La retirada del gluten de la dieta podría mejorar los síntomas gastrointestinales de personas sin enfermedad celiaca.
Comer sin gluten está de moda, como prueba el hecho de que en EE.UU. haya ya 100 millones de consumidores de estos productos. Además de aquellas personas con enfermedad celiaca o con alergia al trigo, también podrían beneficiarse de una dieta sin gluten aquellas con sensibilidad al gluten no celiaca (SGNC), con sensibilidad al trigo no celiaca o con síndrome de intolerancia al trigo.
Dirección médica de Neolife
Los productos “sin gluten” experimentan un gran crecimiento, gracias a sus posibles beneficios para la salud de toda la población.
El gluten es una proteína pequeña que se encuentra presente en muchos cereales como el trigo, la cebada, el centeno o la avena. Dado que estos cereales son omnipresentes en nuestra dieta habitual, su retirada resulta difícil de conseguir.
A día de hoy hay tres cuadros clínicos descritos que se relacionan con la ingesta del gluten: la enfermedad celiaca (autoinmune), la alergia al trigo (una alergia mediada por las inmunoglobulinas E) y la sensibilidad al gluten no celiaca que se caracteriza por una intolerancia al gluten, pero que no cumple los criterios de las dos anteriores. En los dos primeros cuadros clínicos la dieta sin gluten es necesaria; sin embargo en el cuadro de sensibilidad al gluten su retirada de la dieta es algo opcional.
A pesar de que tan solo el 1% de la población de los EEUU es celiaca, el 60% considera que una dieta sin gluten mejorará su salud física y mental, fortaleciendo el sistema inmune, mejorando las digestiones, perdiendo peso y estimulando el rendimiento físico y psíquico. La moda de comer sin gluten se ha disparado en los últimos 10 años, siendo la tendencia nutricional más seguida en los EEUU con cerca de 100 millones de consumidores de productos sin gluten. Esta espectacular tendencia nutricional tiene su origen en los testimonios de famosos y deportistas olímpicos. Cerca del 40% de los deportistas olímpicos norteamericanos comen sin gluten para mejorar sus digestiones, su rendimiento físico y su salud en general. Sin embargo, esto no se ha podido comprobar científicamente (1), al menos en un reducido grupo de 13 deportistas durante una semana de dieta sin gluten. Por otro lado la industria alimentaria de lo “sin gluten” ha tomado nota y la oferta de todo tipo de alimentos sin gluten crece a diario con anuncios de sus beneficios y de los perjuicios del gluten para toda la población.
La Sensibilidad al Gluten no Celiaca (SGNC) se define como una “entidad clínica producida por la ingesta de gluten que genera síntomas intestinales y extraintestinales y que se resuelven cuando el gluten se elimina de la dieta, siempre que se haya descartado una enfermedad celiaca y una alergia al trigo” (2). Los síntomas intestinales son dolor abdominal, reflujo gastroesofágico, flatulencia, nauseas, diarrea y/o estreñimiento y los síntomas extradigestivos son dolor de cabeza, fatiga, erupciones cutáneas, dolores musculares, ansiedad, depresión y lentitud mental.
Aunque aún no existe evidencia científica, la retirada del gluten de la dieta podría mejorar los síntomas gastrointestinales de pacientes sin enfermedad celiaca.
Si bien todavía no se tienen totalmente claros los mecanismos fisiopatológicos de la SGNC, parece ser que se debe a una activación de la inmunidad innata con presencia de ciertas citokinas en la mucosa digestiva. Como siempre, los investigadores y médicos clínicos necesitan medir algo para justificar un diagnóstico y no quedarse sólo con los síntomas del paciente. A pesar de que por ahora no disponemos de uno o varios biomarcadores diagnósticos claros de la SGNC, el interés médico sobre este cuadro va ganando adeptos ante la mejora de los síntomas descritos tras la retirada del gluten, más allá de un efecto placebo o de pura moda social.
Algunos autores vinculan la SGNC al colon irritable y al síndrome de fatiga crónica (3). Al parecer la retirada del gluten de la dieta de pacientes con colon irritable mejora de manera sustancial los síntomas de estos pacientes. Pero quizás no sólo sea el gluten el único culpable. Pudiera ser que otros componentes del trigo, como la fibra, fueran corresponsables de la sintomatología. Incluso existe la teoría fundada de que la sintomatología de distensión abdominal, retención de agua en el intestino por efecto osmótico, producción de gases por fermentación bacteriana, aumento de la permeabilidad intestinal, alteración de la microbiota y de la inmunidad podría ser por una mala absorción y fermentación de carbohidratos (oligosacáridos, disacáridos, monodacáridos y polioles) en el intestino delgado, más que por el efecto directo del gluten (4). Dado que el trigo contiene tanto gluten como los carbohidratos y que cualquiera de ellos podría ser el responsable de la sintomatología, quizás deberíamos hablar también de una Sensibilidad al Trigo No Celíaca o de un Síndrome de Intolerancia al Trigo (5).
Al final, de lo que no cabe duda es de que un alto porcentaje de la población refiere los síntomas descritos sin ser estrictamente celiacos ni tener una alergia al trigo. Ya tengan una Sensibilidad al Gluten no Celiaca (SGNC), una Sensibilidad al Trigo No Celíaca o un Síndrome de Intolerancia al Trigo, el tratamiento pasa por la retirada, en mayor o menor medida, del gluten, e incluso del trigo. Es muy posible que en un futuro próximo todos estos cuadros, así como el colon irritable o el síndrome de fatiga crónica, converjan y se conformen en una entidad clínica bien definida en su diagnóstico y tratamiento.
En Neolife sugerimos a aquellos pacientes con síntomas gastrointestinales que, en primer lugar, descarten la posibilidad de tener enfermedad celíaca. Posteriormente, les recomendamos retirar el gluten y/o el trigo para valorar el efecto en la sintomatología.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Lis, d., Stellingwerff, T., Kitic, CM. et al. “No Effects of a Short-Term Gluten-free Diet on Performance in Nonceliac Athletes”. Med Sci Sports Exerc. 2015 Dec; 47(12):2563-70.
(2) Fasano A, Sapone A, Zevallos V, Schuppan D, Nonceliac gluten sensitivity. Gastroenterology. 2015;148:1195-1204.
(3) Aziz I, Lewis NR, Hadjivassiliou M, et al. A UK study assessing the population prevalence of self-reported gluten sensitivity and referral characteristics to secondary care. Eur J Gastroenterol Hepatol. 2014;26:33-39.
(4) Biesiekierski JR, Peters SL, Newnham ED, et al. No effects of gluten in patients with self-reported nonceliac gluten sensitivity after dietary reduction of fermentable, poorly absorbed, short-chain carbohydrates. Gastroenterology. 2013;145:320-328.
(5) Guandalini S, Polanco I. Nonceliac gluten sensitivity or wheat intolerance syndrome? J Pediatr. 2015;166:805-810.