Existen enfermedades crónicas que parecen relegadas a un segundo plano pero que en realidad tendrían que ser protagonistas por todas las alteraciones que ocasionan, un ejemplo de ello es el “hígado graso”.
El hígado graso no alcohólico (EHGNA, en inglés NAFLD) tiene una prevalencia situada entre el 23% y el 32% según la población estudiada por región geográfica. Si no se maneja adecuadamente puede acarrear graves problemas de salud.
Dra. Celia Gonzalo Gleyzes – Equipo Médico Neolife
Lo que rodea a la enfermedad del hígado graso no alcohólico
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) se produce cuando hay una acumulación anormal de grasa en el hígado en personas que consumen poco o ningún alcohol. Aunque la causa exacta no se comprende completamente, se cree que varios factores contribuyen al desarrollo de esta enfermedad:
- Acumulación de grasa (esteatosis): el primer y principal paso en la EHGNA es la acumulación de grasa en las células hepáticas (hepatocitos). El exceso de triglicéridos se almacena en los hepatocitos, afectando la función normal del hígado.
- Insulinorresistencia: la insulina es una hormona que regula el metabolismo de la glucosa y los lípidos. Cuando las células son resistentes a la insulina, el hígado tiende a producir más glucosa y a almacenar más grasa.
- Síndrome Metabólico: La EHGNA está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico, que es un conjunto de condiciones médicas que incluyen obesidad abdominal, niveles elevados de triglicéridos, niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”), hipertensión y resistencia a la insulina. Estos factores contribuyen al desarrollo y progresión de la EHGNA.
- Factores genéticos y ambientales: la predisposición genética también puede desempeñar un papel en la susceptibilidad a la EHGNA.
- Factores ambientales: la dieta poco saludable y el sedentarismo son ingredientes ideales para el desarrollo de la EHGNA.
Fisiopatología de la EHGNA
Sobre la base de un conjunto de investigaciones, se ha sugerido que el desarrollo de la EHGNA es un proceso de dos pasos. El primer paso de este proceso es el acúmulo de grasa en el hígado que aumentará la resistencia a la insulina. La segunda parte de este proceso son los cambios celulares y moleculares que implican estrés oxidativo y oxidación de ácidos grasos en el hígado debido a una variedad de factores (lesión de citoquinas, hiperinsulinemia, peroxidación hepática de hierro y/o lípidos, variación de la matriz extracelular, homeostasis energética y cambio en la función del sistema inmunológico). El desarrollo de resistencia a la insulina es un proceso complejo.
La EHGNA se puede dividir en dos tipos:
- El primer tipo tiene una estrecha relación con el síndrome metabólico y se estima que la resistencia a la insulina es el principal mecanismo fisiopatológico.
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El segundo tipo se relaciona con patologías infecciosas que pueden conducir a la aparición de esteatosis hepática. En este caso, infecciones como la hepatitis C y el VIH pueden ser una causa, pero también se asocia a medicamentos (nutrición parenteral total, glucocorticoides, tamoxifeno, tetraciclina, amiodarona, metotrexato, ácido valproico, cloruro de vinilo) y toxinas específicas o enfermedades metabólicas hereditarias/adquiridas (por ejemplo, lipodistrofia o caquexia o cirugía de bypass intestinal).
Complicaciones de la EHGNA
El acúmulo de grasa en el hígado es realmente un problema que no debemos tomar a la ligera, ya que puede derivar en otras patologías:
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Esteatohepatitis no alcohólica (EHGNA): el hígado no sólo acumula grasa sino que se inflama y se daña.
- Fibrosis Hepática: la esteatohepatitis mantenida desemboca en la formación de tejido cicatricial en el hígado como respuesta a la inflamación crónica alterando su funcionamiento.
- Cirrosis Hepática: es la etapa avanzada de la fibrosis, el hígado está extensamente afectado. La cirrosis aumenta el riesgo de insuficiencia hepática.
- Hepatocarcinoma (cáncer de hígado): los pacientes con EHGNA y cirrosis tienen un mayor riesgo de desarrollar hepatocarcinoma.
- Enfermedad cardiovascular: la EHGNA aumenta el riesgo de padecer cardiopatía isquémica o de sufrir un ictus.
- Síndrome Metabólico: es un conjunto de condiciones que incluyen obesidad abdominal, hipertensión arterial, resistencia a la insulina y niveles elevados de triglicéridos, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
- Insuficiencia Hepática: en casos avanzados de cirrosis, la función hepática puede deteriorarse hasta el punto de causar insuficiencia hepática.
Tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico
Hasta la fecha, no existe un tratamiento farmacológico específico para la EHGNA. Se cree que una combinación de objetivos de tratamiento, que incluyen ajustes en el estilo de vida, aumento de la actividad física, y la cesación del tabaco y el alcohol, puede ser beneficiosa.
Los pacientes con EHGNA, independientemente de si tienen obesidad o no, deben ser alentados y educados para adoptar un enfoque de estilo de vida saludable, que va más allá de la pérdida de peso. Se sugiere una dieta saludable que incluya la reducción de la ingesta calórica, alimentos con alto índice glucémico, y un aumento en el consumo de ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos omega-3, fibras, pescado y aves.
Otros componentes dietéticos, como la vitamina E, la cafeína y los polifenoles, también se han asociado con beneficios en el tratamiento de la EHGNA.
La cafeína, como antioxidante, puede tener efectos hepatoprotectores, y varios estudios han vinculado el consumo de café con mejoras en las enzimas hepáticas. Los polifenoles, presentes en alimentos como frutas, verduras y té, se han estudiado por sus efectos beneficiosos, aunque la dosis óptima y la duración del tratamiento no están bien definidas.
La pérdida de peso es la terapia principal para la mayoría de los pacientes con EHGNA, ya que puede mejorar las pruebas bioquímicas y la histología hepática, los niveles de insulina y la calidad de vida.
En los últimos años, se han obtenido resultados prometedores con medicamentos como la pioglitazona y agonistas del receptor de péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) para mejorar los resultados hepáticos en pacientes con EHGNA.
La cirugía bariátrica se ha asociado con la resolución de la EHNA/NASH en la mayoría de los pacientes y la regresión de la fibrosis hepática. Este tipo de cirugía sólo se emplea en caos seleccionados ya que asocia diversos riesgos (1,2).
Y por último, parece imprescindible restaurar el equilibrio microbiano en el intestino. La microbiota tiene un papel importante en la inflamación.
Desde Neolife llamamos a actuar rápido y no esperar a las complicaciones del hígado graso. Es una patología que podemos detectar o sospechar a través de nuestros chequeos y que abordaremos de forma inmediata gracias a nuestro equipo pluridisciplinar (médico, dietista y profesional del deporte).
BIBLIOGRAFÍA
(1) Pouwels S, Sakran N, Graham Y, Leal A, Pintar T, Yang W, Kassir R, Singhal R, Mahawar K, Ramnarain D. Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD): a review of pathophysiology, clinical management and effects of weight loss. BMC Endocr Disord. 2022 Mar 14;22(1):63. doi: 10.1186/s12902-022-00980-1. PMID: 35287643; PMCID: PMC8919523. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35287643/
(2) Paternostro R, Trauner M. Current treatment of non-alcoholic fatty liver disease. J Intern Med. 2022 Aug;292(2):190-204. doi: 10.1111/joim.13531. Epub 2022 Jul 7. PMID: 35796150; PMCID: PMC9546342. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35796150/