Neolife, en El Confidencial
España es el país del mundo con mayor esperanza de vida a excepción de Suiza o Japón. Las personas suelen morir de media en torno a los 83 años. De ahí que nuestro país sea un referente en cuanto a un estilo de vida sano y también en base a un sistema médico y de salud de sobresaliente. Desgraciadamente, con la pandemia de coronavirus la esperanza de vida ha llegado a bajar alrededor de dos años menos, según ponderan los últimos datos. Pero los avances en terapias antienvejecimiento vislumbran un futuro en el que por fin volvamos a recuperar lo perdido.
De vez en cuando surgen voces de expertos que anuncian que en las próximas décadas no solo viviremos más años, sino que tardaremos mucho más tiempo en notar los achaques propios de la vejez. Incluso, muchos sueñan con un futuro en el que la muerte sea algo opcional. Lógicamente, depende del estilo de vida que haya llevado cada uno. Pero lo que sí está claro es que los más recientes avances en tratamientos para retrasar el envejecimiento nos hacen imaginar con una juventud eterna, el deseo de todo ser humano desde el principio de los tiempos.
Así lo cree Esther Anzola Pérez, CEO de Neolife, una empresa que lleva años dedicándose a hacer recuperar años de vida a sus pacientes, mejorar su bienestar a pesar del paso de los años y prevenir cualquier posible enfermedad que pueda lastrar su calidad de vida en el futuro. “Nuestro objetivo es frenar y ralentizar el proceso de envejecimiento”, admite para El Confidencial. “Bajo el paragüas del ‘anti-aging’ se encuentran operaciones y tratamientos estéticos o cremas para la cara y formas para hacer deporte. Nosotros no hacemos eso, la gente se confunde. Hacemos una evaluación global del paciente, analizamos su grado de envejecimiento e introducimos nuevas ciencas como la genómica, los telómeros, el reloj biológico… para conocer de forma más profunda el estado de salud del paciente y tratarle de la mejor forma posible”.
Anzola llama a su técnica ‘Age Management Medicine’ que, como su nombre indica, alude a ‘la gestión médica de la edad’, por lo que sus servicios no consisten simplemente en frenar la inexorable erosión de los años en el cuerpo y mente de una persona, sino explorar el estado de salud del paciente para anticiparse a los problemas que puedan surgir y prevenir posibles enfermedades futuras.
“Lo más fascinante que ha ocurrido últimamente, en mi opinión, es descubrir que las alteraciones moleculares que determinan el envejecimiento son las mismas que están detrás de enfermedades como el alzhéimer, la diabetes, la artrosis, el cáncer o la osteoporosis”, asevera la CEO. “Esto es, enfermedades que solo pensábamos que eran más frecuentes en la gente mayor, y que causan más muerte y discapacidad, están causadas por el mismo proceso de envejecimiento, por lo que si actuamos sobre él, somos capaces de adelantarnos para prevenirlas”.