la coloración facial de la misma.
Débora Nuevo Ejeda – Equipo Médico Neolife
¿Cómo envejece la piel?
En el envejecimiento de la piel influyen varios factores, tanto genéticos y ambientales como hormonales. Desde un punto de vista científico, dermatológico y endocrino, e incluso desde una perspectiva psicológica, el papel de los estrógenos es determinante en el envejecimiento de la piel.
Hay unos cambios generales que afectan a la síntesis y mantenimiento de varias estructuras de la piel durante este proceso.
Hasta los 20 años el grosor de la piel aumenta y a partir de ahí y durante el resto de la edad adulta, va adelgazando progresivamente. Esto afecta a las 3 capas de la piel: epidermis, dermis e hipodermis.
En la epidermis, se producen alteraciones en la forma y estructura de los queratinocitos y en sus uniones entre éstos, lo que hace que aumenten el tamaño y el número de poros.
El adelgazamiento significativo de la dermis se ocasiona por la pérdida de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Las fibras de colágeno se fragmentan por la acción de unas metaloproteinasas que aumentan el estrés oxidativo e interrumpen la vía de los fibroblastos. Esto condiciona una pérdida de tono y un aumento de la distensibilidad de la piel, que en última instancia produce la de la aparición de arrugas.
En la dermis e hipodermis, la estructura de las glándulas sudoríparas se distorsiona y disminuye también la vascularización de la piel. Finalmente el grosor de la dermis decrece y aumenta la distribución de la grasa subcutánea en la hipodermis.
Menopausia, hormonas y piel
Las alteraciones de la menopausia incluyen cambios en la función de barrera de la piel y en la percepción sensorial y dolorosa, lo que empeora la termorregulación y la cicatrización de la heridas, altera la respuesta inmune y dismuye la producción de vitamina D.
El contenido de colágeno en la piel es el principal responsable de su elasticidad y fuerza. Las mujeres postmenopáusicas presentan una disminución importante del contenido de colágeno comparadas con mujeres premenopáusicas. Se ha demostrado que el colágeno Tipo I y el colágeno Tipo III disminuyen hasta un 30% en los cinco primeros años tras la menopausia.
Los estrógenos han demostrado aumentar el colágeno, la elastina, la vascularización y el grosor de la piel. Además son unos moduladores de las metaloproteinasas bloqueando la fragmentación de las fibras de colágeno, mejorando la cicatrización, aumentando la viabilidad de los fibroblastos y estimulando la proliferación de queratinocitos. Finalmente los estrógenos estimulan el folículo piloso en el cuero cabelludo y actúan como antioxidantes protegiendo del estrés y la inflamación.
La testosterona por otra parte y a pesar de la mala fama que tiene sobre la piel, también ejerce un importante efecto beneficioso sobre esta. Por una parte, incrementa también la producción de colágeno, aumentando el grosor de la piel y mejorando su textura, y por otra lado disminuye el depósito de grasa y la aparición de celulitis.
Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) durante la menopausia
La Terapia de Reemplazo Hormonal ha puesto de manifiesto la poderosa influencia de los estrógenos sobre la piel. El 30% de la pérdida de colágeno durante los 5 primeros años de la menopausia se pueden prevenir e incluso revertir con la el reemplazo estrogénico. Sin embargo esta gran mejoría no se ha demostrado de una forma tan evidente, si la terapia se inicia después de los 5 años de inicio de la menopausia, por lo menos a nivel de la aparición de arrugas.
Varios estudios han demostrado un incremento de colágeno en la piel en mujeres menopaúsicas en tratamiento con reemplazo hormonal. Las biopsias cutáneas de estas mujeres presentaba una mayor proporción de colágeno, especialmente tipo III, en comparación con mujeres que no seguían dicha terapia. Y lo más llamativo es que estos cambios en la cantidad de colágeno, se observaban ya en los 6 primeros meses de tratamiento, alcanzando su máxima expresión a los 3- 5 años del inicio de la terapia.
Así se puede concluir que numerosos estudios han puesto en evidencia el importante papel de los estrógenos, y en menor medida de otras hormonas como la testosterona, en el aspecto y salud de la piel. La Terapia de Reemplazo Hormonal se presenta como una importante herramienta para ayudar a reestablecer la salud de la piel.
En Neolife llevamos a cabo un reemplazo hormonal con hormonas bioidénticas prescribiendo de manera individualizada aquellas dosis que cada paciente necesita en cada momento de su vida.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Lephart ED. A review of the role of estrogen in dermal aging and facial attractiveness in women. J Cosmet Dermatol. 2018;00:1–7. https://doi.org/10.1111/ jocd.12508
(2) M. Savvas. G. Laurent. Type II collagen content in the skyn of postmenopausal women recieving oestradiol and testosterone implants. British Journal of Obstetrics and Gynaecology. Feb 1998. Vol 100 . pp 154-156
(3) Lephart ED. Skin aging and oxidative stress: equol’s anti-aging effects via biochemical and molecular mechanisms. Ageing Res Rev.
(4) Pomari E, Valle LD, Pertile P, et al. Intracrine sex steroid synthesis and signaling in human epidermal keratinocytes and dermal fibrob- lasts. FASEB J. 2015;29:508-524. 2016;2016:36-54.