¿Cuántas veces habrás oído decir que con una dieta sana y equilibrada no es preciso tomar ningún suplemento nutricional? Seguro que muchas y lo sorprendente es que casi siempre de la boca de profesionales de la salud. Sin embargo, esto ya no es así. Una supuesta dieta sana y equilibrada es muy difícil que hoy en día te aporte todos los micronutrientes en las cantidades y calidades óptimas.
Y esto es, en parte, por el deterioro a lo largo del tiempo de los nutrientes de los alimentos. ¿Sabes cuántas manzanas de hoy deberías comer para equiparar a una manzana de 1914 en vitaminas, minerales y fibra? ¡Más de 20! (extrapolando los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
La causa: los cultivos intensivos, varias cosechas en una temporada, los invernaderos, los fertilizantes, los insecticidas, los conservantes… Los suelos de cultivo han agotado su capacidad de aportar minerales a las plantas.
Las frutas y las verduras de hoy tienen que ser bonitas para mostrarse relucientes en el supermercado, pero no son lo que parecen. ¡Cuántas veces nos hemos tomado una fruta de aspecto inmejorable que no sabe a nada!
Siguiendo con los datos del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (al suelo de Europa le ha pasado lo mismo), hay alimentos cuyos niveles de vitaminas y minerales han caído hasta un 81% en los últimos 30 años.
Este es el argumento principal de la floreciente industria de la alimentación funcional y los suplementos nutricionales. No nos cabe la menor duda de que tanto la alimentación funcional como la suplementación nutricional acabarán incorporándose completamente a nuestras vidas de una manera progresiva.