Tania Mesa – Nutricionista y Enfermera de Neolife
Un estudio publicado en la revista BMJ relaciona el consumo elevado de leche con un mayor riesgo de mortalidad, tanto en hombres como en mujeres.
Actualmente se promueven dietas ricas en leche para la prevención de la osteoporosis y de las fracturas óseas, pero un interesante estudio publicado el 27 de octubre en la revista BMJ relaciona el consumo elevado de leche con un mayor riesgo de mortalidad, de sufrir fracturas en las mujeres e, igualmente, un mayor riesgo de mortalidad en los hombres.
Los primeros estudios que se realizaron para investigar esta relación nombrada anteriormente fueron realizados en Suecia por el profesor Karl Michaelsson(1), en un grupo de población de mujeres de 39 a 74 años y en otro de hombres de 45 a 79 años, a lo largo de 22 años. A través de un cuestionario de frecuencia se pudo comprobar el consumo de este alimento en cada grupo poblacional.
Los datos obtenidos fueron que las mujeres que bebían tres o más vasos (680g) de leche al día tenían casi el doble de riesgo de muerte en comparación a las mujeres que bebían menos de un vaso al día; y su riesgo de cualquier tipo de fractura, especialmente el de cadera, era mayor. Los hombres que bebían tres o más vasos de leche al día tenían más riesgo, aunque solo ligeramente mayor, en comparación con aquellos que bebían un vaso menos; y no encontraron el riesgo de fractura visto en las mujeres.
Todo ello es debido a que la leche contiene D-galactosa. Numerosos estudios con animales han establecido una relación de la D-galactosa con el envejecimiento, menos años de vida causado por estrés oxidativo, inflamación crónica, neurodegeneracion y disminución de la respuesta inmune. En humanos un aumento del estrés oxidativo y la inflamación crónica se relaciona con enfermedades como las cardiovasculares, el cáncer, la pérdida ósea y la sarcopenia.
¿Es bueno tomar leche?
Particularmente el consumo de productos lácteos fermentados como el yogur, la cuajada y el queso se asociaron con menores tasas de fracturas y mortalidad.
Por lo tanto, debido al alto contenido de lactosa y galactosa de la leche, la hipótesis de que el consumo excesivo de ella puede aumentar el estrés oxidativo y que, su a vez, este afecta al riesgo de mortalidad y fractura, pone en duda las recomendaciones para aumentar la ingesta de leche para la prevención de fracturas a partir de cierta edad. No obstante, esta hipótesis debe interpretarse con cautela -dado el diseño observacional del estudio- antes de ser utilizada para las recomendaciones dietéticas.
Un alto porcentaje de personas de raza caucásica no tiene la enzima lactasa encargada de metabolizar la lactosa de la leche. Además, esta se va perdiendo con el paso de los años y, por ello, existen tantas intolerancias.
Esto, sumado a las conclusiones de este estudio, hace que el criterio de Neolife en cuanto al consumo de leche en adultos sea de moderación e, incluso, de eliminación.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Michaelsson, K., Wolk, A., Langenskiold, S., et al. milk intake and risk of mortality and fractures in women and men: cohort studies. BMJ, 2014; 349.Published online 28 october 2014.