En el año 2016, el Clinical Epidemiology Center de San Louis, comenzó un estudio de cohortes con el objetivo de cuantificar la importancia de la polución en la aparición de nuevos casos de diabetes. Los pacientes eran veteranos del ejército, sin historia previa de diabetes, a los que se les realizó un seguimiento durante 8.5 años.
En dicho seguimiento se asignó un grado de exposición a las partículas PM2-5 según su lugar de residencia y se diseñó un estudio estadístico que aislara esta exposición de otros factores que podían actuar en el estudio. Los resultados fueron claros en cuanto a la existencia de una relación directa entre polución y aparición de diabetes, y a la hora de cuantificar la relación entre la exposición a la contaminación del aire y la aparición de una diabetes tipo 2.
Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife
La polución es un conocido problema para la salud humana, pero hasta ahora solo se habían considerado sus repercusiones a nivel del aparato respiratorio.
Los médicos expertos en diabetes llevamos más de una década avisando del riesgo de pandemia de esta enfermedad para los años venideros. Se calcula que en 2040 el número de pacientes diabéticos alcance los 642 millones (1). Se han llevado a cabo numerosos esfuerzos en las consultas médicas para mejorar el pronóstico y la incidencia de la enfermedad a nivel de incremento de la actividad física de los pacientes, control dietético, etc., y sin embargo los números siguen siendo espeluznantes en cuanto a prevalencia.
Desde hace un tiempo va cobrando fuerza la teoría de que los hábitos de vida saludables son un pedazo importante del pastel de la prevención de la aparición de diabetes, pero que deben existir otros aspectos que contribuyan a la aparición y desarrollo de la enfermedad.
Nos referimos concretamente a la polución, a las partículas en suspensión de menos de 2.5 micrómetros (PM 2-5), que flotan en el aire de los ambientes contaminados, habitualmente secundarios al uso de combustibles fósiles.
La polución es un conocido problema para la salud humana, pero hasta ahora solo se habían considerado sus repercusiones a nivel del aparato respiratorio. La revista Lancet comenzó en octubre de 2017 desgranando las afectaciones que puede producir, inventando el término “polutoma” para referirse al conjunto de daños asociados a dicha polución. Uno de esos “targets” fue, como ya hemos mencionado, el aumento de la prevalencia de la diabetes en zonas muy expuestas a la contaminación del aire, pero el informe de Lancet aportaba poca evidencia científica existente que explicara la relación entre el factor de riesgo y la enfermedad, no existía bibliografía en la materia que justificara la alarma en ese momento.
En el año 2016, el Clinical Epidemiology Center de San Louis comenzó un estudio de cohortes con el objetivo de cuantificar la importancia de la polución en la aparición de nuevos casos de diabetes (2). Los pacientes eran veteranos del ejército, sin historia previa de diabetes, a los que se les realizó un seguimiento durante 8.5 años. Se asignó un grado de exposición a las partículas PM2-5 según su lugar de residencia y se diseñó un estudio estadístico que aislara esta exposición de otros factores que podían actuar en el estudio como factores de confusión como podían ser la obesidad, la hipertensión, la insuficiencia renal, etc.
Los resultados fueron claros en cuanto a la existencia de una relación directa entre polución y aparición de diabetes, y a la hora de cuantificar la relación entre la exposición a la contaminación del aire y la aparición de una diabetes tipo 2. Como hemos dicho, la relación existe y además se produce a niveles de contaminación inferiores a los marcados como seguros por las autoridades reguladoras.
Otros estudios ya apuntaban en esta dirección, pero este es el primero que cuantifica que a partir de 10 microgramos en microlitro de aire espirado aumenta el riesgo de que la polución pueda colaborar en la aparición de una diabetes. Por supuesto, que el diagnóstico de diabetes va aparejado de todas las consecuencias sobre el incremento en el riesgo vascular que presentan estos pacientes (3 y 4), además del daño vascular directo que producen las partículas en suspensión en aire espirado a nivel de endotelio vascular.
El estudió cuantificó que en zonas de elevada exposición a contaminación medioambiental, la polución contribuyó al desarrollo de 3.2 millones de casos de diabetes en 2016, lo que representa un 14% de todos los casos diagnosticados ese año. Como los índices de polución siguen subiendo año tras año, es lógico pensar que en años venideros esta cifra sea aún mayor.
Hasta la fecha, la altísima incidencia de diabetes en países subdesarrollados, especialmente dramática la incidencia de diabetes tipo 2 infantil, se había achacado a la mala alimentación, con exceso de hidratos de carbono principalmente, y al cambio de hábitos hacia un sedentarismo total. No pretendemos afirmar que estos factores no estén detrás de la mayoría de casos, pero se da la coincidencia de que estos países en vías de desarrollo son precisamente aquellos donde la contaminación medioambiental está menos controlada.
En países desarrollados habría que pensar en este estudio cuando tengamos un paciente que viva en una gran ciudad y a pesar de cumplir unos buenos hábitos de vida y no tener una carga genética evidente, presente una diabetes que además sea resistente a los tratamientos aplicados. Una vez dicho esto, cabe decir que España es uno de los países donde menor influencia sobre la aparición de diabetes ejerce la polución.
BIBLIOGRAFÍA
(1) International Diabetes Federation. IDF Diabetes Atlas Seventh Edition. Available online: http//www.diabetesatlas.org/resources/2017-atlas.html
(2) Bowe B et al. The 2016 global and national burden of diabetes mellitus attributable to PM2-5 air pollution. 2018 July;2:301-311.
(3) Chin MT et al. Basic mechanisms for adverse cardiovascular events associated with air pollution. Heart 2015; 101:253-256.
(4) Miller MR et al. Inhaled nanoparticles accumulate at sites of vascular disease. ACS Nano 2017; 11:4542-52.