La acantosis nigricans es una afección de la piel caracterizada por áreas de piel oscura, espesa y aterciopelada, generalmente en los pliegues del cuerpo, como el cuello, las axilas, la ingle y, a veces, los codos, rodillas y nudillos.
En la mayoría de los casos, estas manchas oscuras son una señal de alerta de nuestro cuerpo ante una posible enfermedad. Por lo tanto, si aparecen, es importante cambiar nuestros hábitos de vida para su tratamiento.
Estefanía Álvarez – Unidad de Nutrición Neolife
La acantosis nigricans o pigmentaria está estrechamente relacionada con la insulina.
Esta hormona, producida por el páncreas, permite que la glucosa entre en las células para ser utilizada como energía. Sin embargo, cuando hay un exceso de insulina en el cuerpo, puede desarrollarse resistencia a la insulina, lo que significa que las células no responden adecuadamente a la hormona, resultando en niveles elevados de glucosa en la sangre. Uno de los síntomas principales de esta resistencia es la aparición de acantosis nigricans o pigmentaria.
La resistencia a la insulina no solo impacta el metabolismo de la glucosa, sino que también puede causar alteraciones en la piel, especialmente en áreas con pliegues o fricción, como el cuello, las axilas, los codos, las rodillas, las manos, las ingles o el abdomen, y se presentan como manchas oscuras, gruesas y aterciopeladas, conocidas como acantosis nigricans. Esta condición surge porque el exceso de insulina promueve el crecimiento de las células cutáneas y la producción de melanina, lo que resulta en hiperpigmentación e hiperqueratosis (engrosamiento) de la epidermis.
La acantosis nigricans puede estar asociada con varias condiciones subyacentes, las más comunes incluyen:
- Resistencia a la insulina: la resistencia a la insulina puede aumentar los niveles de insulina en el cuerpo, lo que puede provocar el crecimiento anormal de las células de la piel.
- Trastornos endocrinos: puede estar relacionada con problemas hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), problemas de tiroides, o alteraciones en las glándulas suprarrenales.
- Uso de medicamentos: Ciertos medicamentos, como los anticonceptivos orales, pueden contribuir al desarrollo de acantosis nigricans.
- Genética: En algunos casos, la afección puede ser hereditaria.
- Cáncer: En raros casos, la acantosis nigricans puede estar relacionada con ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de estómago.
¿Cómo tratarla?
El tratamiento de la acantosis nigricans varía según la causa subyacente. En algunos casos, puede ser suficiente perder peso, seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y mantener controlados los niveles de azúcar en sangre. En otros casos, puede ser necesario utilizar cremas para aclarar o suavizar la piel.
El diagnóstico de la acantosis nigricans generalmente se basa en el examen físico y la historia clínica del paciente.
Por ejemplo, es fundamental realizar cambios en el estilo de vida que aborden la causa raíz del problema. Esto implica adoptar hábitos saludables que favorezcan el equilibrio en el organismo. Se recomienda hacer ajustes en la alimentación y practicar ejercicio físico de manera regular, ya que estos cambios pueden ayudar a mejorar la resistencia a la insulina y a mantener bajo control los niveles de azúcar en la sangre.
El fundamental papel de una alimentación balanceada y nutritiva.
Una dieta adecuada es crucial para tratar y cuidar las manchas en la piel relacionadas con la insulina. Se aconseja consumir una alimentación rica en nutrientes, que incluya frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, como aquellas que contienen omega 3.
Es fundamental evitar los alimentos altos en azúcares refinados y grasas saturadas, ya que pueden empeorar la afección de la piel. También es esencial controlar las porciones y mantener un horario regular de comidas para estabilizar los niveles de glucosa en sangre.
El ejercicio físico contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que permite una mejor absorción de la glucosa por parte de las células y reduce los niveles de insulina en la sangre.
En algunos de los casos, además de los cambios de hábitos, se debe acudir a tratamientos tópicos pautados por un profesional apto.
Para verificar la conexión entre las manchas en la piel y la resistencia a la insulina, se pueden hacer análisis de sangre para medir los niveles de insulina en el cuerpo y ayudar a identificar si hay niveles elevados de esta.
Además de revisar los niveles de insulina, también se pueden realizar otras pruebas para detectar posibles enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2, ya que las manchas en la piel pueden ser un signo de riesgo para esta condición.
Si sospechas que podrías tener acantosis nigricans o tienes alguna inquietud sobre esta afección, te recomendaría consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y un tratamiento apropiado que comience por revisar, y en caso necesario, mejorar tus hábitos.