Después de la publicación reciente de estudios científicos sobre los edulcorantes y su posible efecto negativo sobre la salud cardiovascular, éste se ha convertido en un tema que está a la orden del día.
Hablar de salud se ha convertido en algo muy común en redes sociales, lo que, desde mi punto de vista, en lugar de trasmitir información de calidad a los usuarios y aclarar inquietudes, ha generado un efecto de confusión en muchos casos. Recientemente, esta ola de desinformación se llevó por delante a los edulcorantes.
Estefanía Álvarez – Unidad de Nutrición Neolife
¿Qué son los edulcorantes?
Los edulcorantes son compuestos utilizados para aportar sabor dulce a los alimentos y bebidas sin las calorías que proporciona el azúcar. Pueden clasificarse en dos categorías principales:
- Edulcorantes naturales: derivados de fuentes naturales, como la estevia y el eritritol, que ofrecen una alternativa sin calorías o con pocas calorías.
- Edulcorantes artificiales: producidos sintéticamente, como el aspartame, la sacarina y la sucralosa, que pueden ser cientos de veces más dulces que el azúcar.
Beneficios de los edulcorantes
- Gestión del peso corporal: al no aportar calorías, los edulcorantes pueden ayudar en la reducción de la ingesta calórica, facilitando el control y la pérdida de peso.
- Control de la glucosa: los edulcorantes no influyen significativamente en los niveles de glucosa en sangre, siendo una opción segura para personas con diabetes o aquellos que buscan controlar su ingesta de azúcar.
- Prevención de caries: a diferencia del azúcar, los edulcorantes no son fermentables por las bacterias bucales, lo que contribuye a una mejor salud dental.
Consideraciones y controversias
Aunque los edulcorantes ofrecen múltiples ventajas, es importante tener en cuenta algunos aspectos potencialmente negativos:
- Efectos gastrointestinales: especialmente en el caso de los polioles (como el xilitol y el sorbitol), el consumo excesivo puede causar efectos laxantes y molestias digestivas.
- Percepción del sabor: el uso regular de edulcorantes intensamente dulces puede alterar la percepción del dulzor, incrementando la preferencia por alimentos muy dulces y dificultando la adherencia a una dieta equilibrada.
- Seguridad a largo plazo: aunque han sido aprobados por agencias regulatorias como la FDA, la seguridad de algunos edulcorantes artificiales a largo plazo sigue siendo objeto de investigación y debate.
Y es en base a este último punto, que se ha generado la confusión: ¿sabemos si verdaderamente son seguros?
El reciente estudio sobre el xilitol es un estudio observacional en el que se concluyó que el xilitol en plasma era superior en personas que habían experimentado un evento cardiovascular grave. La mayoría de la población estudio eran personas mayores a 65 años y con sobrepeso.
Sin embargo, también se valoraron los niveles de xilitol en plasma en personas sanas después de beber 30 gramos de éste y se observó que el aumento de los niveles de este edulcorante en plasma podía estar directamente relacionado con un aumento de la agregación plaquetaria. Por otro lado, de forma in vitro, se comprobó que el xilitol favorece la actividad plaquetaria y su agregación, lo que podría favorecer la trombosis.
¿Cómo interpretamos estos resultados?
Lo primero, es importante recalcar que, en estudios observacionales, aunque se haya demostrado una posible relación, esto no implica necesariamente causalidad. Las personas que sufrieron eventos cardiovasculares y que además tenían niveles elevados de xilitol en plasma, seguramente también estaban bajo otros factores de confusión como la alimentación, el ejercicio físico y la gestión del estrés. De igual forma, se ha visto en otros estudios, que los niveles altos de xilitol en plasma pueden ser derivados de problemas metabólicos y por tanto, no necesariamente están relacionados con su consumo.
Es así como concluir que están relacionados con enfermedades cardiovasculares, es afirmar una verdad absoluta en base a estudios poco concluyentes.
Y entonces, ¿son recomendados?
Estudios científicos más concluyentes demuestran que puede haber una afectación de la capacidad neuro-hormonal para el control de la saciedad, es decir, los edulcorantes podrían dificultar la capacidad de saber cuándo ya estamos llenos y favorecer, por tanto, el sobrepeso y la obesidad.
Desde Neolife, recomendamos:
- Moderación: el uso de edulcorantes debe ser moderado. Aunque pueden ser herramientas útiles, no deben reemplazar una dieta variada y equilibrada.
- Diversificación: priorizar el consumo de alimentos naturales y evitar consumir con frecuencia edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina y la sucralosa.
- Lectura de etiquetas: es fundamental revisar las etiquetas de los productos para conocer el contenido y tipo de edulcorantes utilizados, lo que permite una elección más consciente y saludable.
Los edulcorantes representan una opción valiosa para quienes buscan reducir el consumo de azúcar. Sin embargo, es crucial usarlos de manera equilibrada, y estar al tanto de las investigaciones y recomendaciones actuales siempre hacia adoptar hábitos alimenticios más saludables y conscientes.