Lo que es bueno para todos, puede no ser suficiente para ti


Las recomendaciones generales sobre salud pública (nutrición, ejercicio…) son, en la mayoría de los casos, insuficientes.

La medicina preventiva y personalizada va más allá: chequeos preventivos, medición del PSA, de la homocisteína, de los niveles hormonales, del porcentaje de grasa, de la vitamina D, de la densidad mineral ósea en los hombres, terapia de reemplazo hormonal en la menopausia, abordaje de la fase subclínica de la enfermedad

Dirección médica de Neolife


La medicina pública esta sometida a muchos condicionantes (principalmente económicos), que impiden aplicar una medicina personalizada a toda la población.

A menudo tenemos que explicar a nuestros clientes las contradicciones entre los protocolos de la medicina pública y la medicina personalizada. No es que existan dos medicinas distintas, pero cuando se define un protocolo que debe alcanzar al 100% de la población existen muchos condicionantes a la hora de diseñarlo.

La medicina que desarrollamos en Neolife, la MP4 (Medicina Preventiva, Proactiva, Preventiva y Personalizada), es una medicina que, basándose en la evidencia científica, se personaliza al máximo en cada caso, sin tener en cuenta los condicionantes generales de la medicina pública. Este debate ya está activo en EEUU y hay numerosas publicaciones que analizan los pros y contras de la medicina pública versus la medicina personalizada, también llamada allí precision medicine.

Cuando las instituciones sanitarias públicas definen sus recomendaciones de salud y los protocolos clínicos que deben aplicarse, tienen muy en cuenta que estos lleguen al 100% de la población, o de lo contrario tendrían un problema de índole político. Existen numerosos condicionantes ajenos a la evidencia científica para conseguir que estas recomendaciones y protocolos alcancen a toda la población.

La mayoría de ellos de tipo económico, pero también de ideología política o religiosa. Como todo en la vida, la medicina no es ajena a estos condicionantes. Eutanasia, anticoncepción, salud dental, defectos refractarios de la vista, cirugía plástica… todos ellos son problemas de salud que por uno u otro motivo se ven afectados por estos condicionantes económicos, políticos o religiosos.

metformina, tratamiento antienvejecimiento

Pero vayamos a la MP4. Los posicionamientos de la sanidad pública frente a temas como la terapia de reemplazo hormonal en la menopausia, la prevención de la osteoporosis en los hombres, los niveles plasmáticos óptimos de vitamina D, la prevención de la sarcopenia, del cáncer de colon o el abordaje de la enfermedad en su fase subclínica, entre otras circunstancias, están muy lejos de lo que sería una actuación óptima. Y es de entender; no hay recursos para todo y debe priorizarse en qué acciones puede gastarse el dinero público. Otra cosa es la optimización de estos recursos, porque de sobra sabemos que el retorno de la inversión en prevención supera con creces, en forma de ahorro, el gasto en medicina “curativa”.

Pero esto es algo que los políticos cortoplacistas (aquellos que no ven más allá de una o dos legislaturas) no valoran y que además no gusta a la industria sanitaria, puesto que podría reducir de forma sustancial sus ingresos.

La medicina pública realiza recomendaciones generales, no personalizadas, que resultan insuficientes y reducen la efectividad de sus programas de salud.

Un claro ejemplo de lo que estamos hablando es la falta de efectividad de los programas públicos de pérdida de peso, como Let´s Move! en los EE.UU., el MangerBouger en Francia o el Change4Life en el Reino Unido, según el documento publicado por la Dra. Adams, de la Universidad de Cambridge (1). La Dra. Adams propone complementar estos programas informativos con acciones como subir los impuestos a las bebidas azucaradas, restringir los anuncios de alimentos poco saludables a partir de las 21:00 (chocolates, snacks, comida precocinada…) o limitar la oferta de alimentos poco saludables en los supermercados. Estas acciones podrían mejorar la efectividad de estos programas. Sin embargo otros expertos consideran que la obesidad no solo se resuelve con comer menos y moverse más: las causas de la obesidad son complejas y en ellas pueden intervenir circunstancias como la alteración del ritmo vigilia sueño, la flora intestinal o el estrés.

Otro ejemplo es la cantidad de ejercicio mínimo que debe realizarse. Las recomendaciones generales hablan de caminar rápido 30 minutos al día, cinco días a la semana. Sin embargo esto es claramente insuficiente para la mayoría de nosotros. Lo bueno no es lo óptimo.

Pero hay muchas más situaciones en las que las recomendaciones y protocolos de la sanidad pública pueden no ser lo suficientemente buenos para ti: chequeos preventivos, medición del PSA, de la homocisteína, de los niveles hormonales, del porcentaje de grasa, de la vitamina D, de la densidad mineral ósea en los hombres, terapia de reemplazo hormonal en la menopausia, abordaje de la fase subclínica de la enfermedad

Por todo ello en la clínica Neolife de medicina antiaging nos tomamos muy en serio la cuarta P de la MP4, la personalización. Vamos más allá de las recomendaciones generales, que son aplicables al 95% de la población, midiendo muchos biomarcadores de salud y longevidad que no están en los protocolos de la medicina pública y personalizamos la prescripción de ejercicio, suplementos nutricionales y hormonas bioidénticas para cada uno de nuestros pacientes.

Y lo que es más importante, procuramos entender, empatizar, cuidar y ayudar a nuestros clientes a mejorar sus estilos y calidad de vida.

Si tratas la enfermedad, puedes ganar (curarla) o perder. Si tratas la persona siempre ganarás, no importa el resultado sobre la enfermedad” (Hunter Doherty “Patch” Adams).


BIBLIOGRAFÍA

(1) Jean Adams, Oliver Mytton, Martin White, Pablo Monsivais. “Why Are Some Population Interventions for Diet and Obesity More Equitable and Effective Than Others? The Role of Individual Agency”. Published: April 5, 2016.

https://dx.doi.org/10.1371/journal.pmed.1001990