Con la llegada del verano y las altas temperaturas comienza la temporada del “terraceo” y aunque en el marco de una dieta saludable no tiene cabida el alcohol, esta temporada promueve su consumo. Los excesos pueden arruinar tus vacaciones y debemos establecer límites.
Desde la Fundación Española del Corazón (FEC) han alertado acerca del aumento del consumo de alcohol en verano, especialmente en jóvenes, ya que puede provocar una aceleración del ritmo cardíaco, también conocido como “síndrome del corazón en vacaciones”. Esta patología se diagnosticó por primera vez en el año 1978 y está relacionado con el consumo excesivo de alcohol en un día determinado, cuyas consecuencias pueden ser fatales.
Tania Mesa – Directora de la Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife
Alejandro Monzó – Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife
El consumo excesivo de alcohol en verano puede generar problemas cardíacos.
El síndrome del corazón en vacaciones es una arritmia supraventricular que se da generalmente en las aurículas y suele producirse en personas sanas, jóvenes y sin historia previa de arritmias. Se observó en primer lugar en fiestas como Navidad o Año Nuevo, y ahora también se ha diagnosticado en periodos largos de vacaciones, como el verano, señalan desde la FEC (1).
Desde entonces, se han observado palpitaciones, falta de aire, mareos o dolor torácico en personas que tienen un consumo de alcohol más elevado. En la mayoría de las ocasiones los síntomas desaparecen solos una vez que se ha metabolizado todo el alcohol consumido. En las ocasiones que no desaparecen, puede ser debido a un consumo continuado o incluso a una tendencia genética de esa persona a sufrir algún tipo de evento cardiovascular (1).
Desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC) explican que el alcohol actúa como un tóxico en nuestro corazón. Así, la ingesta de altas cantidades de esta sustancia y en un periodo corto de tiempo, libera adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que provocan una aceleración del ritmo cardíaco. En algunos casos la arritmia puede derivar en fibrilación auricular o ser indicativo de algún evento cardiovascular grave, como un infarto, por lo que es muy importante tener en cuenta esta información estas vacaciones (1).
Durante mucho tiempo, se ha producido una gran controversia, ya que numerosos estudios científicos atribuyen diversos beneficios en el consumo de alcohol, con afirmaciones tipo: “una copa de vino al día es saludable para el corazón” (2). Ante estas afirmaciones, la presente newsletter busca acabar con aquellos mitos que siempre hemos escuchado y ser conscientes de la gravedad que tiene el consumo de alcohol de forma habitual, y ahora, todavía más de cara a las vacaciones.
Según fuentes del informe mundial de alcohol y salud realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Europa es la región del mundo donde más enfermedades se producen debido a la ingesta de alcohol. Uno de cada cinco europeos por encima de los 15 años ha indicado haber realizado ingestas excesivas de alcohol (más de cinco bebidas ingeridas en una misma ocasión o 60 gr de alcohol) al menos una vez por semana (3). Estas ingestas excesivas se dan en todas las edades en toda Europa y no sólo entre los más jóvenes. Como datos y cifras, el informe de la OMS ha dado a conocer los efectos negativos del consumo de alcohol a nivel mundial:
- Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las defunciones.
- El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
- En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol.
- El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. En el grupo de edad entre 20 a 39 años, un 13,5% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol.
- Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y comportamentales, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos.
- Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/sida.
- Más allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.
El consumo excesivo de alcohol se define como más de tres bebidas en un día cualquiera o más de siete bebidas a la semana para las mujeres y los hombres mayores de 65 años, y más de cuatro bebidas en un día cualquiera o más de catorce bebidas a la semana para los hombres de 65 años o menos. Por ello, el consumo excesivo de alcohol ha demostrado que puede aumentar el riesgo de tener problemas de salud graves, que incluyen (4).
- Diferentes tipos de cáncer.
- Pancreatitis.
- Muerte súbita, si ya se tiene una enfermedad cardiovascular.
- Daño al músculo cardíaco que lleva a la insuficiencia cardíaca.
- Accidente cerebrovascular.
- Presión arterial alta.
- Enfermedad hepática.
- Suicidio.
- Lesión grave o muerte accidental.
