La fatiga adrenal (FA) pasa por una serie de fases mientras el cuerpo se descompensa. Es la reacción del cuerpo de intentar volver a un estado de mayor simplicidad ante una vida que se ha vuelto demasiado complicada para él.
El eje Ovario-Suprarrenal-Tiroides es de vital importancia para la mujer y su comportamiento en fatiga adrenal. Estas 3 glándulas muestran una intensa co-dependencia para tener un funcionamiento óptimo. Cuando uno de ellos es alterado bien por patología o bien por medicación, pueden aparecer alteraciones en los otros ejes. En el síndrome de fatiga adrenal el cortisol produce un estado de resistencia multiorgánica.
Dr. Alfonso Galán – Equipo Médico NeolifeBajo estrés crónico y severo, la glándula adrenal eventualmente no puede satisfacer la demanda de cortisol
En esta serie de artículos estoy tratando de describir esta entidad conocida como síndrome de fatiga adrenal. En la primera parte hemos visto los síntomas que se pueden presentar y sus causas, en esta segunda entrega vamos a ver cómo evoluciona, las fases por las que puede pasar y los síntomas y fenómenos que determinan cada fase.
La fatiga adrenal pasa por una serie de fases mientras el cuerpo se descompensa. Es la reacción del cuerpo de intentar volver a un estado de mayor simplicidad ante una vida que se ha vuelto demasiado complicada para él.
Fase 1: Reacción de Alarma
En esta fase el cuerpo entra en estado de alarma por los estresores y monta una agresiva respuesta anti-estrés.
La hipófisis libera ACTH estimulando a la glándula suprarrenal a liberar epinefrina y cortisol. Suele, aunque no siempre, haber una reducción de la producción de DHEA. En esta fase no hay grandes síntomas, puede haber una sensación de estar cansado, pero las actividades diarias aún se pueden llevar a cabo (1).
Fase 2: Resistencia
Bajo estrés crónico y severo, la glándula adrenal eventualmente no puede satisfacer la demanda de cortisol y su producción empieza a bajar del nivel elevado en el que se encontraba hasta valores más normales, mientras que la ACTH sigue elevada. Las suprarrenales se empiezan a agotar. Aparece ansiedad, la persona se vuelve irritable, el insomnio se hace más frecuente, con dificultad para conciliar el sueño y para mantenerlo. Se tiene mayor susceptibilidad a infecciones. Aparecen síntomas premenstruales e irregularidades menstruales en la mujer y síntomas sugerentes de hipotiroidismo –frio, metabolismo lento-.
Ocurre un fenómeno llamado “Robo de Pregnenolona”, en el que el cuerpo favorece la producción de cortisol sobre la del resto de hormonas y consecuentemente los niveles de DHEA, pregnenolona, estradiol, testosterona, progesterona, etc, bajan. El ciclo diario de producción de Cortisol se altera y la habitual subida matutina se pierde.
En esta fase se siente una cierta fatiga que puede resolverse con una siesta o unos días de descanso.
Fase 3: Agotamiento Adrenal
Pese al aumento de ACTH las suprarrenales no pueden mantener el ritmo de producción de cortisol que el cuerpo demanda y finalmente su liberación baja, así como los niveles de DHEA. El cuerpo no puede mantener el estado de equilibrio.
Esta fase se puede dividir, a su vez, en 4 subfases, A, B, C y D.
Inicialmente los síntomas de las dos fases previas se hacen más persistentes y crónicos (A). Según empeora ocurren múltiples desequilibrios hormonales por alteración del llamado eje Ovario-Suprarrenal-Tiroides (Suprarrenal-Tiroides en hombre). El cuerpo está en un estado de fatiga leve-moderada de forma constante (B).
La fase C se caracteriza por un desequilibrio reactivo, el cuerpo intenta compensar por medio de la activación del sistema nervioso autónomo y la médula adrenal, produciendo adrenalina y noradrenalina en grandes cantidades. Asimismo, los otros ejes del sistema neuroendocrinometabólico mencionado en el artículo previo se ven alterados y llevan a reacciones paradójicas. Así, encontramos: alteraciones de glucosa sanguínea, tensión arterial lábil, hipotensión postural, palpitaciones, taquicardia postural ortostática, mareo, ansiedad, descargas de adrenalina periódicas, etc… (2). La conexión mente-cuerpo es muy potente y cada pensamiento lleva consigo una reacción fisiológica.
Todos los niveles hormonales bajan por debajo del mínimo para funcionar normalmente y no se consigue segregar más cantidad de las hormonas, el cuerpo entra en un estado de ahorro en el que sólo se permiten las funciones corporales mínimas. Este estado de cuasi fallo es muy grave, los individuos en esta fase (D) suelen estar confinados a la cama y necesitar ayuda para casi cualquier tarea.
