Recientes estudios afianzan que el hábito nutricional, el sobrepeso y la obesidad tienen tanto de psicológico como de nutricional.
Un estudio canadiense analiza cómo las críticas recibidas por familiares y amigos cercanos ante la intención de bajar de peso, desmotivan y dificultan este propósito. Por su parte, otro estudio estadounidense afirma que las emociones son un factor muy importante a la hora de perder peso.
Tania Mesa – Nutricionista y Enfermera de Neolife
El propósito de muchas personas cada vez que se acerca el buen tiempo es “perder peso”, pero son muchas las barreras, especialmente psicológicas, que pueden interponerse a la hora de alcanzar ese objetivo.
Investigadores de la Universidad de Waterloo, en Ontario (Canadá)(1) han comprobado que las críticas que se reciben por parte de familiares cercanos, ante la intención de bajar de peso, desmotivan y dificultan la consecución del objetivo.
Cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, nuestro peso y/o nuestra imagen corporal, a menudo nos dirigimos a nuestros familiares y seres queridos para pedirles apoyo y asesoramiento. El cómo respondan puede tener un efecto positivo o negativo en la pérdida de peso mayor del que se pensaba.
Investigadores canadienses aseguran que el éxito de un programa de pérdida de peso es el apoyo y la aceptación de nuestros seres queridos.
La investigación se centró en estudiar a mujeres de 20 años de edad (un grupo de riesgo frecuentemente descontento con su peso). Se las encuestó acerca de su peso y de cómo valoraban su imagen corporal; durante los meses siguientes (antes de iniciar una dieta) se las volvió a preguntar acerca de sus cambios de peso, lo que sus familiares opinaban y lo que les decían acerca de su peso.
El estudio muestra que las mujeres que recibían mensajes positivos experimentaban pérdida de peso más rápida y fácilmente que aquellas que eran un blanco fácil de mensajes negativos. Las mujeres que recibían mensajes negativos (“no lo vas a conseguir”, “estás demasiado gorda”…) aumentaron 4,5 kg su peso en el transcurso de proponerse hacer una dieta, mientras que las mujeres que recibían mensajes positivos (“tu sobrepeso no es tanto”, “estás bien así”…) se mantenían en su peso o incluso llegaban a perder alrededor de 1 kg. Una parte importante en el éxito de un programa de pérdida de peso es el apoyo y la aceptación de nuestros seres queridos.
En la misma línea, otro estudio recientemente publicado(2) asegura que las emociones son un factor muy importante a la hora de perder peso. Según investigadores de la Universidad Internacional de Florida, el estado de Ohio y la Universidad de Kentucky, se puede aprender a controlar las emociones que están vinculadas a los alimentos y así lograr controlar mejor la pérdida de peso. La mayoría de los consumidores somos comedores impulsivos: nuestros sentimientos hacia un trozo de tarta vencen a nuestros conocimientos en nutrición y razonamientos sobre ese trozo de tarta.
Investigadores estadounidenses descubren que el entrenamiento emocional ayuda a las personas a elegir alimentos más saludables y reducir su peso.
En este estudio no solo se demuestra que la capacidad emocional se puede entrenar, sino que además la elección de alimentos puede potenciarse o inhibirse más allá de nuestros conocimientos en nutrición.
Las personas del estudio fueron entrenadas para identificar sus emociones frente a una diversa gama de alimentos y envases. También fueron educados en el reconocimiento de lo que otros estaban sintiendo en respuesta a esos alimentos. Después de entrenar su respuesta emocional, se les estudió a la hora de elegir alimentos y se les comparó con personas no entrenadas.
Los investigadores descubrieron que el entrenamiento emocional ayudó a la gente a elegir alimentos más saludables y consiguieron una pérdida de peso a los tres meses del entrenamiento, mientras que las personas que no fueron formadas aumentaron de peso.
Mediante una mejor comprensión de cómo uno se siente y cómo utilizar las emociones para tomar mejores decisiones, lograremos comer mejor, ser más felices, aumentar nuestra autoestima y mejorar nuestra salud.
En conjunto, estos hallazgos afianzan que el hábito nutricional, el sobrepeso y la obesidad tienen tanto de psicológico como de nutricional.
Desde Neolife somos conscientes de las barreras y dificultades para iniciar un programa de pérdida de peso y adoptar hábitos nutricionales saludables. Hacer la compra, cocinar, falta de apoyo familiar, luchar contra las tentaciones… todo ello puede ser motivo de abandono de la dieta e incluso de aumento de peso. Por ello, en nuestros programas de Nutrición nosotros te damos la vigilancia, las claves para no caer en la tentación y el apoyo psicológico que necesitas.
BIBLIOGRAFÍA
(1) LOGEL, C., STINSON, D. A., GUNN, G. R., WOOD, J. V., HOLMES, J. G. and CAMERON, J. J. (2014), A little acceptance is good for your health: Interpersonal messages and weight change over time. Personal Relationships, 21: 583–598.doi: 10.1111/pere.12050
(2) Blair Kidwell, Jonathan Hasford, and David M. Hardesty (2015) Emotional Ability Training and Mindful Eating. Journal of Marketing Research: February 2015, Vol. 52, No. 1, pp. 105-119.
https://dx.doi.org/10.1509/jmr.13.0188