Las urgencias y los ingresos hospitalarios aumentan hasta un 25% en Navidad, debido a un mayor consumo de alcohol y a excesos en la ingesta de alimentos.
¿Qué debemos hacer para evitar sufrir un problema de salud durante esta época festiva? Preparar el cuerpo desde varios días antes para compensar los excesos que vengan posteriormente, evitar el consumo de alimentos hipercalóricos o muy grasos y de bebidas alcohólicas, masticar despacio, evitar acostarse al menos dos horas después de comer, beber abundante agua para depurar el organismo y realizar ejercicio físico.
Tania Mesa – Nutricionista y Enfermera de Neolife
La Navidad, causante no solo de aumento de peso, sino también de muchos efectos adversos causados por el exceso de comida y alcohol.
Se acercan las fiestas navideñas y con ellas los excesos. Se calcula que en Navidad se produce un aumento de peso medio de entre dos y cuatro kilos, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad. Como todos sabemos, las numerosas comidas y cenas, tanto de empresa como familiares, nos arrastran a hacer una ingesta de alimentos mucho más elevada de lo habitual, lo que rompe nuestro equilibrio cotidiano. Si estás o has estado recientemente a dieta, es importante que sepas lo siguiente: puedes comer de todo, pero controlando las cantidades. Así disfrutaras sin excederte tanto.
Un artículo del 2013 de la Fundación Española del Corazón (FEC) (1) recuerda que en estas fiestas también hay tradiciones saludables y que España se encuentra entre los países con más costumbres navideñas cardiosaludables. Un ejemplo es despedir el año consumiendo doce uvas, que mejoran el flujo sanguíneo, disminuyen la formación de plaquetas y proporcionan una mayor protección contra el colesterol LDL.
La ingesta de alimentos en grandes cantidades y el consumo excesivo de alcohol provocan, además de la temida ganancia de peso, un sobreesfuerzo del aparato digestivo, que puede provocar consecuencias negativas:
- Efectos del exceso de alcohol sobre el organismo o el comportamiento: Irritación de la mucosa gástrica, nauseas, vómitos, cefaleas y trastornos de la visión, el equilibrio, el lenguaje y los reflejos. También produce sensación de euforia, desinhibición, agitación, labilidad emocional e incluso amnesia del periodo de embriaguez. Y en caso de intoxicación etílica grave, el paciente podría entrar en coma o sufrir una parada respiratoria como consecuencia de depresión del sistema nervioso central.
- Efectos del exceso de comida: Digestiones pesadas y lentas, distensión/hinchazón abdominal, epigastralgias (dolor en la boca del abdomen), pirosis (acidez), ardores, flatulencias, náuseas, vómitos, diarreas, descompensaciones de patologías prevalentes (como subidas de la tensión arterial), descompensaciones en las cifras de glucemia, ataques de gota y cólicos renales. Además, los nutrientes necesarios no llegan al organismo de forma adecuada, por lo que se produce decaimiento, fatiga y cansancio, de tal modo que el tono vital disminuye.
En caso de aparición de alguno de estos síntomas digestivos, puede ser de ayuda la toma de fármacos tensoactivos que eliminan los gases, o de antiácidos y protectores gástricos en caso de pirosis o digestiones pesadas (siempre que haya sido pautado por un médico). Si los síntomas persistieran más de 48-72 horas después de una sobreingesta, es necesario acudir a un profesional, ya que se debe descartar que sean un signo de la presencia de enfermedades digestivas.
La principal recomendación para evitar problemas de salud en Navidad: el sentido común y la moderación.
La moderación es fundamental para evitar estos trastornos. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) alerta de la importancia de mantener unos hábitos alimentarios saludables en las comidas y cenas navideñas, ya que la mayoría de problemas de salud que atienden estos profesionales están relacionados con “un mayor consumo de alcohol y por excesos con la comida”. Las urgencias e ingresos hospitalarios aumentan un 20-25% en Navidad, debido fundamentalmente a crisis hipertensivas, diabetes descompensadas, ataques de gota y diversas patologías digestivas (gastritis, reflujo gastroesofágico, pancreatitis, cólicos biliares, gastroenteritis) relacionados con los excesos alimentarios. Además, algunas enfermedades neurológicas, como la epilepsia, se ven peligrosamente influenciadas por la ingesta de alcohol o la falta de sueño.
Si no hay contraindicación médica, se puede comer de todo con moderación y sentido común. Sin embargo, hay muchas personas que padecen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca, pulmonar, renal, gota, celíacos, dislipemias, enfermedades del aparato digestivo… que deben prestar especial atención a su dieta en estas fechas, ajustando su alimentación para evitar descompensaciones y complicaciones graves de sus enfermedades. No merece la pena poner en riesgo la salud por una comida, por muy apetitosa que sea.
En la clínica Neolife somos expertos en nutrición antiaging y queremos ofrecerte unas recomendaciones básicas de nutrición para compensar los excesos de la navidad y evitar posibles efectos negativos en nuestra salud, abordando las comidas navideñas de la manera más saludable posible:
- Prepara tu cuerpo desde varios días antes para compensar los excesos que vengan posteriormente: mantén un horario regular en las comidas principales; haz comidas ligeras, como ensaladas, cremas de verduras o depurativas, caldos desgrasados, pescador al vapor, cocidos o al horno, pan integral, queso fresco light, pavo, fruta, infusiones digestivas, diuréticas, yogures desnatados o bífidos.
- Evita el consumo de alimentos hipercalóricos o muy grasos y de bebidas alcohólicas.
- Mastica despacio.
- Evita acostarte al menos dos horas después de comer.
- Bebe abundante agua para eliminar toxinas y depurar el organismo.
- Realiza ejercicio físico.
BIBLIOGRAFÍA