Por otro lado, grandes estudios han demostrado la relación entre el riesgo de cáncer y el consumo de alcohol. La fundación World Cancer Research Fund (WCRF) en 2018 presentó un informe que consolidó la evidencia científica acerca del consumo de alcohol (tabla 1). Existe una relación causal en que el consumo de alcohol incrementa el riesgo de cáncer de: boca, laringe, faringe, esófago, colorrectal, hígado y mama (5). Además, atribuye que tan solo el consumo de una o dos bebidas de alcohol al día (es decir, unos 30 gramos o más de alcohol por día), incrementa el riesgo de este tipo de cánceres. Por ello, es importante no excederse ahora en época de vacaciones.
Por lo que respecta al valor nutricional de las bebidas alcohólicas, su contenido primario es agua, alcohol puro (etanol) y cantidades variables de azúcares, mientras que las proporciones de proteínas, vitaminas o minerales son irrelevantes o nulas. Por tanto, todo el posible aporte calórico proviene de los azúcares y del propio alcohol. Diversas investigaciones han descrito la existencia de unas relaciones complejas entre la ingestión habitual de alcohol y el estado nutricional (6). Cuando se consume en exceso, el alcohol puede interferir gravemente en el estado nutricional del bebedor, ya sea alterando la ingestión del alimento, su absorción o la utilización de los nutrientes por el organismo.
En definitiva, existen muchas causas por las que el consumo de alcohol aumenta en verano, y casi todas tienen un componente social. En verano, el cuerpo pierde más agua que en otras épocas del año a través del sudor y la orina. El alcohol fomenta la pérdida de agua del cuerpo necesaria para la neutralización del alcohol, que, asociada a la menor hidratación natural propia de las altas temperaturas, aumenta el riesgo de deshidratación. Así se puede favorecer que se produzca un golpe de calor y poner en riesgo nuestra salud (7).
Desde Neolife, lanzamos el mensaje de que el alcohol no es recomendable en NINGUNA dosis. Múltiples son los riesgos de su consumo y si no le gusta beber o no lo ha hecho nunca, no empiece ahora. Pero si le gusta, no se olvide de la información que le acabamos de presentar y siempre realice un consumo moderado y responsable de ello. Finalmente, para disfrutar de las vacaciones con una buena salud, os presentamos unas recomendaciones para disminuir la ingesta de alcohol sin dejar de beber:
- Optar por los tamaños más pequeños de bebidas. Siempre que puedas dilúyelas con agua, agua con gas o hielo.
- Beba despacio, saboreando la bebida.
- Alterne bebidas alcohólicas con otras no alcohólicas como zumo de tomate o agua con sabor a frutas.
- Intente mantenerse alejado varios días a la semana de la ingesta de alcohol.
- Almacene en su frigorífico bebidas alternativas como agua con gas o diferentes bebidas con sabor de frutas para evitar recurrir a las bebidas alcohólicas.
- Adquiera cerveza sin alcohol o vino sin alcohol.
- Sea consciente de lo que bebe y de las cantidades que ingiere.
- Tenga cuidado en los restaurantes y bares donde es más sencillo ingerir mayores cantidades de alcohol que en el hogar.
BIBLIOGRAFÍA
(1) (2019). “El abuso del alcohol en verano, causante del síndrome del corazón en vacaciones”. Fundación Española del Corazón. URL: https://fundaciondelcorazon.com/prensa/notas-de-prensa/2673-abuso-del-alcohol-en-verano-causante-del-sindrome-del-corazon-en-vacaciones.html
(2) (2016). “Las bebidas alcohólicas en una dieta saludable… ¿son buenas o malas?”. URL: https://www.nutricion.org/noticias/noticia.asp?id=113
(3) (2018). “Global status report on alcohol and health 2018”. Organización Mundial de la Salud. URL: https://www.who.int/substance_abuse/publications/global_alcohol_report/en/
(4) Mayo Clinic. (2018). “Alcohol: weighing risk and potential benefits”. URL: https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/alcohol/art-20044551
(5) (2018). “Alcoholic drinks and the risk of cancer”. World Cancer Research Found. URL: https://www.wcrf.org/sites/default/files/alcoholic-drinks.pdf
(6) Moreno, O.R. & Cortés, J.R. (2008). “Nutrición y alcoholismo crónico”. Nutrición Hospitalaria. URL: https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v23s2/original1.pdf
(7) Rubio, H.J. (2017). “Ola de calor + alcohol = las peores resacas del año”. Verne. Diario El País. URL: https://verne.elpais.com/verne/2017/06/16/articulo/1497598529_176483.html