Neolife, en El Español.
Esther Anzola: “Esto no es estética, es medicina pura”.
Insisten en que no tiene nada que ver con la estética, aunque luego acaben teniendo cierta relación. Al menos, en que los resultados sí se ven por fuera. Las paredes de la clínica Neolife, en la milla de oro madrileña, son toda una declaración de intenciones: “No podemos decidir cuántos años cumplimos, pero sí cómo lo hacemos”, reza uno de los mensajes que reciben a los clientes.
Quienes cruzan el umbral de la puerta de esta clínica especializada en medicina preventiva antiedad (Age Management Medicine) están convencidos de sus beneficios. Se trata, en definitiva, de controlar clínicamente el envejecimiento, con un exhaustivo examen de nuestros biomarcadores. De esa forma, y según apuntan estos expertos, se pueden prevenir enfermedades relacionadas con la edad y aumentar la calidad de vida. Clientes tan diversos como Fernando Sánchez Dragó, Jorge Javier Vázquez o Isabel Sartorius están entre los pacientes habituales de un centro que es pionero en España en esta especialización.
La directora general de Neolife y una de sus socias fundadoras, Esther Anzola, recibe a EL ESPAÑOL en la primera sede de la compañía, tres años después de su apertura.