Fase 4: Fallo
La fase 4 ya es indistinguible de la Enfermedad de Addison (insuficiencia suprarrenal), hay fatiga extrema, pérdida de peso, debilidad muscular, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, hipoglucemia, depresión, deshidratación, etc,… Si no se atiende correctamente el desenlace puede ser fatal.
Exámenes de laboratorio
Hay muchos test de laboratorio para fatiga adrenal, pero, desgraciadamente, no son diagnósticos, los valores normales no descartan la enfermedad.
Los valores de cortisol y DHEA nos dan una idea general del estado de la glándula adrenal y de si estamos en un estado anabólico (de creación de tejido) o catabólico (de destrucción).
Para aumentar la precisión se puede hacer una determinación seriada del cortisol en saliva en 4 momentos del día (8am, mediodía, 5pm y antes de acostarse) y observamos el estado de esa curva, si está aplanada o en qué momento la producción está alterada y correlacionarlo con los síntomas del paciente (3).
Pero, repito, los valores de laboratorio son solo una ayuda y en ocasiones pueden confundir más que ayudar; una buena historia clínica hecha por un médico avanzado y experimentado en este cuadro es más preciso.
Eje ovario-suprarrenal-tiroides
Vamos a dedicar unas líneas a este eje hormonal de vital importancia para la mujer y su comportamiento en fatiga adrenal.
Estos 3 órganos (o glándulas) muestra una intensa co-dependencia para tener un funcionamiento óptimo.
Cuando uno de ellos es alterado bien por patología o bien por medicación, pueden aparecer alteraciones en los otros ejes. Por ejemplo, al administrar hormona tiroidea una mujer puede presentar desarreglos menstruales o intolerancia al estrés.
En el síndrome de fatiga adrenal el cortisol produce un estado de resistencia multiorgánica. Normalmente la fatiga adrenal se asocia a un hipotiroidismo subclínico o hipofunción tiroidea, con valores de laboratorio dentro del rango de la normalidad, confundiendo a los médicos y haciendo que prescriban fármacos para la depresión a sus pacientes, que presentan un cuadro que no reconocen bien, haciendo sólo que el problema empeore (4).
Pocas hormonas funcionan correctamente en un estado de fatiga adrenal. Insulina, testosterona, progesterona, estradiol, etc.. pueden verse afectadas. Sus mecanismos de regulación y retroalimentación no funcionan y sus efectos en los órganos diana son erráticos.
Miremos a su relación con el ovario (productor en condiciones normales de Estradiol, Progesterona y Testosterona en la mujer) (5). Muchas mujeres, debido a un estilo de vida estresante, tienen un agotamiento suprarrenal a los treinta y tantos-cuarenta y pocos años. Cuando se produce demasiado cortisol, produce múltiples efectos indeseables, en este caso bloquea los receptores de Progesterona y su producción se ve comprometida en favor del cortisol.
Unos niveles de progesterona insuficientes llevan a un desbalance entre estradiol y progesterona llevando a síntomas de “exceso estrogénico” o “dominancia estrogénica” como síndrome premenstrual, miomas, retención de líquidos, sofocos, etc,…
Los especialistas debemos proceder con cautela a la hora de tratar y reponer los diferentes ejes hormonales en fatiga adrenal.
En el próximo artículo de esta serie daremos una idea de cómo se puede tratar la fatiga adrenal.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Gadinger, M. C., Loerbroks, A. et al. Associations Between Job Strain and the Cortisol/DHEA-S Ratio Among Management and Nonmanagement Personnel. Psychosom Med. 2010;
(2) Chrousos, G. P. The role of stress and the hypothalamic-pituitary-adrenal axis in the pathogenesis of the metabolic syndrome: neuro-endocrine and target tissue-related causes. Int J Obes Relat Metab Disord. 2000; 24 Suppl 2:S50-S55.
(3) Matthews, K., Schwartz, J. et al. Diurnal cortisol decline is related to coronary calcification: CARDIA study. Psychosom Med. 2006; 68(5):657-661.
(4) Gur, A., Cevik, R. et al. Hypothalamic-pituitary-gonadal axis and cortisol in young women with primary fibromyalgia: the potential roles of depression, fatigue, and sleep disturbance in the occurrence of hypocortisolism. Ann Rheum Dis. 2004; 63(11):1504-1506.
(5) Heim, C., Ehlert, U. et al. Abuse-related posttraumatic stress disorder and alterations of the hypothalamic-pituitary-adrenal axis in women with chronic pelvic pain. Psychosom Med. 1998; 60(3):309-318.
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