Llega el descenso de las temperaturas y con ello, la aparición del resfriado común y de la temida gripe estacional. Los síntomas del proceso gripal aparecen normalmente de forma brusca y repentina, y en el resfriado común los síntomas se instauran de forma más paulatina.
Incorporar algunas medidas a nuestros hábitos de vida y a nuestra alimentación diaria, como por ejemplo, lavarse las manos con frecuencia, mantenerse razonablemente alejado de personas infectadas y complementar nuestra alimentación con complejos vitamínicos, puede ayudarnos a prevenir ambos procesos, y en caso de padecerlos, facilitar una recuperación temprana.
Dra. Débora Nuevo – Equipo Médico Neolife
¿Qué diferencia una gripe estacional de un resfriado común?
A veces puede resultar difícil distinguir entre gripe y resfriado. Ambos procesos son infecciones respiratorias causadas por virus pero éstos son significativamente diferentes. La gripe es causada por el Virus Influenza, un ARN virus que tiene gran capacidad de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie, principalmente la Hemaglutinina (HA) y la Neuroaminidasa (NA). Estas proteínas le confieren gran parte de su poder infectivo. Son estas mutaciones las que dan lugar a los diferentes tipos de virus de la gripe y a sus subtipos, que varían de un año a otro.
El catarro o resfriado común, por otro lado, puede estar provocado por más de 200 tipos de virus diferentes, aunque mayoritariamente pertenecen a la familia de los Rinovirus o los Coronavirus.
El proceso gripal afecta a la población en forma de epidemias más o menos importantes, y los síntomas aparecen normalmente de forma brusca y repentina. Dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares y articulares, tos (normalmente seca), abundante secreción nasal e importante sensación de debilidad, son algunos de ellos.
En el resfriado común, los síntomas se instauran de forma más paulatina, y los primeros suelen ser secreción nasal acuosa (rinorrea), estornudos y molestias leves de garganta como cosquilleos o picor.
Las diferencias principales entre los síntomas de un proceso y otro pueden enumerarse en la siguiente tabla.
Algunos síntomas de ambas viriasis, pueden ser similares a los que aparecen en las alergias estacionales, como la rinorrea (o secreción nasal acuosa), la irritación ocular, la tos y el escozor de garganta. Sin embargo en la alergia el malestar general, no suele ser generalizado, puede que derivado de las molestias anteriores, pero sin dolores musculares, articulares, ni fiebre.
Tampoco es raro, que algunas infecciones virales (más frecuente en la causada por el Influenza Virus o virus de la gripe) que aparezca afectación digestiva, como diarrea, náuseas o vómitos. Esto es excepcional, sin embargo, en el resfriado común.
¿Cómo prevenir de forma natural ambos procesos?
Para prevenir ambos procesos, es importante lavarse las manos con frecuencia, y mantenerse razonablemente alejado de personas infectadas, De igual manera es vital, si ya estamos afectados por cualquiera de ambos procesos (gripe o catarro común), que nos tapemos la boca y la nariz al toser o estornudar, para evitar el contagio a otras personas y la propagación de la infección, especialmente a personas más vulnerables, que son siempre ancianos y niños.
Lamentablemente no existe ningún medicamento que como tal, cure definitivamente la gripe. Pero sí que existen formas de ayudar a nuestro organismo a prevenir y minimizar sus síntomas.
Por eso, incorporar algunos alimentos, ricos en ciertas vitaminas y minerales, pueden ser de gran ayuda a la hora de hacernos más fuertes frente a estos virus y combatir su ataque.
- El Agua: La hidratación es indispensable, para aliviar tanto la sequedad de garganta como la irritación. Además es fundamental para ayudarnos a movilizar y eliminar la mucosidad. Puede ser ingerida en forma de sopas, infusiones, zumos o simplemente agua.
- Alimentos ricos en Vitamina C con gran poder antioxidante como los kiwis, mandarinas, naranjas, fresas… fortalecen el sistema inmunitario.
- Alimentos ricos en betacarotenos: zanahoria, calabaza, melocotón…. Todos ellos ayudan a regenerar la mucosa respiratoria y a frenar el crecimiento de patógenos.
- El ajo es bien conocido por sus propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas. Varios estudios han demostrado que los suplementos a base de ajo en adultos ayudan a mejorar la inmunidad y a minimizar los síntomas de la gripe.
- La cebolla contiene quercetina, un flavonoide que actúa como un excelente expectorante, mucolítico, antitusivo, antihistamínico y antibacteriano que ayuda a mejorar las infecciones respiratorias.
- El Jenjibre además de ayudar a mejorar la digestión, ayuda a prevenir y a tratar los síntomas respiratorios de la gripe o el resfriado, pues fortalece el sistema inmunitario y tiene un poderoso efecto anti-inflamatorio.
- Las proteínas son indispensables en nuestra dieta. Su déficit se ha visto asociado numerables estudios a un aumento del riesgo de padecer infecciones.
Aunque una dieta equilibrada debería contar con cada uno de estos aportes, en ocasiones puede resultar complicado contar con todos ellos. Por ello, complementar nuestra alimentación con los complejos vitamínicos y minerales adecuados en esta época, puede suponer una diferencia importante a la hora de prevenir y/o aliviar los temidos síntomas tanto de la gripe estacional como del resfriado común.
Cuando hace falta algo más: tratamiento médico
El tratamiento también varia dependiendo de si se trata de un proceso catarral o una gripe estacional.
Para el resfriado o catarro, se recomiendan descongestionantes y en algunos casos analgésicos para las molestias o el dolor. Importante también es asegurar una ingesta de agua adecuada, beber abundantes líquidos.
Para la gripe además de descongestionantes, analgésicos y antipiréticos (para reducir la fiebre), a veces se necesitan también medicamentos antivirales que deben ser recetados por el médico. Dependiendo de la severidad, el médico puede indicar otro tipo de fármacos e incluso en algunos casos más graves aunque no muy frecuentes, la hospitalización.
Se debe acudir a Urgencias si la fiebre es elevada y persistente y los dolores son severos.
BIBLIOGRAFÍA
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