Progesterona

Progesterona: su importancia en la mujer y por qué no la usamos en el hombre


Las mujeres con niveles altos de progesterona durante la fase lútea tienen hasta un 30% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con aquellas con niveles bajos.

Además, la progesterona tiene efectos calmantes y ansiolíticos, mediado por su capacidad de modular los receptores de GABA en el cerebro, lo que explica su papel en la mejora de la calidad del sueño y la reducción del estrés. También está vinculada a orgasmos más intensos y satisfactorios.

Dr. Alfonso Galán – Equipo Médico Neolife


Las mujeres con niveles equilibrados de progesterona reportan una mayor relajación y una mejor calidad de vida.

La progesterona es una hormona esteroidea vital que desempeña un papel crucial en la fisiología femenina, especialmente en el ciclo menstrual, el embarazo y la salud reproductiva. Sin embargo, su función no se limita a estos aspectos, ya que también actúa como una hormona protectora en diversos órganos y sistemas, contribuyendo a la prevención de enfermedades y al bienestar general. A pesar de su importancia en la mujer, la progesterona no se utiliza habitualmente en hombres debido a sus efectos sobre la función sexual y el equilibrio hormonal masculino. Vamos explicar todo esto un poco más.

progesterona

Funciones fisiológicas de la progesterona en la mujer

La progesterona es producida principalmente por el cuerpo lúteo en los ovarios tras la ovulación y, en menores cantidades, por las glándulas suprarrenales y, durante el embarazo, por la placenta. Su concentración en sangre varía a lo largo del ciclo menstrual, alcanzando su punto máximo durante la fase lútea. La fase lútea es la segunda mitad del ciclo menstrual, que comienza tras la ovulación y termina con el inicio de la menstruación. Durante esta fase, el folículo ovárico se transforma en el cuerpo lúteo, que produce progesterona. Esta hormona es esencial para engrosar y mantener el endometrio (la capa más interna del útero), preparándolo para una posible implantación del óvulo fecundado. Si no ocurre el embarazo, el cuerpo lúteo se degenera, disminuyendo los niveles de progesterona y provocando la menstruación.

A continuación, se muestra un gráfico que ilustra los niveles de progesterona, estrógeno y otras hormonas durante el ciclo menstrual, así como los cambios en el endometrio y el cuerpo lúteo:

progesterona

Entre sus funciones fisiológicas destacan:

  1. Regulación del ciclo menstrual: la progesterona prepara el endometrio para la implantación de un óvulo fecundado. Si no ocurre la implantación, sus niveles caen, provocando la menstruación.
  2. Sostenimiento del embarazo: durante la gestación, la progesterona mantiene el endometrio y previene las contracciones uterinas prematuras.
  3. Desarrollo de glándulas mamarias: la progesterona contribuye al desarrollo de los conductos mamarios y a la preparación para la lactancia.
  4. Efectos metabólicos: la progesterona regula los niveles de glucosa y tiene un papel en la termogénesis.

Progesterona y protección endometrial y mamaria

Uno de los aspectos más relevantes de la progesterona es su papel protector en el endometrio y la mama. Se ha demostrado que niveles adecuados de progesterona reducen el riesgo de hiperplasia endometrial y cáncer de endometrio al contrarrestar el efecto proliferativo del estrógeno.

En el tejido mamario, la progesterona regula la proliferación celular, evitando el crecimiento excesivo que puede predisponer al desarrollo de cáncer de mama. Estudios observacionales y clínicos han mostrado que mujeres con niveles saludables de progesterona tienen una menor incidencia de cáncer de mama y una reducida mortalidad por todas las causas.

Un metaanálisis publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism indicó que las mujeres con niveles altos de progesterona durante la fase lútea tienen hasta un 30% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con aquellas con niveles bajos. Además, terapias hormonales combinadas con progesterona natural han mostrado no tener la incidencia de eventos adversos que aquellas que utilizan progestinas sintéticas.

Terapia de reemplazo hormonal y progesterona

La Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) es comúnmente utilizada en mujeres postmenopáusicas para aliviar síntomas como sofocos, insomnio y sequedad vaginal, peor su efecto va mucho más allá, la TRH tiene efectos protectores significativos sobre el hueso, las arterias, el corazón y el cerebro, reduciendo el riesgo de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y deterioro cognitivo. La adición de progesterona a la terapia con estrógenos es crucial para prevenir la hiperplasia endometrial. Estos efectos protectores hacen que la TRH sea una herramienta integral para el bienestar y la prevención de enfermedades en mujeres postmenopáusicas.

Multitud de estudios clínicos han demostrado que la progesterona bioidéntica, esto es, igual que la que el cuerpo de la mujer produce de forma natural, es mejor tolerada y tiene un perfil de seguridad superior al de las progestinas sintéticas. Además, la progesterona en la TRH mejora la calidad del sueño, reduce la ansiedad y contribuye a una mayor sensación de bienestar general.

Efectos calmantes y mejora de la salud sexual

La progesterona tiene efectos calmantes y ansiolíticos, mediado por su capacidad de modular los receptores de GABA en el cerebro, lo que explica su papel en la mejora de la calidad del sueño y la reducción del estrés. Las mujeres con niveles equilibrados de progesterona reportan una mayor relajación y una mejor calidad de vida.

En el ámbito sexual, la progesterona juega un papel importante. Se ha observado que contribuye a una mejor lubricación vaginal y a una mayor sensibilidad, lo que puede aumentar el placer durante las relaciones sexuales. Además, la progesterona está vinculada a orgasmos más intensos y satisfactorios, mejorando así la salud sexual en general.

Progesterona en hombres: ¿por qué no se usa?

A pesar de sus beneficios en mujeres, la progesterona no se utiliza de forma habitual en hombres. Esto se debe a que niveles elevados de progesterona pueden antagonizar la acción de la testosterona, reduciendo la libido y afectando la función eréctil.

Hay alguna evidencia de que la progesterona en hombres puede tener ciertos efectos beneficiosos en pequeñas cantidades, como la reducción de la inflamación y el apoyo a la salud prostática. Sin embargo, el exceso de progesterona puede llevar a síntomas de feminización, disminución del deseo sexual y disfunción eréctil. Otros estudios han demostrado que la administración de progesterona en hombres puede interferir con la producción de esperma y reducir la capacidad de respuesta sexual. Este equilibrio complicado hace que normalmente optemos por no usarla.

Conclusión

La progesterona es una hormona esencial para la salud femenina, con funciones que van más allá de la reproducción. Su papel protector en el endometrio y el tejido mamario la convierte en una herramienta clave en la prevención del cáncer y otras enfermedades. Además, su uso en la Terapia de Reemplazo Hormonal ha demostrado mejorar la calidad de vida, la salud sexual y el bienestar emocional.

En hombres, sin embargo, su uso es muy limitado y excepcional debido a los efectos adversos que puede tener sobre la función sexual y hormonal. La investigación continua en este campo podría arrojar nuevas perspectivas sobre los beneficios y aplicaciones de la progesterona en ambos sexos, pero por ahora su papel principal sigue siendo en la salud femenina.