De nuevo, primavera. Otra vez el verano a la vuelta de la esquina y este año, además, un verano muy deseado, sin mascarillas, en el que vamos a intentar aprovechar las vacaciones al máximo.

 

Playa, chiringuito, excursiones al aire libre, montaña. Para la mayoría son perspectivas ilusionantes, pero para algunas personas también motivo de preocupación, cuando no de angustia. Son aquellos que no se sienten a  gusto con su físico y desean perder peso, bien porque no les gusta la imagen que les devuelve el espejo, bien porque están preocupados por su salud.

 

La cuestión es si, de nuevo, un año más, vamos a cometer los mismos errores tratando de adelgazar. El más común, explica la nutricionista de Neolife Laura Pérez Naharro, es querer correr, tratar de eliminar la grasa que hemos ido acumulando durante meses (y años) en pocas semanas.

 

A mismos métodos, idénticos resultados. Así, si la persona que trata de perder peso tiene problemas de salud, como hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2, alteraciones en el perfil lipídico y/o resistencia a la insulina, de poco le servirá la carrera. Estos perfiles, advierte Pérez Naharro, son firmes candidatos al famoso efecto rebote. Ya se sabe: se pierden los kilos a la misma velocidad que se recuperan después.